Historias detrás de bebés y números

Historias detrás de bebés y números

1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (Sin valoración)
Cargando...
Mairelis Rabeiro Hernández agradece los cuidados recibidos por ella y su bebé en el hospital Abel Santamaría de la ciudad de Pinar del Río. Fotos: Eduardo González
Mairelis Rabeiro Hernández agradece los cuidados recibidos por ella y su bebé en el hospital Abel Santamaría de la ciudad de Pinar del Río. Fotos: Eduardo González

 

Con apenas 30 semanas de embarazo, Mairelis Rabeiro Hernández, de 27 años, enfrentó la posibilidad de perder su futuro bebé. La combinación de tres enfermedades maternas –asma bronquial, diabetes mellitus e hipertensión arterial– hicieron del útero un lugar inhóspito y peligroso.

“Le expliqué que su pequeño estaría mejor fuera que dentro. La hipertensión le hacía daño y corrían riesgo los dos. Ella fue muy valiente”, cuenta la doctora Noaris Martínez Díaz, jefa del servicio de obstetricia del hospital Abel Santamaría de Pinar del Río.

Mairelis estuvo durante varios meses bajo la supervisión del médico de la familia y los especialistas en su zona de residencia. Cumplir las indicaciones desde la captación le ayudó a sortear las complicaciones hasta ese momento en que la suerte de ambos dependía ya de los servicios de la atención secundaria.

La interrelación de los distintos eslabones del sistema de salud salva vidas en el territorio más occidental de Cuba. Miles de historias se entretejen detrás de los números que permitieron a Pinar obtener en 2015 la tasa de mortalidad más baja del país, con 3,4 fallecidos por cada mil nacidos vivos.

 

Maternidad infantil Pinar 03
La baja tasa de mortalidad infantil de la provincia se debe a los cuidados recibidos por las embarazadas en el sistema de atención primaria y en la atención secundaria.

 

Prevención para preservar vidas

Por tercera ocasión consecutiva, y cuarta en su historia, la provincia obtiene tasas de mortalidad por debajo de cuatro 4,0.

“En el 2015 la situación fue complicada, porque nos golpearon fenómenos como la prematuridad y el bajo peso, causas fundamentales de las defunciones sufridas en el menor de un año”, explicó María Teresa Machín Lopéz-Portilla, jefa de la sección provincial Materno Infantil de la Dirección de Salud en Vueltabajo.

Pinar tuvo 6698 nacimientos, 220 más que en 2014. Entre las acciones para promover el aumento de la natalidad se encuentran la promoción de estilos de vida sanos y la labor sostenida en el programa sobre la infertilidad, entre otros.

Se incitó el diálogo sobre aspectos como el incremento de la fecundidad adolescente, la planificación familiar y el uso de los anticonceptivos. Además, se trabajó sobre la cuestión del aborto, no para eliminarlo, sino para evitar los innecesarios.

Según Machín Lopéz-Portilla, los resultados se sustentan la colaboración multidisciplinaria desde la atención primaria. Prima la prevención para desarrollar el embarazo en las mejores condiciones posibles. Las consultas de riesgo preconcepcional, la de planificación familiar, así como las prenatales garantizan el éxito de estos procesos, hasta llegar a la atención secundaria.

La especialista destacó la labor de centros como el pediátrico Pepe Portilla y su unidad de cuidados intensivos, responsables de los pequeños desde los 30 días de nacidos. Allí precisa, se salvaron infantes con meningitis, neumonía y cardiopatías graves.

Otros de los pilares lo constituyó el bloque materno del hospital Abel Santamaría, con sus salas de obstetricia y otros servicios importantes como Neonatología. En este último destacó el equipo de vasta experiencia, capaz de salvar de forma increíble niños de hasta de 28 semanas con bajos pesos extremos.

En tal institución ocurrieron más de 6000 mil nacimientos en 2015, casi la totalidad del territorio.

“Se organizaron los servicios de obstetricia; se incrementó la conducción en todos los servicios con las guías y los manuales de procedimiento. Esto ha llevado a la perfección de los análisis y discusiones de cada caso, en función de la calidad de los servicios y la satisfacción del paciente. El sentido de pertenencia de las distintas especialidades sobre el programa aumenta cada día.

“Detrás de una tasa hay muchos responsables. Los resultados se alcanzan con sacrificio y abnegación. Debemos seguir trabajando en la retroalimentación con la atención primaria y sus especialistas”, afirmó Bárbara del Rosario Hernández Bravo, subdirectora del bloque materno infantil de la institución.

Educando en la base

Ada María Ramos Hernández lleva 9 años dedicados al programa materno Infantil. Ella es la asesora en el área de salud de Sumidero, atendida por el policlínico Ramón González Coro, una zona intrincada. En 2015 tuvieron 107 nacimientos y ninguna muerte, razón de orgullo para los trabajadores del centro.

Ella nunca ha calculado las decenas de kilómetros recorridos diariamente, por lugares intrincados con escaso transporte, para visitar a las gestantes. La premisa es promover estilos de salud adecuados y prevenir futuros problemas.

“Se realiza un amplia labor con el tema del bajo peso; charlas educativas sobre el valor de la lactancia materna, así como la paternidad y maternidad. Se sigue a la gestante a través del equipo básico, con el apoyo de especialistas”, comenta la enfermera.

Pruebas genéticas, ultrasonidos, análisis, son herramientas para conducir el embarazo correctamente. Mediante estos se controlan las condiciones de la madre y el futuro bebé.

Como Ada, muchos acompañan a las mujeres desde su captación hasta los hospitales. Es un recorrido que implica pruebas y mucha conversación, y que continúa, incluso con el regreso al hogar.

“El programa de medicina familiar se cumple en el equipo básico de salud, dígase policlínicos con y sin salas de hospitalización, los cuales engloban consultorios y hogares maternos. También en la atención secundaria en los hospitales, a lo cual se suman los servicios prestados por institutos en La Habana y la ayuda de organizaciones como la FMC, los CDR, otros organismos y el gobierno. La tasa mide el desarrollo social, así como la voluntad política hacia ese tema”, explica Roselia Sánchez Triana, obstetra del Programa Materno Infantil en la provincia.

El milagro de la medicina

Mairelis suma más de dos meses de estancia en el hospital.  Tuviera, por estos días, entre 38 y 39 semanas de gestación.

“El suyo fue un caso complejo, porque tenía las peores enfermedades crónicas para una embarazada. Lo que mejora a una descompensa la otra. Por ejemplo, los otras dos enfermedades se desequilibraban con los esteroides que obligatoriamente había que ponerle para su asma”, afirma Noaris Martínez Díaz.

“Ingresé por alto riesgo con 26 semanas. Tuve una crisis de asma y me pusieron esteroides. Después se complicó la diabetes. Ya con 29 empecé a perder líquido y la presión estaba descompensada. A las 30, por la presión muy alta, decidieron interrumpir la gestación para salvar a la una o la otra”, recuerda la joven.

La pequeña sufrió las complicaciones normales de su estado, pues vino al mundo 10 semanas antes de lo esperado. Los órganos no se encontraban maduros y debió ser internada en Neonatología.

“La niña estuvo ventilada pero ha mejorado. Gracias al señor salimos las dos a flote”, dice Mairelis, quien agradece las atenciones recibidas. Desde el nacimiento el 11 de noviembre, no han tenido mucho contacto, solo cuando va a alimentar a Marbelis Milagros, diminuta y frágil, quien espera por su leche. Pronto, cuando alcance el peso reglamentario, irán ambas a casa.

Compartir...

Escribir comentario

© 2018 Trabajadores. Órgano de la Central de Trabajadores de Cuba
Director: Alberto Núñez Betancourt
Subdirectores Editoriales: Alina Martínez Triay y Joel García León
Territorial y General Suárez. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. CP: 10698
Fax: 053 (7) 555927 E-mail: digital@trabajadores.cu