La revolución  devolvió a la humanidad la raza negra

La revolución devolvió a la humanidad la raza negra

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Uno de los acontecimientos a los que está dedicada esta Feria del Libro es el aniversario de la abolición de la esclavitud en Cuba, que tuvo lugar en 1886, mediante la Real Orden que dio por suprimido el Patronato.

Este último había sido instituido por la Metrópoli en 1880 y pretendía la abolición gradual de la esclavitud, lo que lejos de mejorar la situación de los esclavos fue una manera de prolongar su condición para beneficio de los hacendados.

Pero ni esta engañosa “transición” ni el decreto de abolición fueron actos de generosidad  de la Corona española hacia los que en su colonia habían sufrido tan infame yugo.

El principal desencadenante de la desaparición del esclavismo fue la propia guerra librada por los cubanos contra el yugo colonial. Aunque la lid de los Diez Años no logró los resultados esperados, una de las cláusulas del Pacto el Zanjón que le puso fin, establecía que  los esclavos  y  los  chinos contratados  en condiciones de semiesclavitud que hubiesen combatido en las filas del Ejército Libertador, mantendrían en la paz su condición de hombres libres otorgada por la República en Armas.

Sin dudas esto envió un mensaje a aquellos que no habían peleado contra España: tomar las armas era una forma de conquistar su libertad, lo cual es muy probable que fuese la motivación que llevó a muchos negros a apoyar la Guerra Chiquita en 1879.

En este aniversario de la abolición de la esclavitud invitamos a la relectura de un texto de José Martí titulado  Un plato de lentejas, publicado en el periódico Patria en 1894, en el cual desenmascara la maniobra del Gobierno colonial español de querer reconocer  la igualdad de derechos entre negros y blancos 25 años después de que la revolución cubana había abolido la esclavitud y suprimido en su primera constitución y en la práctica de sus leyes toda distinción entre ellos.

“¿Quién abrió las puertas de la sociedad cubana, para que el gobierno español pudiese imitar tardíamente lo que la revolución hizo, con sublime espontaneidad y franqueza, hace veinticinco años? ”─se pregunta el Apóstol en este enjundioso artículo─“‘¿En qué condiciones se proclama el reconocimiento de estos derechos naturales del cubano negro?”

Al rememorar la inhumanidad del régimen esclavista  en esta tierra, insiste en  la verdadera  fuerza que había quebrado las cadenas de la humillación: “El látigo, lo mismo que el sol, se levantaba allí todos los días. Los hombres, como bestias, eran allí arreados, castigados, puestos a engendrar, despedazados por los perros en los caminos. El hombre negro vivía así en Cuba, antes de la revolución. Y se alzaron en guerra los cubanos, rompieron desde su primer día de libertad los grillos de sus siervos, convirtieron a costa de su vida la indignidad española en un pueblo de hombres libres. La revolución fue la que devolvió a la humanidad la raza negra, fue la que hizo desaparecer el hecho tremendo”, enfatiza.

Su denuncia saca a la luz las verdaderas intenciones de España  con la nueva maniobra, que no eran otras que atraerse las simpatías de los antiguos esclavos en un intento de apartarlos de la nueva batalla que se preparaba por libertad. Sobre ello, el Maestro señaló:

¿“Y cree el español astuto que por esta imitación tardía de la justicia de la revolución, por este plato de lentejas —de derechos que están hace veinticinco años por la revolución reconocidos— les ha comprado a los cubanos negros la primogenitura de su honor? Se engaña España. ¡El cubano negro no aspira a la libertad verdadera, a la felicidad y cultura de los hombres, al trabajo dichoso en  la justicia política, a la independencia del hombre en la independencia de la patria, al acrecentamiento de la libertad humana en la independencia, no aspira —decimos— a todo esto el cubano negro como negro, sino como cubano!”

Concluye el Apóstol su texto con una certeza que se convierte en un desafío: “¡Y cuando se levante en Cuba de nuevo la bandera de la revolución, el cubano negro estará abrazado a la bandera, como a una madre!”

Recuadro:

La Casa de las Américas acogerá desde el lunes 15 de febrero y hasta el miércoles 17 el Seminario Internacional 130 Aniversario de la abolición de la esclavitud en Cuba, que incluirá conferencias magistrales de importantes intelectuales del continente, presentaciones de libros y paneles de debate.

Acerca del autor

Graduada de Periodismo. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el …

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