Rompiendo el hielo

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Talleres de reparaciones de refrigeradores Haier de La Habana.Municipio Plaza de la Revolución. La Habana. Foto Eddy Martin Díaz.
Talleres de reparaciones de refrigeradores Haier de La Habana. Foto Eddy Martin

Por Gabino Manguela y Lourdes Mederos y Darcy Borrero, estudiantes de Periodismo

Ha transcurrido un decenio desde aquella tarde de julio del 2005. Entonces, Mercedes, residente del municipio capitalino de Plaza de la Revolución, cambió su General Electric de 50 años de duración por un Haier 250. Para los más de 2 millones 500 mil equipos los proveedores pronosticaron unos 10 años de vida útil.

Hoy Mercedes recuerda la fecha con agradecimiento, pues tuvo la oportunidad de acceder a un equipo totalmente nuevo; y también con insatisfacción, porque pesa sobre su ancianidad un mes sin el preciado electrodoméstico que, a la espera de una reposición del mueble, se cuenta entre los 24 almacenados en el taller municipal.

Y es de lamentar, porque ella desconocía que constituía un caso social y no informó a los directivos del taller su padecimiento de diabetes y el cáncer que sufre su esposo Elio. Por ello la falta de comunicación afectó la solución del problema.

Miguel Ángel Fernández, jefe de departamento en la unidad empresarial de base encargada de la refrigeración en La Habana, asegura que hay respuestas para situaciones como la de Mercedes. “En todos los talleres existe el fondo de giro, para un servicio provisional, en tanto el equipo del cliente se esté reparando”, dijo.

El programa está diseñado para la protección del cliente, y, como tal, comienza desde la transportación gratuita de los equipos hacia el taller. Son priorizadas personas con discapacidad severa, de la tercera edad con enfermedades crónicas o que conviven en absoluta soledad; y se ha exonerado del pago a algunos, con la anuencia del Ministerio de Comercio Interior, explicaron directivos.

Además, para evitar posibles ilegalidades o infracciones, está establecida una forma de pago indirecta; es decir, que el mecánico no cobra directamente al cliente, sino que este lo hace directamente en la recepción del taller.

La reparación depende de la importación

El ingeniero Enrique Domínguez Yero, administrador del centro de reparaciones de Plaza, sabe que su actividad responde a una prioridad, de ahí el presupuesto asignado, pero asegura que la mayor parte de las piezas necesarias —exceptuando las juntas— son de importación, en este caso de China. “Por eso no siempre existe la solución inmediata”, precisa.

A diferencia del ciclo de visita —explicó— el de reparación no se puede establecer, pues depende de la complejidad de la rotura, disponibilidad del transporte, medios técnicos y piezas de repuesto. Un recorrido por el propio taller de Plaza, evidencia que a 10 años de distribuidos los equipos, la profundidad de los desperfectos técnicos y, en consecuencia, las estrategias para resarcirlos, tienden a incrementarse. “Diariamente emitimos a la dirección de la unidad empresarial de base (UEB) un parte que incluye los casos pendientes, así como si carecemos de gas refrigerante u otros insumos. A pesar de eso, en ocasiones el tiempo de reparación se extiende, y aunque en estos momentos está normalizada la situación con los motocompresores, no ocurre igual con los muebles de Haier 250, hoy en falta”. En general, solo sumamos 40 equipos en espera de reparación, y de ellos, 24 aguardan por el mueble, agregó.

En tal sentido, en los talleres se lleva a cabo la recuperación del mueble dañado cuando la causa es solo obstrucción en el evaporador. Si se tratara de la segunda causa posible (salidero interior) entonces hay que poner uno nuevo. No obstante, algunos lugares han aplicado importantes ideas innovadoras, alejadas de los remiendos de mecánicos callejeros.

¿La lista juega con el billete?

 En La Habana fueron entregados a partir del año 2005 más de 670 mil refrigeradores, cifra que pudiera contrastar con la pequeña cifra de 17 talleres de la ciudad y el promedio anual de reparaciones en el territorio que alcanza las 14 mil. Unos 9 mil 500 aparatos ingresan para su arreglo a los talleres, según estadísticas del 2013 y 2014.

“Partiendo de que prestamos un servicio indispensable al pueblo, sin ánimo lucrativo —responde el director del Programa de Ahorro Energético (Pae) en La Habana, Francisco Serrano Díaz— tenemos una situación bastante homogénea a nivel provincial.

“Las prioridades que puedan apreciarse entre municipios responden al impacto de la Revolución Energética en cada caso. Arroyo Naranjo, por ejemplo, está jerarquizado, debido al llamado pacto social establecido con su población”, apunta. “En condiciones ideales —puntualiza— si está la pieza, en menos de una semana podemos solucionar la rotura. Pero cuando carecemos de esta (mueble la mayoría de las veces), el equipo no se almacena y se devuelve al hogar, pues no tenemos suficiente capacidad. Hay que tener en cuenta también que a veces el diagnóstico preliminar en el hogar difiere del definitivo, que se hace en el taller”, concluyó.

¿Por dónde le entra el agua al coco?

“El país cuenta cada año con un presupuesto para piezas y demás repuestos, luego, a través de la importación y la producción nacional, se asegura la distribución en cada provincia. En general los mayores problemas han sido los relacionados con el Haier 250 —uno de los cinco modelos distribuidos—”, explica Marlenis Toyo, directora de la Comercializadora de Equipos, Piezas y Accesorios Electrodomésticos (Ecepae).

El programa hoy trabaja con 117 surtidos en la refrigeración. De ellos, la industria nacional solo garantiza uno, que es la junta —tanto de conservación como de congelación— de todos los modelos, fabricados por la Industria Nacional Productora de Utensilios Domésticos (Inpud) de Villa Clara.

“La Ecepae lleva las piezas hasta los almacenes provinciales, según el pedido, el plan y el contrato establecidos; luego se distribuyen por medio de las UEB locales”, agrega.

Para este año el financiamiento para partes y piezas del Pae es de 5,3 millones de pesos, que deben garantizar la demanda. Sin embargo, esto no significa puntualmente alguna escasez, como el mueble de refrigeración del Haier 250, el de mayor índice de rotura y, a la vez, con gran dificultad en la importación.

Además, podrían faltar surtidos con baja cobertura, entre estos los condensadores, varillas y fundente de aluminio, este último ya pedido y con fecha de arribo este semestre.

Aunque el engranaje no es perfecto y puede haber problemas subjetivos, el sistema responde nacionalmente a todo lo que va al taller. Incluso si es una pieza que es deficitaria, se busca en otros lugares y se envía a donde fue solicitada.

¿El Haier al ciento por ciento?

Sin embargo, Rosa Nieves, vecina del municipio Plaza, llevó cinco meses aguardando un motor, una realidad similar para otros cubanos que se ven obligados a la espera.

“Han transcurrido cinco meses desde que lo reporté y no tengo quejas del trato recibido en el taller, pero hace apenas una semana que se llevaron el frío para arreglarlo”, refirió, con la ilusión de que ahora sí podrá resolver su difícil situación. María Caridad Cabrera Cordero, del Secretariado del Sindicato Nacional del Comercio, la Gastronomía y los Servicios (SNTCGS), enfatiza que no debe suceder que la pieza que necesite Rosa Nieves exista en algún almacén, aunque sea en Maisí y su equipo permanezca roto. “Si esto ocurriera, entonces eso es mal trabajo de alguien y reconocemos que en ocasiones lo hay; allí es donde el papel de los jefes es fundamental”, agregó.

Sin duda, la alta demanda de partes y piezas aumenta ante casos no previstos. Sobre ello la directora de la Ecepae manifestó que la dificultad con el aseguramiento no está dada por mala planificación, sino que a veces el presupuesto no es suficiente y exige cada año un incremento.

“Me refiero a eventos climatológicos como ciclones, que requieren respuesta urgente. Así ocurrió con Sandy en el oriente. Mire, este programa de ahorro energético es atendido por la máxima dirección del país, y cuando ocurre un fenómeno que influye en las piezas, alertamos de qué hace falta para solucionar el problema y siempre estas demandas son atendidas”, subrayó finalmente.

Los trabajadores de la refrigeración se han ido preparando con un sistema de capacitación iniciado con técnicos chinos y que ha demostrado que todos los operarios están aptos para la sustitución de partes y piezas.

Al valorar la acción sindical, la miembro del Secretariado del SNTCGS explicó que “es muy destacable la labor innovadora de esos trabajadores, quienes han dado solución a muchos problemas, con creaciones conciliadas con la parte china, y con muy buenos resultados, por ejemplo en Pinar del Río y Villa Clara”, dijo.

“Por eso el colectivo obrero necesita preparación, estar actualizado, saber la importancia de su trabajo para la población, el país y la economía nuestra. Se trata de un programa muy unido al desarrollo, centrado en el ahorro y racionalidad”, puntualizó.

Los técnicos insisten en que aunque el tiempo de explotación crece, ello no solo significa que se rompan más refrigeradores, como pudiera creerse; “es la intensidad o magnitud de la rotura y su posterior reparación lo que tiende a aumentar”, aseveran.

Hoy constituye una realidad que los Haier llegan a su límite de vida ideal, y que no siempre todos los usuarios encuentran respuestas inmediatas. Luego de conversar con directivos y trabajadores de reparación, y sin el deseo de silenciar la voz de quienes esperan por el mueble o el motocompresor de su Haier, creemos que las condiciones están creadas para prolongar al máximo posible la vida útil de estos equipos.

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2 comentarios en Rompiendo el hielo

  1. MI CASO ES DIFERENTE, PERO LO DEBO PLANTEAR PARA VER SI ALGUIEN ME HACE CASO. RESULTA QUE EN FEBRERO DEL 2015 POR DEFECTOS EN UN CABLE DEL POSTE DE LUZ HACIA LA CASA, ME ENTRO UN VOLTAGE DE 220 V HACIA ADENTRO Y ME AFECTÓ DOS TELEVISORES (UNO A COLOR ATEC Y OTRO BLANCO Y NEGRO PEQUEÑO, ADEMAS EL REFRIGERADOR Y UNA LAMPARA FLUORESCENTE, REALICE LA DEMANDA ESTIPULADA CON LA COMPAÑIA ELECTRICA , ME VISITARON Y ME DEJARON LA DOCUMENTACION. HASTA EL DIA DE HOY SOLO ME HAN CAMBIADO LA LAMPARA Y LLAMO A LAS OFICINA UNA VEZ CADA SEMANA Y MI PROBLEMA NO SE HA RESUELTO. SI IMAGINARSE DOS DIAS SIN REFRIGERADOR NI TELEVISO, QUE DIRIAMOS YA MAS DE 6 MESES. VIVO SOLO Y ESPERO QUE ALGUIEN SE DE CUENTA QUE MI SITUACION ES INSUFRIBLE Y ME PUEDA AYUDAR.

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