Rosendo Agüero Caballero: Quijote de la cultura  y del sindicalismo

Rosendo Agüero Caballero: Quijote de la cultura y del sindicalismo

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Rosendo Agüero estuvo entre las personalidades que fueron reconocidas por los 500 años de la fundación de la Villa del Puerto del Príncipe, lauro que le fue otorgado por sus aportes a la cultura camagüeyana. Foto: Otilio Rivero
Rosendo Agüero estuvo entre las personalidades que fueron reconocidas por los 500 años de la fundación de la Villa del Puerto del Príncipe, lauro que le fue otorgado por sus aportes a la cultura camagüeyana. Foto: Otilio Rivero

 

Entre las personalidades más conocidas y admiradas de Camagüey se encuentra Rosendo Agüero Caballero (Camagüey, 1936), figura octogenaria e ineludible en la cultura y en la historia del movimiento sindical en esa provincia, donde, desde la adolescencia —con 16 años de edad—, se incorporó a la lucha clandestina, en tanto se desempeñaba como líder de los trabajadores del comercio.

Hacia finales de la década de los años 70 del pasado siglo, cuando ejercía como miembro del Secretariado de la CTC Provincial (1972-1980) para la atención al trabajo voluntario, primero, y luego en la esfera ideológica, Rosendo creó —entre otras iniciativas— el taller de diseño e impresión de carteles, diplomas, suvenires… en el cual surgieron obras premiadas en salones locales y nacionales, como el Concurso 26 de Julio; así como afiches sobre diferentes hechos políticos, sindicales y culturales, entre los cuales conformaron varias muestras los dedicados a los carnavales.

Especial importancia le adjudicó, asimismo, a la calidad de los diseños que se realizaban en la imprenta de la CTC destinados a reconocer y premiar a los trabajadores destacados.

Bajo su entusiasta conducción, se constituyó el Museo Histórico de la CTC (1975), en ocasión del aniversario 50 del III Congreso Obrero Nacional, en el cual quedó instituida la Confederación Nacional Obrera de Cuba (primera central) en la Sociedad Victoria (para negros), entre el 2 y el 7 de agosto de 1925. En tiempo récord el inmueble fue remozado y en su salón principal se instaló una muestra fotográfica con imágenes del notable suceso.

Por el enorme escenario engalanado con cortinas de terciopelo negro eran frecuentes las presentaciones de aficionados al teatro y la danza, entre muchas otras actividades que se realizaban en la novel institución que, tras la partida de Rosendo hacia Angola para cumplir misión internacionalista, fue condenada al olvido y luego a su desaparición. Hoy radica allí un grupo de teatro infantil, y de aquel memorable museo solamente existe una tarja en la fachada que recuerda el mencionado congreso.

Grupos amateurs de prestigio nacional como Caidije, Bonito Patuá y Haití, de danzas del folclore de ese país caribeño, además de Los Gingeng, de Vertientes, la solista Nery Frezas, y numerosos conjuntos de teatro y danza existentes en fábricas y centros de trabajo, igualmente se debieron a sus sólidas gestiones al frente de la presidencia del Consejo de Cultura masiva, perteneciente al Sectorial Provincial de Cultura, donde se desempeñó tras su regreso del África. Su apoyo también se hizo extensivo a prometedoras figuras de la plástica en aquellos tiempos.

Funcionario con inagotables ideas, Rosendo dejó su impronta en muchos otros proyectos de la cultura popular en Camagüey durante esos años, en los que también fue seleccionado para pasar en Bulgaria un curso de adiestramiento sobre cultura masiva.

Si se revisa su hoja de servicios a la Revolución, y especialmente al movimiento sindical y a la cultura, sería imposible referir la total entrega de este hombre, quien hacia mediados de los años 90 se retiró de la vida laboral para, desde entonces, ocuparse de la presidencia de la Comisión de Historia del Sindicato Nacional de Trabajadores de Comercio, Gastronomía y Servicios y representante de los jubilados de ese sector, tareas que asume con ímpetu. Hace pocos días organizó un emotivo encuentro con los veteranos fundadores de la CTC en Camagüey, el cual contó con el apoyo del joven Yulián León Rondón, integrante del Secretariado y jefe del Departamento de Educación y Propaganda de la CTC Provincial, seguidor de las enseñanzas del querido dirigente sindical.

Por las calles del vetusto Camagüey, a cualquier hora, como Quijote a pie, en algo útil a la Patria, se ve a este voluntarioso hombre que ama su ciudad y su cultura con la misma pasión con que se entregó para siempre a la causa de los trabajadores…

Rosendo Agüero fue representante de la Federación de Trabajadores del Comercio, en nueve unidades, hasta que fue elegido, en 1966, secretario general del Sindicato del Comercio. Igualmente asumió los cargos de vicedirector provincial del Ministerio del Trabajo (1967); director de la red comercial, responsabilidad que alternó como dirigente del Partido municipal (1974); vicedirector de la Empresa de Ómnibus Provinciales y posteriormente director de esa entidad en el territorial Camagüey, Ciego de Ávila y Las Tunas (1986 a 1992). Ha sido elegido en varias ocasiones consecutivas vanguardia nacional del SNTCS en su desempeño como presidente de la comisión de historia de ese sindicato. Es graduado de técnico medio en Derecho Laboral. Participó en la constitución de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR). Integró el primer batallón de las MNR en la Limpia del Escambray y en la Lucha contra Bandidos. Ostenta las medallas XX, XXX, XL y L aniversarios de las FAR; Combatiente Clandestino; Internacionalista; Alfabetización; y Fernando Chenard Piña. Es Hijo Ilustre de la Ciudad de Camagüey.  

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