Apostarlo todo por las cooperativas

Apostarlo todo por las cooperativas

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Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la Agricultura.
Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la Agricultura.

 

“Una de las tareas más importantes que hemos diseñado en el proceso de perfeccionar la agricultura es el fortalecimiento de las cooperativas. Hemos llegado a la conclusión de que cuando una cooperativa funciona bien, lo hace la junta directiva y la asamblea, se cumplen todas las funciones que tienen asignadas: desde la tramitación del contrato, de los créditos, la búsqueda de los insumos hasta la comercialización. Y no hay desvíos de la producción”.

Así lo afirmó a Trabajadores, Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la Agricultura, al intervenir en los debates de la comisión número 1, del XI Congreso de la ANAP; que sesiona en el Palacio de las Convenciones con la asistencia de cerca de 700 delegados y 150 invitados.

“Apostarlo todo por la cooperativa quiere decir que, aunque tu decidas las prioridades, para lograr el salto productivo y el mejoramiento de la eficiencia, hay que andar con una cooperativa donde todo funcione bien”, y recordó que la política del Partido definió hace mucho tiempo  la entrega de recursos a quienes mejor provecho saquen de ellos.

“Si por ejemplo llegan 100 tractores y se los das a una cooperativa que funcione mal lo que estás en botando los recursos”, afirmó el titular de la Agricultura. Su intervención responde a varias intervenciones de los delegados, y aclaró que para lograr cooperativas donde todo funcione bien, el Estado tiene la responsabilidad de crear cuadros, capacitar a las personas, darle las herramientas de trabajo.

“Luego se corresponde con que los presidentes sean verdaderos líderes, se pongan al frente de cada tarea, sean buenos productores y den el ejemplo no solo por su autoridad sino por sus valores y sus resultados.

“Las soluciones a las 22 problemáticas informadas ayer son la expresión del respecto del Gobierno por los planteamientos que hicieron los campesinos y cooperativistas en el proceso de base desde la cooperativa; nos indicaron llegar al congreso al menos con las respuestas o las soluciones encaminadas”.

En el intercambio con los delegados al Congreso, Gustavo Rodríguez informó que el perfeccionamiento del sector tiene varios propósitos que van desde la base productiva y al ministerio. Todo lo que estamos organizando está apostando por el papel y el fortalecimiento de la cooperativa como el alma de la agricultura.

Comisiones de trabajo en el XI Congreso de la Anap.
Comisiones de trabajo en el XI Congreso de la Anap.

No es posible avanzar sin que el perfeccionamiento en nuestro ministerio contemple todo el sistema, especialmente donde se producen los bienes y servicios del sector, agregó.

Precisó que las cooperativas deben cumplir con el encargo estatal inicialmente y luego participar libremente en el mercado. Nuestras empresas agropecuarias no pueden tener las plantillas infladas con trabajadores indirectos, se precisan personas capaces para que jueguen el verdadero papel que les corresponde en estas transformaciones, que son la prestación de servicios y la capacitación de los trabajadores.

En otra intervención medular, Santiago Pérez Castellanos, jefe del Departamento Agroalimentario del Comité Central del Partido, reafirmó la necesidad de la capacitación a los usufructuarios que en número de más de 180 mil se han incorporado al trabajo del campo.

Recomendó brindar importancia a la confección del expediente de cada uno de estas personas para que se convierta en una traza que recoja la conducta de ese miembro de una organización política como la Anap. “Eso demanda un trabajo político-ideológico para lograr que estén en igualdad de condiciones las cuatro formas productivas que hoy coexisten en la agricultura.

Yusleidys Menéndez Seijo, presidenta de la CCS Francisco Pérez Germán, de Minas de Matahambre, en Pinar del Río, consideró que se debe llegar al campesino no solo para chequear  sus deberes, sino para saber sobre sus asuntos personales y asesorarlos técnicamente.

La incorporación de mujeres y jóvenes a las cooperativas no requiere de recursos, tiene sus fundamentos en la labor política- ideológica y la formación vocacional desde que esos jóvenes eran niños. El trabajo desarrollado en su cooperativa permitió contrarrestar hasta los efectos de la intensa sequía, pues entre todos limpiamos el río y pudimos regar el tabaco, lo que nos permitió alcanzar mayores rendimientos.

Israel Martín Montero, presidente de la CCS Flores Betancourt, de Artemisa, precisó que el expediente es como una herramienta para trabajar organizadamente; en él se deja constancia de cuanto gana un hombre, de cuanto aporta.

Marquiel López, de la CCS Noelio Capote, de Jaruco, informó que antes no llegaban a los 4 mil litros de leche al mes y ahora lo triplican con los mismos hombres, animales y áreas, gracias a la atención a los cooperativistas, a la labor político-ideológica,  a la labor de control y fiscalización y al uso de los métodos agroecológicos. “La colectivización de los medios de producción ha paliado muchas de las dificultades que frenan el desarrollo en otras bases productivas.

Ramón Aguiar, vicepresidente de la Anap, alertó que a veces se piensa mucho en la vaca y no en los hombres que trabajan el campo, y no se pueden descuidar los valores. Queda mucho por hacer para lograr que quienes se incorporen a las cooperativas no piensen como obreros, sino como dueños.

DeYateras, intervino Elvis Salazar: “Yo vengo del Alto de Palmarito, un sitio de heroicidad”, admitió y agradeció por el reordenamiento que se le ha dado al transporte, con lo cual ahora pueden acopiar el café. Argumentó que ya promedian 80 quintales por caballería y que aspiraran llegar a 100 quintales en el 2020.

“Todavía las juntas directivas no están haciendo todo lo necesario para que los rendimientos aumenten. Yo no puedo pensar que lo que se haga en mi cooperativa trascienda en la cabecera provincial sin que antes beneficie a la comunidad donde estamos enclavados”.

Yoel  Beruvides, presidente de la CPA Alexander Stamboliski, de Calimete, manifestó que cerraron con más de 89 toneladas de caña por hectárea, la mayoría cultivada en secano, y aunque eso marcha bien, precisó la necesidad de diversificar las bases productivas para ser eficientes. Ellos tienen ahora 62 toros en la ceba y por hacer atractiva la entidad han logrado atraer a su seno a más mujeres y jóvenes.

 

 

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