“Me gusta hacer tabacos”

“Me gusta hacer tabacos”

1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (Sin valoración)
Cargando...
Tabaquera 2-La maestra tabaquera domina los distintos pasos del exigente oficio.
Tabaquera 2-La maestra tabaquera domina los distintos pasos del exigente oficio. Foto del autor

“A mí me gusta hacer tabacos”, afirmó sin miramientos Regina Díaz Verdecia, una mujer sencilla, de origen campesino pero formación proletaria, que no se blasona de su condición de Heroína del Trabajo de la República de Cuba.

Eficiente y “larga”, lo mismo en el torcido que el despegue o en cualquier otra labor, porque los domina, prefiere hablar de su querida fábrica, la Jesús Feliú Leyva número Dos, de Holguín, a la cual ha dedicado casi cuatro décadas de su fructífera existencia.

Nacida el 7 de marzo de 1945 en Cañamazo, un asentamiento rural del municipio de Báguano, vino para Holguín a los 17 años de edad, decidida a aprovechar las oportunidades de superación que la naciente Revolución brindaba a los jóvenes sin distinción de clases.

Supo salir adelante en el empeño y venció la secundaria básica primero y la facultad obrera después, pues ya por aquel entonces había tenido que empezar a trabajar para asegurarse el sustento personal.

“Yo me inicié como trabajadora, recuerda, en las empresas de conservas y la avícola, pero no estuve mucho tiempo, quería superarme y fue así como pasé un curso de tabaquera y en abril del año 1977 empecé en esta fábrica… hasta el día de hoy.

“Desde el primer momento me gustó eso de ponerle la capa al tabaco, es una labor muy delicada, que demanda de mucha destreza para hacerlo en el menor tiempo posible, pero con calidad y sin dañar el producto para que no lo rechacen.

“Cuando aquello hacíamos Cazadores, unos tabacos grandes y gruesos, recibíamos el bonche (cuerpo) hecho mecánicamente, solo teníamos que terminarlo, es decir, enrollarlo en la capa; como soy ‘larga’, llegué a rodar mil 200 en una jornada.

“Ahí estuve hasta que el jefe de producción vio en mí algunas habilidades, que cuidaba mucho la capa y tenía las manos suaves para no romperla, entonces me pasó para el puesto de despegadora y contadora de capa y a la semana comencé a cumplir o sobrecumplir la norma, hacía 180 manojos y más.

“El despegue y conteo de las capas es una labor delicada, que consiste en separarlas para que el mojador pueda humedecerlas de forma uniforme y contarlas una a una para llevar un estricto control de la producción”.

Lo de activa emuladora también parece venirle en las venas a Regina, que siente gran amor y admiración por el Che, el propulsor de la emulación socialista y el trabajo voluntario, por eso siempre ha estado entre las destacadas.

“Aunque tengo un hogar y familia que atender, precisa, me organizo y doy mi aporte voluntario en lo que haga falta, lo mismo en la fábrica que fuera de esta; ahora mismo lo que más hago cuando concluye la jornada es reparar tabacos defectuosos para que no se pierdan.

“Así fue como un buen día la secretaria del buró sindical, Aracelis Díaz, me sorprendió con la noticia de que me iba a proponer para vanguardia nacional, por el buen trabajo y la aptitud ante el cumplimiento de todas las tareas”.

Después llegaron otras sorpresas para Regina, quien ha sabido mantenerse 24 años como vanguardia del Sindicato Tabacalero, y se hizo merecedora de las medallas Lázaro Peña de I, II y III grados y Jesús Menéndez, y en el presente año le fue otorgado el título honorífico de Heroína del Trabajo.

“A la verdad que eso fue algo inolvidable para mí, confiesa, recibir tal reconocimiento nada menos que de manos de Machado Ventura”.

No obstante, nada ha cambiado en su vida por ser Heroína, pues, como ella misma aclara, sigue siendo la misma trabajadora de siempre, pero con un mayor compromiso social ante sus compañeros y la sociedad.

Esta Hija Ilustre de la Ciudad de Holguín atiende a todos por igual y sabe sacar tiempo libre para cumplir con sus obligaciones como cederista y federada, asistir a una actividad cultural o a una fiesta junto a su esposo José Ángel Rojas, de quien recibe ayuda y comprensión.

Como a los 69 años de edad se siente bien y en condiciones de proseguir dando su aporte, todavía no ha pensado en la jubilación y quisiera continuar trabajando en su querida fábrica, mientras tenga salud y conserve sus habilidades.

Compartir...

Escribir comentario

© 2018 Trabajadores. Órgano de la Central de Trabajadores de Cuba
Director: Alberto Núñez Betancourt
Subdirectores Editoriales: Alina Martínez Triay y Joel García León
Territorial y General Suárez. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. CP: 10698
Fax: 053 (7) 555927 E-mail: digital@trabajadores.cu