Donde lo real se torna maravilloso

Donde lo real se torna maravilloso

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La familia. De pie, al centro, Héctor Correa junto a su nieta Dali. En el extremo inferior derecho Odalys. Foto: Jorge Rivas
La familia. De pie, al centro, Héctor Correa junto a su nieta Dali. En el extremo inferior derecho Odalys. Foto: Jorge Rivas

 

“Arte soy entre las artes, en los montes, monte soy…” José Martí, Versos sencillos I (1891) OR

Por la vieja y angosta Carretera Central, a unos siete  kilómetros de Coliseo, rumbo  a Jovellanos desde la ciudad  de Matanzas, se encuentra  la finca La Coincidencia, más conocida en el mundo artístico como finca de los Correa, concretamente ubicada en un área cuyos habitantes denominan Guasimal del Toro. Allí radica uno de los proyectos socioculturales más importantes del país, en el que han encontrado trabajo y estudio 12 familias, en su mayoría representadas por  sus jóvenes miembros.

Todo surgió en tiempos en que el actualmente ingeniero agrónomo Héctor Correa Almeida (Matanzas, 1955) era apenas un muchacho de nueve años. Guajiro amable y emprendedor que, según afirma, se crió  en el campo con sus abuelos españoles (isleños). “En la medida en que iba  creciendo me emocionaba más la idea  de desarrollar mi vida y tener mi familia en este lugar…”

Radicado en la ciudad, empezó a laborar en una cooperativa. Luego realizó investigaciones para la estación experimental de pastos y forrajes Indio Hatuey. Pasados 10 años, en  1989, tras cancelar su primer matrimonio y casarse con Odalys Marrero  Nodarse, licenciada en Historia del  Arte, logró el sueño de su vida: obtener la vieja casa de madera que existía  en aquellos relegados terrenos… Unos  meses después se desplomó el techo.

Pero su anhelo era más fuerte que cualquier adversidad y en su lugar construyó una sencilla vivienda en cuya arquitectura sobresale la mano hacendosa del maestro artesano. De inmediato comenzó a levantar alrededor de la morada todo un paraíso  terrenal, ampliado tras la concesión  de varios terrenos adyacentes  que  dedicó al cultivo de mangos. En poco  tiempo aquella posesión obtuvo la de nominación de finca diversificada de referencia, adjunta a la cooperativa de crédito y servicios Nicolás Nodarse. Simultáneamente, inició el desarrollo —junto a su esposa— de la cerámica artística, a la que también se  incorporaron, desde la infancia todos  sus hijos.

“Aquí he aprendido una técnica que me ha abierto muchos horizontes”, dijo Andrés García. Foto: Jorge Rivas
“Aquí he aprendido una técnica que me ha abierto muchos horizontes”, dijo Andrés García. Foto: Jorge Rivas

 

De tal forma, Héctor Luis Correa Acosta (hijo del primer matrimonio) y  Pedro Héctor y Héctor Manuel Correa Marrero (de la unión con Odalys), en tanto producen sus obras artísticas —la mayoría de ellas comercializadas a través del Fondo Cubano de Bienes Culturales—, disfrutan de aquel  idílico entorno  junto a otros trabajadores contratados para las labores  del modelado, decoración y horneado  de las piezas elaboradas con la fusión  del barro que traen desde Camagüey  y Pinar del Río. Otro grupo se dedica  a las tareas agrícolas, guiados por la  preparación científica del ingeniero  agrónomo.

Proyecto original

En total, en esta suerte de taller-escuela-galería-granja  agrícola  se  desempeñan 22 personas cuyo promedio  de edad es de 25 años. La Coincidencia es quizás el único proyecto de su  tipo existente en Cuba, donde bajo los cantos del sinzonte y del revoloteo del zunzún, el arte emana entre el alboroto de cientos de animales de corral,  en un ambiente de espectacular lirismo rural en el que crecen cientos de  árboles maderables y frutales y más  de 20 variedades de bambú. Entre las  producciones para la cooperativa, de  las nueve hectáreas con que cuenta la  finca, varias de ellas están destinadas  al cultivo de maíz, frijoles y plátanos,  amén del fuerte de su cultivo, que es  el mango.

Para el autoabastecimiento poseen plantas medicinales, café, quimbombó, habichuela, boniato, calabaza, yuca, malanga… “Este era un terreno improductivo. Ver la tierra inutilizada me causa dolor”, afirma Héctor Correa, quien asegura la calidad de sus cosechas mediante el uso de un añejo molino de  viento destinado a los regadíos y el  empleo de estiércol de ganado como  fuente de bioenergía.

Su predio, agroecológico y de producción sustentable, todos los meses  es visitado, a través de la agencia de  turismo cultural Paradiso, por cerca  de 300 turistas de diferentes países,  además de curiosos cubanos y extranjeros, quienes vienen a constatar  la grandiosidad de una obra surgida,  ante todo, por el amor a la tierra, devenida asimismo fuente de enriquecimiento espiritual para esa comunidad  de campesinos.

Entre los trabajadores incorporados a la creación artística labora Andrés García, dibujante y pintor graduado como instructor de arte (2006),  cuyas cerámicas esmaltadas son demandadas. “Aquí he aprendido una  técnica que me ha abierto muchos  horizontes”, dijo el joven de 27 años,  quien vive en Jovellanos.

Siempre sonriente, Over García Tanquero, de 27 años, ayudante de tornero y decorador, sueña con ser, además de ceramista, actor de cine y teatro. “Vine un día a ayudar a Elizardo, un amigo que trabaja aquí, y me quedé. Ya llevo siete meses y cada día aprendo algo nuevo”. Foto: Jorge Rivas
Siempre sonriente, Over García Tanquero, de 27 años, ayudante de tornero y decorador, sueña con ser, además de ceramista, actor de cine y teatro. “Vine un día a ayudar a Elizardo, un amigo que trabaja aquí, y me quedé. Ya llevo siete meses y cada día aprendo algo nuevo”. Foto: Jorge Rivas

 

Dalía Muñiz Talavera, licenciada en Economía Política, ahora experta escultora en barro, aseguró: “Desde que entré a este lugar, mi vida cambió totalmente. No estudié una carrera artística,  pero aquí he aprendido a amar el arte,  la pintura, la cerámica, la tierra”.

El nombre de La Coincidencia —según el ingeniero Correa— se debe a que este es un proyecto no pensado,  sino nacido de forma espontánea, es  decir,  surgió  por  la  coincidencia  de  diferentes personas con distintas aspiraciones para el arte y la agricultura.

Una de las áreas más acogedoras de este sitio es la pradera de las es culturas —feliz conjugación de arte y naturaleza—, en la que tanto los integrantes del taller de cerámica como los que lo han visitado —entre ellos grandes maestros de la plástica insular— han dejado su impronta  en piezas de mediano y grandes formatos en barro cocido. El conjunto  está próximo a un salón de conferencias al aire libre, bajo una profusa arboleda, construido  —butacas y mesas— con piedras extraídas  del lugar.

Impresionados por tan atinados vínculos entre el arte y el hábitat campestre,  en el año 2002  la ceramista estadounidense Catherine  Merrill y  su colega cubano Antonio Lewis concibieron en la finca de  los Correa —o La Coincidencia— la  realización del internacionalmente reconocido proyecto Arte del Fuego. Auspiciado por la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (Acaa)  en Matanzas, el encuentro alcanzó  notable prestigio por la calidad de  las piezas que se realizan durante  su desarrollo, además de la trascendencia de las conferencias, talleres,  exposiciones y otras iniciativas de  trabajo con la comunidad.

Con tal fin, los Correa y su equipo han creado condiciones de vida y  de trabajo para los visitantes, tales  como la construcción de un dormitorio para unas 50 personas, la ampliación de los comedores y las áreas de  creación artística con arcilla, donde se acometen obras con diferentes  técnicas como el raku y el quemado  primitivo en hueco.

La pradera de las esculturas: un hermoso sitio donde se conjugan arte y naturaleza. Foto: Jorge Rivas
La pradera de las esculturas: un hermoso sitio donde se conjugan arte y naturaleza. Foto: Jorge Rivas
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3 comentarios en Donde lo real se torna maravilloso

  1. si usted me pudiera ayudar con un medicamento que dice que en la finca coincidencia hay es un microorganimo o factor enzimatico que dice el especialista de caibarien que vio a mi hermana que en esa finca lo hay y que el compañero se llama hector correa almeida

  2. hola muy maravilloso todo necesito que conectarme con hector correa almeida para poder explicarle sobre un microrganismo o factor enzimatico que necesito para una hermana mia si el lo tiene ahi en su finca por favor escribame

  3. Conozco a Héctor siendo junto a otros jóvenes ,adolescentes que soñabamoss con nuestros futuros.Hector siempre fue buen trabajador y apasionado por la literatura y el campo,algunos lo llamaban bucólico desde siempre amante del campo y lo bello de la naturaleza
    Me siento feliz por todos sus éxitos pasados ,presentes y los que nos faltan por experimentar

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