Cargando...
Por Lourdes Elena García Bereau
La Habana, 3 nov (ACN) Una de las cosas que más añoro es bailar para el público cubano en el Gran Teatro de La Habana; puede sonar egoísta pero siento que ese es mi lugar, aseguró en exclusiva a la ACN el cubano Joel Carreño, actual primer bailarín del Ballet Nacional de Noruega.
Invitado de lujo del XXV Festival Internacional de La Habana Alicia Alonso, Carreño regresa luego de dos años de ausencia de los escenarios nacionales, con la alegría de pisar por primera vez, después de su remodelación, el coliseo capitalino que lo abrigó desde sus primeros años en la danza.
El Festival resulta una oportunidad perfecta para retornar a la Isla y reencontrarnos con nuestros seguidores, es una ocasión que me llena de placer y alegría, expresó este artista que destaca por su sólida formación técnica, su «ductilidad» estilística y una elegante presencia en escena.
Durante 10 días confluyen en Cuba diferentes figuras y compañías foráneas, jóvenes talentos y personalidades consagradas; creo que ese es el mayor legado de este evento, puntualizó Carreño, perteneciente a una familia de renombre en la tradición danzaria cubana.
Sobre la situación actual de las nuevas generaciones del Ballet Nacional de Cuba (BNC), el bailarín puntualizó la necesidad de que la academia local no pierda su esencia artística.
Yo he tenido la suerte de trabajar fuera y ver el desempeño de diversas escuelas, pienso que a la enseñanza cubana le falta hoy potenciar más los detalles técnicos, de ejecución y sobre todo sus valores interpretativos, ese fue un sello que siempre tuvo el BNC, confesó.
Finalmente, y minutos antes de comenzar sus ensayos para interpretar nuevamente la versión cubana de Don Quijote, Carreño señaló: “…el público cubano es grande, carismático, conocedor y fanático; es un público que te sigue, te apoya y hace lo que sea necesario para verte en escena, eso para mí tiene mucho valor”.
Joel Carreño constituye actualmente uno de los más sólidos exponentes masculinos de la Escuela Cubana de Ballet.
