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Próxima a concluir, la exposición de fotografías titulada Hereros, pastores ancestrales de Angola, del artífice brasileño del lente Sérgio Guerra devino una de las más significativas eventualidades de las artes visuales durante este cálido verano habanero, la cual ocupó los espacios de la Fototeca de Cuba, en La Habana Vieja.
Según Nelson Ramírez, director de esa institución, en las palabras al suntuoso catálogo que acompañó a la muestra, se trata de “un interesante ejemplo de una mirada cercana hacia un grupo humano que, siendo nuestros contemporáneos, conservan la cultura y los hábitos de vida de cuando fueron por primera vez esquilmados por los conquistadores, convirtiéndose en las primeras víctimas del colonialismo europeo en el siglo XX en África.
Sin apenas huellas de transculturación, este noble pueblo continúa sus costumbres trashumantes a través del territorio actual de Angola, sin reconocer las fronteras geopolíticas que le son ajenas, solo en el pastoreo de su ganado que los lleva de un lugar a otro incesantemente”.
de la menstruación e iniciación sexual, que normalmente ocurre con uno de sus primos. Erora, Cunene.
El también especialista destaca asimismo el valor humanístico de esta propuesta creativa de quien no llegó “a esta comunidad en busca de exotismo, tal vez porque su cultura natal contiene muchos elementos venidos de África, se ha sentido identificado con los Hereros, por lo que ellos significan. Ha convivido con ellos, los ha hecho protagonistas de su obra, en hermosas imágenes en las que sus rostros y sus cuerpos conviven armónicamente en concordancia con los tonos ocres de sus pieles, la tierra en la que habitan y los abalorios con los que se adornan”. |
