Mariana Grajales: una vida más allá de la muerte

Mariana Grajales: una vida más allá de la muerte

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En torno a la vida de Mariana aún queda mucho por investigar, asegura el periodista e historiador Joel Mourlot Mercaderes. Foto Betty Beatón Ruiz
En torno a la vida de Mariana aún queda mucho por investigar, asegura el periodista e historiador Joel Mourlot Mercaderes. Foto Betty Beatón Ruiz

Las conmemoraciones siempre avivan las remembranzas. Eso pasa por estos días, cercanos al bicentenario del natalicio de Mariana Grajales Coello, en los que una y otra vez se retoma su figura para justipreciarla a la altura de su gloria de mujer.

Durante largos años, muchos autores, algunos muy allegados a la familia Maceo-Grajales, le atribuyeron una naturaleza dominicana, otros aseguraban ser santiaguera, porque su madre había llegado a la indómita tierra en estado de gestación. ¿Cuándo y dónde nació?

Allá,  por la segunda mitad de la década de 1990, fue esa duda lo que colocó al periodista e historiador Joel Mourlot Mercaderes en el registro de bautismo de pardos y morenos de la iglesia de Santo Tomás, en la ciudad de Santiago de Cuba.

Este vehemente investigador de las guerras de independencia de Cuba,  y en especial de la familia Maceo-Grajales, emprendió una búsqueda minuciosa. Hojeando página por página, descubrió lo que buscaba: la partida de bautizo,  en la que se consigna la verdadera fecha de nacimiento de Mariana —12 de julio de 1815, y no como se creía hasta entonces, 26 de junio de 1808—.

De conjunto con el hallazgo apareció otra revelación: “Las partidas de matrimonio de José Grajales Matos y Teresa Coello Zayas, y las de nacimientos de otros hijos de esta unión, además de cuestiones paralelas como por ejemplo, que aquello que se decía de que Marcos y Mariana leían a los hijos cuentos y pasajes de la guerra,  no era cierto, pues en documentos notariales encontrados se certificaba que ninguno de los dos sabía leer y escribir”.

P: A partir de entonces cambió la conmemoración del natalicio de Mariana.

“Sí, poco a poco, primero aconteció la publicación de  dos artículos: Verdades sobre la familia Maceo Grajales, y Otras verdades sobre la familia Maceo Grajales, ambos en el suplemento El cubano libre del periódico provincial Sierra Maestra; luego, la Federación de Mujeres Cubanas lo tomó con mucho entusiasmo, y con esa disposición cotidiana que caracteriza a la organización,  acogió la nueva fecha de natalicio como la oficial, al igual que otras instituciones,  hasta que de manera definitiva se asume a ámbito de país”.

P: Momento para honrarla al estilo martiano.

“Sí, es la ocasión para el reconocimiento a una matrona que supo forjar una pléyade de hijos en medio de las condiciones más difíciles, más adversas y hostiles que pudo haber criado madre alguna, mucho más una que era negra, humilde y analfabeta.

“¿Cómo lo hizo?, bueno, a eso yo le llamo una pedagogía infusa, lo infuso se aplica a lo que se posee de manera natural, y eso le vino dado para con sus 14 hijos, los de su primer matrimonio con Fructuoso de los Santos Regüeiferos,  del cual nacieron Felipe, en 1832; Manuel,  1836 y Fermín, 1838; luego con Justo Germán, que vino al mundo en 1943, inscripto como hijo natural, y los que más tarde procreó con Marcos Maceo: Antonio, 1845; María Baldomera, 1847; José Marcelino, 1849; Rafael, 1850; Miguel, 1852; Julio 1854; Dominga, 1857; José Tomás, 1857, Marcos, 1860; y María Dolores, 1861.

“Todos enseñaron virtudes como la laboriosidad, la honradez, la sinceridad, la perseverancia y en especial el valor, cuestiones que pusieron por delante cuando fueron preteridos por su color, y gracias a esas enseñanzas familiares lograron imponerse a su medio, alcanzar una dimensión social y ser,  como diría Martí, “más grande que aquellos vanos encopetados que nacieron en cuna de oro”.

P: Pero Mariana brilló con la luz de sus hijos y con luz propia.

“Su dimensión sobrepasa a sus descendientes, que ya de por sí la encumbra en lo más alto de la historia patria, porque no solo forjó héroes, forjó ciudadanos ejemplares, algo muy importante, porque un país no vive solo de héroes sino, en lo fundamental, de ciudadanos ejemplares, que sepan cumplir la ley, promover el desarrollo, el progreso y la tolerancia, cuestiones que también caracterizaron a los Maceo-Grajales.

“Mariana, además, trasciende por ella misma, cumple el mandato de la patria, teje su propia historia en la guerra, como abastecedora de alimentos, asistiendo a los heridos y forjando un ideal de patriotismo. Recordemos que cuando los suyos salieron rumbo a la manigua, ella los detuvo y los conminó a hincarse de rodillas frente al Cristo crucificado y les hizo jurar liberar a Cuba o morir en el empeño.

“Si se quiere,  pudiera compararse con las madres espartanas, que despedían a los hijos diciéndoles: ‛con el escudo, o sobre el escudo ’.

Son méritos propios que se unen a la gloria de haber procreado muchachos excelentes, no en vano Martí, en dos ocasiones en el periódico Patria, le dedicó a Mariana de las más sentidas líneas que se escribieran sobre ella, definiéndola de manera sentenciosa cuando la llamó: Madre”.

P: Madre patria pudiéramos decir, aunque no todos asumen el calificativo en sí.

“En realidad significa mucho,  pues es una manera de reconocer, no la superioridad sobre otras mujeres, sino aquello que una nación podría considerar como ideal, como patrón para la formación de las nuevas generaciones.

“Esa es la connotación del reconocimiento social que debe dársele y que no siempre ha tenido Mariana. Por eso ha de estudiarse más, e imitarse más en las familias, porque si bien ya no hay que ir a la manigua a tirar tiros,  Cuba sí necesita de ciudadanos como los Maceo-Grajales, que tengan valor, honestidad, que digan lo que piensan y sienten, que se apaguen a la ley, enemigos de las revueltas sin sentido y el desorden, ese que lleva a la destrucción total.

“Ahora aprecio que se está haciendo un esfuerzo oficial en el contexto del bicentenario de su natalicio, y eso hay que saludarlo, existe un programa que sin dudas va a coadyuvar a ponderarla en la dimensión que tiene como una de las figuras más extraordinarias que ha dado la patria”.

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