Arte en La Rampa: Repensar el espacio

Arte en La Rampa: Repensar el espacio

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Foto: Jorge Rivas
Foto: Jorge Rivas

 

Arte en La Rampa, que tradicionalmente ha ocupado el  céntrico Pabellón Cuba (23 y  N, Vedado), se ha convertido,  junto a Arte para Mamá y la  Feria Internacional de Artesanía (Fiart)  —estas dos últimas con sede en el recinto  ferial de Pabexpo, en Playa—,  en esperado encuentro  del público capitalino con la obra de  buena parte de los artesanos  artistas más reconocidos de  todo el país, quienes exhiben  y comercializan sus trabajos  a precios que oscilan desde la  asequibilidad general hasta  cifras elevadas, pensadas solo  para determinados y pudientes públicos.

Estas festividades organizadas por el Fondo Cubano de  Bienes Culturales (FCBC) en fechas coincidentes con importantes efemérides nacionales, como el Día de las Madres,  fin de año y los días del Médico y del Maestro, además de  las vacaciones de verano, más  que plazas habilitadas para  la venta de buenos, regulares  y a veces cuestionables productos artísticos, constituyen  galerías en las que cada día  se aglomeran miles de personas, la generalidad de ellas  curiosos que solo optan por  recorrer el recinto o adquirir  alguna bisutería o adorno baratos.

Aunque el número de stands habilitados en el Pabellón Cuba es lógicamente inferior a los que se instalan en,  Pabexpo el grado de hacinamiento existente es prácticamente irresistible. Estrechos  callejones con alrededor de  100 pequeñas tiendas hacen  de ese lugar, durante estos calurosos días, un insoportable  hervidero expositivo en el que  no hay balance en las ofertas  para ambos géneros, pues los  productos concebidos para las féminas, tales como los zapatos y las bisuterías —con diseños repetitivos en casi todas las mesas y vitrinas—, ocupan  la mayoría de los espacios,  mientras que los artículos  para hombres —sobre todo en calzados— son escasos y a veces de mal gusto.

La Feria de la Cultura Cubana, como también se le llama a este bien promocionado  encuentro coauspiciado por  la Asociación Hermanos Saíz,   reúne esta vez a 90 artesanos,  11 entidades estatales y dos instituciones del FCBC, conjunto  entre el que se destaca Artex  —con ocho tiendas en los mejores y más amplios lugares—,  para ofrecer, en detrimento del  área que pudieran ocupar los  artesanos artistas, productos  que generalmente comercializa durante todo el año a través  de su amplia red de establecimientos.

Arte en La Rampa, a diferencia de los demás eventos de  este tipo ya mencionados, tiene  un horario especial, de lunes  a viernes entre las 2:00 p.m. y  las 8:00 p.m, para desperdiciar  la parte más activa del día: la  mañana y el mediodía, período  en el que los movimientos del  público son más activos. Hay  que tener en cuenta que al ofrecer un rango mayor en el tiempo de apertura, las personas  —muchas de ellas provenientes  de otras provincias— pueden  diseñar mejor sus recorridos  vacacionales. Solo los sábados  y los domingos la feria abre a  partir de las 10.00 a.m.

Con el noble y loable afán de ofrecer una variada programación que se corresponda con  el lema de la Feria de la Cultura Cubana, el FCBC —cuya esmerada y tradicional atención  a la prensa vale reconocer—  cada vez redirecciona mejor  su diseño hacia la inclusión de  mayores escenarios dedicados  al arte y la cultura, como los  encuentros con la danza (los  jueves), las  sesiones sobre cine  (los martes) y los conversatorios con prestigiosas figuras  del séptimo arte, la televisión y  el teatro (los miércoles). A ello  se suman los espectáculos musicales con reconocidos solistas  y agrupaciones que se producen  casi todos los días, además de  las funciones de fin de semana  consagradas a los niños.

Especialmente dedicada al Premio Nacional de Cine 2008 y maestro de la animación cinematográfica, Juan Padrón —de quien el próximo 13 de agosto se estrenará el largometraje titulado Elpidio Valdés ordena Misión Especial—,  esta edición de la feria, a pesar  de las contrariedades, constituye un enjundioso proyecto  que, visto en toda su magnitud artística, viene cada verano para dar vida a un espacio  —buena parte del año subutilizado— ubicado en una de  las zonas más céntricas de la  capital.

 

Foto: Jorge Rivas
Foto: Jorge Rivas

 

Por su extraordinaria aceptación popular, valdría la pena que el FCBC estudiara la posibilidad de, en futuras ediciones, repensar —manteniéndose en el centro de la  capital— el diseño general de  Arte en la Rampa. Tal vez sería bueno mover esta importante expoventa de artesanías  artísticas hacia un sitio más  amplio, de mayor ventilación,  algo así —por ejemplo— como  la explanada de unos 100 metros cuadrados (una manzana)  que ha quedado tras la demolición del antiguo hospital infantil Pedro Borrás, en la calle  G, entre 27 y 29, Vedado, o en  algunas de las áreas aledañas  al amplio y aireado malecón  habanero. Otra opción —la menos saludable— sería reducir  el número de artesanos artistas seleccionados o disminuir  los espacios destinados a otras  instituciones, para ganancia  de aquellos que debieran ser   los grandes protagonistas de  este evento.

Entretanto, disfrutemos de las calurosas jornadas de Arte en la Rampa, un encuentro que en el venidero mes de septiembre se unirá a Habanarte, el esperado megaproyecto  que concentrará en la capital  a reconocidos exponentes del  teatro, la música, la plástica, la  danza, el cine y la literatura.

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Un comentario en Arte en La Rampa: Repensar el espacio

  1. Jorge Rivas, totalmente de acuerdo con su artículo. Ayer fui a la Feria y lo que sentí fueron deseos de salir corrieno corriendo y fue lo que hice. El molote de personas, el calor, los estrechos pasillos, el intenso ruido de la música, en fin que «Arte en la Rampa» para mi se convirtió en «Desastre en la Rampa».

    Buena idea de poder aconcidionar el lugar que ocupaba el Hospital Borrás para esta y otras Ferias, claro, con las condiciones de climatización que ameritan los cubanos y que exige nuestro clima. Con la esperanza de que ese sitio (el del ex-Borrás) no sea convertido en un parque de mal gusto o un estacionamiento (mal construcciones facilistas), le saludo.

    Gracias por publicar

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