Minas en el mar

Minas en el mar

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Cientos de toneladas de lodo coralino son extraídas diariamente del yacimiento submarino.
Cientos de toneladas de lodo coralino son extraídas diariamente del yacimiento submarino. Fotos del autor

 

La inusual vestimenta, overoles y cascos en vez de uniformes marineros y gorras de plato, llama la atención en la tripulación que aborda el remolcador Pedro Sotto Alba 5, en uno de los muelles del puerto de Moa, el cual se apresta a zarpar en breve.

Tras la exitosa realización de la maniobra de desatraque, el timonel acelera el potente motor de la embarcación, pone proa al norte-nordeste para salir de la bahía, luego gira a babor y toma rumbo oeste, donde se encuentra el objetivo de la travesía.

De inmediato se avista en la lejanía la grúa flotante Coral 5, que está anclada a pocas millas de distancia, entre la costa y cayo Moa y donde laboran unos singulares mineros, los únicos dedicados a la explotación de un yacimiento submarino en el país.

Mientras navegamos en medio de una clara mañana y mar tranquila, conversamos con Luis César Sanamé, quien ha dedicado 32 años de su existencia a la peculiar tarea, y en la actualidad se desempeña como operador de la grúa flotante.

“Esto tiene que gustarle a uno —asegura—, porque el trabajo es bastante monótono y solitario, somos una tripulación pequeña, de apenas cuatro hombres, y permanecemos embarcados durante varios días, rodeados de mar y sin bajar a tierra.

“Nuestra labor consiste en sacar de la mina submarina el lodo coralino acumulado en el fondo, hasta una profundidad de 16 metros que tiene de alcance la draga, y llenar las patanas, cada una con una capacidad de 800 toneladas.

El ameno diálogo se interrumpe cuando arribamos a nuestro destino y el remolcador se aproxima por estribor y une mediante cabos a la Coral 5, donde nos reciben con la mano extendida para ayudarnos a subir y evitar un posible resbalón y caída al mar.

Luego de la cordial presentación, la tripulación saliente termina de llenar la patana, que en breve parte hacia la planta de beneficio del mineral, encargada de suministrar cieno carbonatado a la fábrica de níquel Pedro Sotto Alba.

“La gente piensa que lo único que hacemos aquí es cargar las patanas y no saben que nosotros no paramos, siempre estamos haciendo algo, pues la embarcación no se puede descuidar, hay que darle mantenimiento de forma permanente”, señala Alcides Gainza en nombre del colectivo.

“En realidad nosotros somos mineros-marineros porque cumplimos con ambas funciones, si importante resulta extraer el mineral, no lo es menos limpiar, pintar y preservar los equipos, la cubierta y el casco, así como estar al tanto del estado del tiempo para refugiarnos en caso de que sea necesario.

“También hacemos innovaciones, como la adaptación de los tanques de lastre para llenarlos con agua dulce, en vez de salada, y poderla utilizar en el lavado y la instalación de un sistema de refrescamiento de los equipos generadores de electricidad, por eso nuestra grúa flotante tiene siete años y está como nueva”.

La mina

La mina de cieno carbonatado, que fue descubierta a principios de la década de los 60 y está ubicada frente al litoral moense, se formó a partir de la acumulación de los restos de corales y otros residuos calcáreos arrastrados por las corrientes marinas.

Su aprovechamiento se inició desde la misma puesta en marcha de la primera fábrica de níquel de Moa, que lleva el nombre del comandante Pedro Sotto Alba, en recordación al combatiente del Ejército Rebelde caído en la toma de la ciudad.

Este rico yacimiento submarino no se ha agotado a pesar de las más de cinco décadas de explotación continua y los millones de toneladas de lodo coralino extraídos porque es alimentado permanentemente por el arrastre de restos muertos de la gran barrera coralina existente frente a Cayo Moa.

El ingeniero Vladimir Robles Labaceno, especialista en Geología, quien dirige el minado y transportación del mineral, explicó que estas labores se realizan de manera racional, pues responden a un proyecto de extracción hecho con antelación.

“Lo primero que hacen nuestros técnicos —indicó—, quienes trabajan de conjunto con los de la empresa GeoCuba, es hacer perforaciones en el mar para tomar muestras y determinar las características cuantitativas y cualitativas del depósito.

“A partir de este estudio, que nos permite comprobar si el mineral contiene no menos del 84 % de carbonato de calcio (el exigido por la industria para la neutralización del ácido) trazamos el programa de explotación minera”.

Desde el yacimiento salen diariamente tres patanas que transportan el lodo coralino hasta la planta de beneficio, situada en una de las dársenas del puerto, que es la encargada de someterlo a un proceso de trituración y separación para obtener la pulpa que se bombea a la fábrica de níquel a través de una conductora.

A fin de mantener el abastecimiento estable a la fábrica en casos de mal tiempo o roturas de embarcaciones que interrumpan las labores en el mar, mantienen un depósito de lodo coralino en la planta de beneficio que garantiza una cobertura de siete días.

El director de la unidad empresarial de base Coral Marítimo, del puerto de Moa, Yoendris Cobas Laos, destacó el esfuerzo realizado por los trabajadores en el cumplimiento de los planes mensuales de entrega, los cuales están en correspondencia con la demanda del cliente.

Con su labor los 36 integrantes del destacado colectivo obrero no solo contribuyen a la producción de uno de los más significativos rubros exportables del país, sino a hacerla más eficiente desde el punto de vista económico.

Si no se explotara una fuente de abastecimiento tan cercana, sería necesario producir el neutralizador en lejanas canteras de rocas calizas o importarlo, con el consiguiente incremento de los costos por concepto de transportación.

De ahí la importancia que tiene el aporte de esta entidad, que a lo largo de los años ha sabido cumplir con su cometido de suministrar cieno carbonatado a la industria niquelífera, motivo más que suficiente para celebrar con orgullo proletario el Día del Trabajador Geólogo Minero.

Los mineros-marineros se ocupan también del mantenimiento de la embarcación.
Los mineros-marineros se ocupan también del mantenimiento de la embarcación.

 

El cieno carbonatado es transportado en patanas hasta la planta de beneficio, donde es procesado y convertido en pulpa para ser bombeado a la fábrica de níquel.
El cieno carbonatado es transportado en patanas hasta la planta de beneficio, donde es procesado y convertido en pulpa para ser bombeado a la fábrica de níquel.
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