Fiart 2014: Quimeras y utopías de Alexander

Fiart 2014: Quimeras y utopías de Alexander

1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (5 puntos, 1 votos)
Cargando...
Alexander Rodríguez  Castellanos (1993), inquieto  joven graduado en la especialidad  de Cerámica en la  escuela politécnica Pablo de la  Torriente Brau (2001) y director  general del Proyecto Evolución,  de Alamar —Zona 6
Alexander Rodríguez Castellanos (1993), inquieto joven graduado en la especialidad de Cerámica en la escuela politécnica Pablo de la Torriente Brau (2001) y director general del Proyecto Evolución, de Alamar —Zona 6

Oficio noble y bizarro, entre todos el primero, pues en el arte del barro, Dios fue el primer alfarero y el hombre el primer cacharro.

Quintilla anónima

Cuenta la mitología judeocristiana1 que después de crear a Adán, Dios hizo a Eva con arcilla… A juzgar por tales argumentos puede afirmarse que el Todopoderoso fue el iniciador de la alfarería y posterior a él, durante varios milenios, surgieron millones de artesanos que han legitimado la grandeza de un arte que —relegado a planos inferiores dentro de la creación plástica insular— precisa de más reconocimiento dentro de nuestro rico universo artístico.

Es tiempo ya de que no solo sean registradas como “artísticas” las producciones en barro realizadas, casi siempre de manera puntual, por reconocidos maestros, y que tampoco sea una sola institución —el Museo Nacional de la Cerámica Artística (MNCA)— la que se encargue de reivindicar, autentificar y promover esta forma de expresión iconográfica tan antigua como el surgimiento del hombre y que, en Cuba, “participa de inquietudes propias de otras disciplinas consideradas mayores por la costumbre, la inercia y los malos hábitos conceptuales respecto a aquella, especie de Cenicienta o pariente pobre”, como ha dicho Alejandro G. Alonso, director de esa institución radicada en La Habana Vieja.

Entre los herederos de esta noble tradición se encuentra Alexander Rodríguez Castellanos (1993), inquieto joven graduado en la especialidad de Cerámica en la escuela politécnica Pablo de la Torriente Brau (2001) y director general del Proyecto Evolución, de Alamar —Zona 6—, fundado hace unos cuatro años. Su quehacer, como el de cientos de artífices en todo el archipiélago, se integra a un poderoso movimiento que enfrenta infinidad de obstáculos para su desarrollo, entre ellos la carencia de una plataforma tecnológica o de una industria de materiales y artilugios que faciliten su ejercicio.

Los trabajos de este creador se han hecho recurrentes en las ferias de Arte para Mamá, Arte en La Rampa y la Internacional de Artesanía (Fiart), cuya edición del 2014 está a punto de comenzar. Sus obras se expresan a través de múltiples formas, figuras y vasijas —en su mayoría utilitarias—, construidas mediante el modelado a mano, impregnadas de dinámicos y contrastantes colores. Del conjunto sobresalen las recreaciones barrocas, donde la ficción y la contemporaneidad se armonizan orgánicamente.

Los tres monos sabios2, en una simpática y “vacuna” parodia.
Los tres monos sabios2, en una simpática y “vacuna” parodia.

El muchacho primero apostó por la pintura, “pero solo podía expresarme en un solo plano y me gustaba sentir, palpar las cosas que estaba haciendo. Por eso me incliné hacia la cerámica, mediante la cual puedo manipular y disfrutar cada plano, cada estructura y cada figura que el noble y dúctil barro me permite ejecutar”, expresó.

Muchas de sus realizaciones están pensadas en claves arquitectónicas, como su serie de casitas que parecen extraídas de místicos libros antiguos de cuentos; además de sus otras figuras —animales, tazas, teteras, máscaras, portallaves, portalápices…—, que establecen relación entre el pasado y el presente, entre lo bello y lo útil, entre lo original y la tradición. Su obra trasciende en armonía con un espíritu antiguo, inspirada en la naturaleza y en mágicos mundos de utopías.

A través de su Proyecto Evolución, Alexander no solo ha adiestrado el grupo que liderea, también acomete una encomiable labor de extensión comunitaria, mediante la enseñanza de este arte a niños entre los siete y 12 años de edad. Asimismo, trabaja como profesor de artesanía artística en la escuela de oficios Tupac Amaru, de Alamar. “En el taller todos ellos desarrollan sus ideas y sus propios diseños. A los de más edad les doy tareas más complejas. De esta manera contribuimos a su formación integral”.

De los resultados de su trabajo, Evolución ha hecho algunas exposiciones con piezas creadas por los alumnos de Alexander, quien individualmente ha realizado varias muestras e integrado otras muchas colectivas en diferentes galerías de la capital, en tanto su obra forma parte de colecciones privadas en casi todos los continentes, adquisiciones que están en correspondencia con el sublime encanto de una artesanía artística que se abre espacio con fantasías entremezcladas con la realidad, mundo de quimeras que en definitiva conforma el propio cosmos de este creador, empeñado en reivindicar el valor artístico de la cerámica cubana.

Muchos de los trabajos de Alexander están pensados en claves arquitectónicas, como su serie de casitas que parecen extraídas de místicos libros de cuentos antiguos.
Muchos de los trabajos de Alexander están pensados en claves arquitectónicas, como su serie de casitas que parecen extraídas de místicos libros de cuentos antiguos.

1 Judeocristianos: cristianos de los primeros siglos después de Jesús. Optaban por la no ruptura entre el cristianismo y el judaísmo, al contrario de las tesis de Pablo de Tarso —Saulo de Tarso, Apóstol del cristianismo. Nació en Cilicia, entre los años 4 y 15 y falleció en Roma (?), en el año 67—, que fueron las que triunfaron y apostaban por romper con el judaísmo y que el cristianismo conformase una nueva religión, como así sucedió y quedó reflejado en el Nuevo Testamento, que se escribió cuando las tesis de P. de Tarso ya habían triunfado sobre las demás (ca. 70 d. C.).

2 Los tres monos —Mizaru, Kikazaru, Iwazaru—, también conocidos como Los tres monos sabios o Los tres monos místicos, están representados en una escultura de madera situada en el santuario de Toshogu (1636), al norte de Tokio. Se trata de una obra del escultor y ebanista japonés del período Edo, Hidari Jingor (1594-1634).

Compartir...

3 comentarios en Fiart 2014: Quimeras y utopías de Alexander

Escribir comentario

© 2018 Trabajadores. Órgano de la Central de Trabajadores de Cuba
Director: Alberto Núñez Betancourt
Subdirectores Editoriales: Alina Martínez Triay y Joel García León
Territorial y General Suárez. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. CP: 10698
Fax: 053 (7) 555927 E-mail: digital@trabajadores.cu