El taichí nos está enamorando

Movimientos lentos, suaves, sinuosos como si de un gato se tratase. Silencio y expresión de profunda concentración. Una atmósfera que por su quietud llega a magnetizar al observador.

Estas son algunas de las impresiones que causa a los espectadores el taichí chuan, un arte marcial que surgió en China y que actualmente practican millones de personas en el mundo.

Siguiendo estas motivaciones se creó hace cuatro años el proyecto comunitario Lindo amanecer, con personas de diferentes edades que por una u otra causa sienten la necesidad de liberar la mente y buscar la paz interior. Esa es la esencia también de todos los grupos que se han formado en Cuba para practicarlo.

A Caridad Jas, de 51 años, ama de casa y luchadora contra el cáncer, estos ejercicios no le han curado su enfermedad, pero ella afirma que “más que nada, le quitan la tensión y la liberan”.

Equilibrar la energía

La mitología china cuenta que esta práctica surgió inspirada en la lucha entre una grulla y una serpiente, la cual fue ganada por la segunda, por sus movimientos veloces y relajados.

El taichí, como se le conoce popularmente, tiene la peculiaridad de combinar la mente, la respiración y el cuerpo en una perfecta armonía que equilibra la energía y otorga un estado de salud mental favorable.

Ramón Blanco Ibáñez, profesor del proyecto Lindo amanecer, quien estudió en la escuela creada por el maestro Roberto Vargas Lee, en 1995, comentó que se pueden obtener enormes beneficios de su práctica, ya que resulta eficaz como gimnasia suave que asume movimientos relajados, y por su forma de ejecutarlos.

“Con esta técnica se puede lograr el restablecimiento de la salud en pacientes con determinadas patologías, como los problemas circulatorios, cardiovasculares, óseos, musculares y de las articulaciones; además de contribuir a la salud mental, la flexibilidad, la socialización, y el aumento de la calidad de vida en los adultos mayores. Libera la mente del estrés, que para mí es lo más importante”, afirmó el profesor.

En los primeros niveles de los ejercicios, la persona debe adquirir plena conciencia de la correcta colocación de su cuerpo, de los cambios que se produzcan en él, e ir interrelacionando de esta manera cuerpo y mente.

“Es increíble cómo las personas de la tercera edad resultan ser los mejores en esta actividad; ellos se inhiben de cualquier distracción que disperse su mente”, destacó Blanco Ibáñez.

Llegar a la vejez con mejor calidad de vida

Silvia Reyes Tabío, creadora de Lindo amanecer, explicó que el taichí está enamorando a los cubanos. “Casi todos los municipios del país tienen un grupo practicante de este ejercicio; de hecho, en ocasiones hasta realizamos intercambios culturales con delegaciones de otros países”.

Practicantes de Venezuela y Estados Unidos han visitado este proyecto comunitario. Silvia comentó que quedaron muy entusiasmados por el número de integrantes, que ya suman 216, y por el interés de los cubanos en la medicina tradicional china.

Rafael Araujo González, especialista del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, precisó que Cuba muestra indicadores de países desarrollados referidos a la calidad de vida de las personas que ya superan los 70 años.

El también coordinador del proyecto Dinámica poblacional y sus interrelaciones, comentó además que la reducción de enfermedades en los longevos ha sido influenciada por las actividades que realizan en los grupos de taichí y yoga que existen en el país.

Con movimientos que semejan a los del bambú, cerca de 10 mil cubanos registrados en escuelas especializadas en este arte marcial, tratan de frenar el estrés, calmar la ansiedad y hasta paliar los efectos de enfermedades como el cáncer, ejercitando cuerpo y mente en sets montados bajo la sombra de los árboles en las plazas públicas.

Diferencias clave entre yoga y taichí

• El yoga es originario de la India; el taichí, de China.
• En el taichí se usan las piernas para soportar el peso del cuerpo, mientras que en el yoga, el peso del organismo a veces recae en los brazos.
• El yoga es un ejercicio de cuerpo y mente; el taichí es más espiritual.
• Las posturas del taichí pueden ser practicadas por personas de cualquier edad, mientras que en el yoga pueden resultar bastante complicadas para personas de edad avanzada.

Acerca del autor

Raiza Arango Medina

Graduada de Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana en el año 2014. Desde entonces se dedica a escribir e investigar sobre temas sociales, envejecimiento y de dinámica de población. Además es una de las redactoras principales de la página de Salud, especializándose en temas relacionados con la salud, la ciencia y tecnología. Ha asistido a varios cursos de postgrado, en el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas y en el Instituto Internacional de Periodismo; relacionados con el estudio de la sociedad cubana .