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Texto y fotos: Francisco Rodríguez Cruz
Dificultades y potencialidades para los emprendedores particulares en Cuba centraron la atención de un panel de académicos cubanos y extranjeros que sesionó este viernes en el 2do. Congreso Internacional de Economía, Contabilidad y Administración, en el Hotel Habana Libre.
Fruto del trabajo de un año de un grupo multidisciplinario sobre el tema que agrupa a una veintena de profesores e investigadores de varias facultades de la Universidad de La Habana (UH) y de instituciones homólogas iberoamericanas, el debate integró miradas desde la economía, la comunicación, la educación y la psicología.
La doctora Ileana Díaz Fernández, del centro de Estudios de la Economía Cubana y coordinadora de esa iniciativa, expuso algunos de los retos de esta modalidad de trabajo hacia el futuro, a partir de que ya son alrededor de medio millón los trabajadores por cuenta propia en Cuba, de ellos alrededor una tercera parte jóvenes, y una cuarta parte mujeres.
Díaz Fernández resaltó que alrededor del 68% de las personas empleadas en el sector no estatal no tenían vínculo laboral anterior, y hallaron en esta vía un modo de satisfacer necesidades económicas para sí y para su familia, así como de realización personal e independencia.
Profundizó en lo heterogéneo de ese sector, que abarca desde personas que realizan actividades económicas de subsistencia hasta otros negocios que clasificarían como pequeñas y medianas empresas, con una experiencia mucho más exitosa.
La investigadora criticó la fragmentación aún existente en las regulaciones de esta actividad económica, las cuales tienen su expresión en múltiples trámites burocráticos y en facultades discrecionales para su aprobación que pueden generar corrupción.
Apuntó que la normativa existente estimula solo básicamente al micro-negocio, con un bajo perfil tecnológico y uso intensivo de la mano de obra, sin que haya suficiente avance todavía en el vínculo con las empresas estatales.
La evolución de la representación social que existe sobre este sector del trabajo privado es el propósito de otro estudio que desde 2011 realiza la Facultad de Psicología de la UH, a partir de más de mil 500 dibujos donde los trabajadores por cuenta propia describen sus características y roles.
La profesora Daybel Pañellas Álvarez mostró la evolución del prototipo de este emprendedor cubano hasta la actualidad a través de esos dibujos, donde sobresalen diferencias entre empleadores y empleados, con una clara diferenciación de jerarquías según sus ingresos, formas autocráticas de dirección que revelan relaciones de explotación entre trabajadores titulares y contratados, e índices de satisfacción materiales y espirituales también diferentes.
En cuanto al género, sobresale la preponderancia de un modelo de éxito representado por el hombre blanco, mientras que las mujeres y personas de piel negra o mestiza son mostradas en esos dibujos en una posición económica inferior.
A partir del 2016 comienzan a aparecer en esta dinámica subjetiva la figura del trabajador por cuenta propia de altos ingresos, que incluso se detalla en los dibujos con las marcas de la ropa y de otros objetos de consumo cotidiano.
“No se trata de estigmatizar a este sector, concluyó Pañellas Álvarez, la buena noticia es que este debate está hoy en la discusión pública de la sociedad cubana”.
Por otra parte, la doctora Mayra Mena Mugica, de la Facultad de Comunicación, mostró un análisis del sistema documental que deben emplear los arrendadores de viviendas y quienes prestan servicios gastronómicos.
La principal dificultad no radica tanto en la cantidad de información que deben completar —alrededor de 25 documentos y 38 datos—, sino en su reiteración de forma manual hacia siete organismos distintos de la administración central del Estado.
“Los trámites están enfocados en las funciones de las instituciones, no en el proceso del trabajo por cuenta propia”, enfatizó Mena Mugica, para quien ese sistema disperso y fragmentado de información produce una actitud de rechazo en los emprendedores, al aumentar sus gastos y no percibir que les aporta al éxito o seguridad jurídica de su actividad.
Las motivaciones y restricciones para el emprendimiento desde la visión de los expertos, fue el trabajo que presentó el doctor Héctor Pastori, de Uruguay, a partir de la colaboración con la UH en una encuesta a 55 economistas, profesores y estudiosos del tema.
Entre los factores que más lo obstaculizan, las personas consultadas señalaron la ausencia de un mercado mayorista, las regulaciones a la actividad y el poco apoyo y educación específicos para su impulso. También enumeraron como aspectos negativos el burocratismo, el escaso acceso a financiamiento y el sistema tributario, entre otros.
Como elementos que impulsan al emprendimiento en el país, los encuestados indicaron la necesidad económica, las políticas públicas y las condiciones del mercado que se abren con las transformaciones del modelo cubano, así como algunos aspectos financieros y culturales.
En este acercamiento todavía parcial, expresó Pastori, el sondeo entre los especialistas arrojó como opinión mayoritaria que todavía el ambiente es poco propicio y con limitantes al emprendimiento, con aspectos restrictivos que se resuelven mediante vías informales para la resolución de los problemas, como sucede con el financiamiento, donde todavía predomina como fuente las remesas y otras no provenientes del sistema crediticio.
