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El poemario titulado Trece cebras bajo la llovizna, del artista de la plástica y escritor Jesús Lara Sotelo (La Habana 1972), según ha dicho su autor, trata sobre “la historia del mundo contada a la sociedad contemporánea, con sus fobias, avideces, con sus delirios, etc. Es un libro de doble filo: por un lado no se resigna a ocultar la verdad y por el otro, sabe que decirla traerá consecuencias”.
En tal sentido, en el texto titulado Prólogo: Viaje con cebras bajo la llovizna, el destacado intelectual Alberto Marrero afirma que “la sinceridad y, sobre todo la eficacia poética, con que Lara penetra las zonas sensibles del panorama sociopolítico, lo salvan del panfleto que, como sabemos, dañó mucho a la poesía de los 60, cuando predominaba la ilusión de que esta podía cambiar el mundo.
“El compromiso con su realidad y su historia —agrega—, que al fin es la historia de todos, eleva la trascendencia del poemario….El sutil tránsito que experimenta el artista entre uno u otro poema, los cambios de registros que van desde lo pasional a los desgarrados espejismos o paradojas de la realidad, aseguran la intención de omnipresencia del sujeto lírico. La unidad del discurso poético radica en la voz de este sujeto que se mueve en un tiempo presente, con reiteradas incursiones al pasado, pero al final con los ojos puestos en las posibles catástrofes de un futuro no muy lejano. Por eso rompe de manera premeditada toda frontera espacial y temporal (para Octavio Paz “lo que pasa en un poema, sea la caída de Troya o el abrazo precario de los amantes, está pasando siempre”), recrea mitos, yuxtapone temas en apariencia distantes o contrapuestos.
En su extenso y crítico prólogo Marrero apunta que “en esta línea son abordadas por ejemplo, las cuestiones relacionadas con la infancia como influjo, apetencia o estado definitorio que estampó su sello de vida: ´(…) En el huerto de mi infancia nadie acechaba y mis amigos de entonces respetaban el alto al fuego´; o temas como Facebook, Google, la Playboy, la Penthouse, los Reality Show, los Bondage, etc”.
Por su parte, la colega Yanet González Portal, en su interesante artículo titulado Un hombre que provoca lluvias, sobre este poemario, afirma que “la poesía como los aforismos llegaron a Lara para originar, como él mismo diría: ´un arma de lucha que me permite comunicar mensajes e historias acerca de la vida del ser contemporáneo´. Pero sería en el posterior poemario Domos Magicvs de 2013, donde se funden ambas manifestaciones literarias, ya sea complementándose o una dentro de la otra. Esa fusión lo determina como un libro de ´transición´, en el que Lara consolida su manera de presentar ambas escrituras propiciando una doble estocada al lector: la del lirismo de la poesía y la sugestión aforística. Así sucede cuando nos dice: ´no quiero versos impresos en balas si no son para dispararlos´.
La periodista subraya que este poemario fue escrito en uno de los momentos de mayor productividad literaria del autor, y recuerda que en el prólogo de su obra precedente, Domos Magicvs, el destacado poeta Cesar López acentúa que Lara disfruta ´ser y estar en su sitio (…) otros poemas llegarán´. Es en esa continuidad de su literatura donde situamos al poemario Trece cebras bajo la llovizna.
La obra, concebida por el también pintor, escultor, ilustrador, fotógrafo, ceramista y escritor, en ocasión del aniversario 25 de vida artística y de su cumpleaños 43, es una compilación de poemas escritos dentro y fuera de Cuba en los años 2013 y 2015; a través de cuyas páginas, según Alberto Marrero, el lector arriba a la convicción de que “ya el artista no necesita legitimarse. Ha incursionado con éxito tanto en la literatura como en las artes plásticas, el audiovisual y el llamado performance”.
Asimismo el prologuista puntualiza que “esta nueva entrega posee un ritmo vertiginoso, ametrallador, que nos sitúa como usuarios consumistas de imágenes en internet. Los signos y fantasías visuales que emergen de una (re)lectura asentada y sostenida se apropian, sin duda, de la hibridación cultural de nuestros tiempos. De ahí la velocidad de los mensajes emitidos que, aparentemente, carecen de conexión. En realidad la imbricación dramática predomina sobre la lexical”.
Sobre la poesía de Lara, el reconocido poeta César López, Premio Nacional de Literatura, ha dicho que “Lara, al igual que en su obra plástica, muestra en la poesía los vaivenes y toques de diferentes estéticas y tonalidades”.
Jesús Lara tiene publicados los poemarios ¿Quién eres tú, God de Magod? (2009), Alicia y las Odas prusianas (2011) y Domos Magicvs (2013) y cuenta con el libro de aforismos Mitología del extremo (2009). Posee once textos inéditos entre los que se encuentran Paradoja capítulo al éxtasis (1994), Zen Sin Zade (1999), Llagas inéditas o enojo insomne (2003), Cuarto paso (2005), El ojo sencillo (2007), Veinte Críticas y Ensayos sobre la diversidad en el arte y la salud emocional (2014), Jardín del castigo (2013), Vellonegrodelkaos (2014), Grand Prix (2015), Piercing en la pupila (2015) y Luz de Loto (2015).
