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Vigésimo aniversario del Concurso Regino Pedroso: Breve recuento

Este año, el encuentro de premiados tendrá nuevamente como sede al Museo Palacio de los Torcedores.
Este año, el encuentro de premiados tendrá nuevamente como sede al Museo Palacio de los Torcedores.

 

Por Iván Alejandro Álvarez Abascal

En el año 1995, con motivo del aniversario 25 de Trabajadores, el jefe de la redacción cultural de nuestro semanario, Jorge Rivas Rodríguez*, ideó —y desde entonces llevó a cabo con éxito— dos valiosos empeños de promoción cultural. El primero, el proyecto cultural comunitario La Majagua, en zonas rurales del municipio de ese nombre, en la provincia de Ciego de Ávila, donde propició el mejoramiento de la espiritualidad y de las condiciones de la vida social entre unos 4 mil campesinos de tres bateyes del Consejo Popular Limones-Palmero. Su ferviente labor lo acreditó como Hijo Adoptivo, otorgado por el gobierno de ese territorio, amén de otros reconocimientos conferidos por la dirección de Cultura en la provincia y el Consejo Nacional de Casas de Cultura (CNCC).

Paralelamente concibió la creación de un concurso nacional de poesía dirigido a los trabajadores aficionados a la lírica, el cual tuvo una notable participación de escritores amateurs y de firmas consagradas.

“Al año siguiente —expresó Rivas—, y a sugerencia del crítico literario y periodista Fernando Rodríguez Sosa, uno de nuestros más cercanos colaboradores en los primeros años, junto al poeta y periodista Omar Perdomo Correa (fallecido), continuamos la realización de este certamen con el nombre del bardo Regino Pedroso (Unión de Reyes, 1896-La Habana, 1983), en ocasión de su centenario, quien en el año 1927 dio a conocer su célebre poema Salutación fraterna al taller mecánico, con el que se convirtió en el primer cubano en incursionar en la poesía de temática obrera”.

“Tanto el proyecto La Majagua como el Regino Pedroso —agregó—, desde sus primeros pasos organizativos fueron acogidos con interés por la dirección del periódico Trabajadores, en ese tiempo a cargo del compañero Jorge Luis Canela, así como por el entonces presidente del Instituto Cubano del Libro (ICL), Omar González, y por el Departamento de Propaganda de la CTC, encabezado por la compañera Haydée Montes; además de contar con la entusiasta cooperación de Petra Ballagas, viuda del insigne vate, y de la también poetisa y colega Nancy Robinson Calvet, las dos últimas ya fallecidas”.

“Desde entonces —añadió—, el Regino Pedroso comenzó a ganar prestigio entre aficionados y profesionales. Cada una de sus ediciones se ha convertido en verdadera jornada de celebración, y en los primeros años tuvieron como sede a Unión de Reyes”.

Para tales celebraciones, el jefe de la redacción cultural de Trabajadores estimula la comunión de la poesía con las artes plásticas y la música. Invita a reconocidos artífices a realizar las obras que serán entregadas como premios; mientras que laureados solistas, actores y grupos musicales ofrecen lo mejor de sus desempeños, de forma desinteresada, en el acto de clausura.

Entre las figuras que han ofecido su arte en la clausura del concurso se encuentra el reconocido cantautor Gerardo Alfonso

“El jurado del Regino Pedroso se ha caracterizado por su nivel y prestigio. En ese ejercicio han participado varios Premios Nacionales de Literatura, como Jesús Orta Ruiz (El Indio Naborí); Luis Marré; César López; Ángel Augier y Pablo Armando Fernández, además de otros importantes exponentes de la lírica nacional”, puntualizó el también crítico de arte.

Entre los premiados sobresalen varias personalidades de la cultura cubana, de las que recuerdo a Edel Morales, Luis Manuel Pérez Boitel (luego ganador del Premio Casa de las Américas), Ronel González Sánchez, Luis Carlos SuáSuárez, Pedro Péglez González (quien desde entonces funge como responsable de la preselección de los textos concursantes), Larry Morales, Frank Padrón, Alberto Curbelo, Alexánder Besú, Karel Leyva, Reynaldo Cedeño y Moisés Mayán.

“En su edición XVII, el Regino Pedroso celebra el aniversario 120 del gran poeta; en tanto se conferirá un Premio Especial en homenaje a José Soler Puig (Santiago de Cuba, 1916-La Habana, 1996), quien el mismo día de la entrega de los lauros, el 10 de noviembre, arriba a su centenario. Este novelista alcanzó gran prestigio en la literatura nacional a partir de su primera obra y obtuvo el Premio Casa de las Américas 1960, en su primera edición, con la novela Bertillón 166; y en 1986 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura”, subrayó el también miembro de la Uneac.

Sirvan estas líneas como breve recuento de este certamen, a la altura de sus dos primeras décadas de existencia, y además como justo reconocimiento al colega Jorge Rivas, por haber logrado que, aun en épocas de depresión en el número de concursantes, continúe siendo el más participativo de todo el país, muestra de la solidez alcanzada por una idea que desde sus inicios tuvo como fin nuclear alrededor de nuestro periódico y de la CTC, con el apoyo del ICL y del CNCC, a miles de lectores que en estos años se han interesado en participar. Noble evocación a Regino Pedroso, que ha contado con la concurrencia de obras de trabajadores de todos los sectores de la economía y los servicios, cuentapropistas, jubilados, campesinos, estudiantes y combatientes de las FAR y el MININT, asentados a lo largo y ancho del archipiélago.

*Rivas se desempeña como jefe de la redacción cultural de Trabajadores desde el año 1984, hace 32 años. Es el periodista más antiguo en ese cargo en un órgano de prensa nacional.

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