Justo a la Moda: audaz y útil proyecto

Justo a la Moda: audaz y útil proyecto

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JM apuesta por el uso de las pieles procedentes del ganado vacuno, con las que, audazmente confeccionan vestidos que impactan por su diseño, el cual, por supuesto —en relación con nuestro clima— está concebido para pasarelas internacionales de arte moda o exhibiciones de productos de artesanía artística de primerísima calidad.
JM apuesta por el uso de las pieles procedentes del ganado vacuno, con las que, audazmente confeccionan vestidos que impactan por su diseño, el cual, por supuesto —en relación con nuestro clima— está concebido para pasarelas internacionales de arte moda o exhibiciones de productos de artesanía artística de primerísima calidad.

Varios siglos antes de Cristo, en la época del Imperio Romano, el uso del cuero (pieles curtidas) era común en el sur de Francia y en toda la Península Ibérica, en la que abundaban las industrias del calzado y los vestidos confeccionados con este material, al cual históricamente se le considera como el primero en ser usado por el hombre para arroparse. Hoy se utiliza, esencialmente, en la fabricación de indumentarias de abrigo y zapatos.

Consuetudinarios aficionados a la marroquinería —elaboración de artículos o accesorios de cuero—, el matrimonio conformado por los artesanos artistas avileños José Antonio Echevarría Díaz y Mileidis Ríos Arnaiz, recién iniciado el año 2007, decidieron establecer el proyecto de creación Justo a la Moda (JM), especialmente dedicado a la elaboración de disímiles artículos utilitarios mediante la fusión de pieles, textiles y algunos elementos sintéticos. Poco a poco sus diseños de cintos, gorras, carteras, mochilas y otros accesorios de gran demanda entre los cubanos, comenzaron a ganar prestigio no solo entre el público preocupado por el buen vestir, sino también entre los exigentes especialistas de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA), a la cual pertenecen.

Tal resonancia artística propició que la presencia de JM fuera solicitada en las más importantes pasarelas organizadas en Ciego de Ávila, donde exhibían sus creaciones junto con los vestuarios presentados por el no menos prestigioso grupo avileño de modas Guayza, con el que establecen notable armonía artística.

“Nos hemos propuesto preservar un estilo de creación netamente caribeño, tanto en los temas como en los códigos de los diseños, en los que también utilizamos atributos mágico-religiosos relacionados con nuestra cultura, buscando así llegar a disímiles públicos a partir de sus intereses individuales de cambiar o enriquecer artísticamente sus indumentarias, es decir, su imagen”, dijo José Antonio.

Para Mileidis, atractiva exponente de la belleza femenina insular, lo novedoso de la gestión de JM es que “solemos reciclar materiales que ya cumplieron su función primaria. Entonces les imprimimos gracia, armonía y utilidad. De ellos surgen creativas propuestas dignas de ser llevadas por jóvenes y adultos de uno y otro sexo”; mientras que su hermana Maidelín Ríos Arnaiz, integrante del grupo, opina que “la exigencia por la calidad es una práctica constante”.

José Antonio (en primer plano), Mileidis y Maidelín, en la fogosidad creativa del taller.
José Antonio (en primer plano), Mileidis y Maidelín, en la fogosidad creativa del taller.

En JM igualmente están incorporados dos joviales y ágiles jóvenes: Pedro Javier Martínez Ríos (primogénito de Mileidis) y Joiner Echevarría Pérez Bovinos (hijo de José Antonio), quienes con su adolescencia imprimen al colectivo agradable vivacidad, en tanto sus criterios sirven para orientar al grupo sobre los gustos y preferencias de los jóvenes.

Diestros en el uso de cualquier material, entre ellos las pieles de caprinos, porcinos, reptiles, peces y otras sintéticas con similares características al cuero —las más utilizadas en Cuba—, José Antonio y Mileidis apuestan más por las procedentes del ganado vacuno, con las que audazmente han incursionado en la confección de vestidos que impactan por su elegancia, el uso de repujados y las impecables costuras, además del tratamiento de los colorantes, para conseguir policromías. El diseño, por supuesto —debido a nuestro clima— está concebido para pasarelas internacionales de arte moda o exhibiciones de productos de artesanías artísticas de primerísima calidad.

La sostenida labor de JM, amén de sus múltiples y sorprendentes iniciativas artesanales, les ha posibilitado participar en unos 30 acreditados eventos y exposiciones, entre ellos la Feria Internacional de París, Francia, así como en tres ediciones de la Feria Internacional de Artesanía Artística Cuba-Mex, en México, y en varias convocatorias de la Feria Internacional de Artesanía, que cada año organiza el Fondo Cubano de Bienes Culturales en la capital. Su presencia, igualmente, se ha hecho imprescindible en los salones provinciales de artesanía Eduardo Martínez, de Ciego de Ávila, en el que sus propuestas fueron laureadas en la XII edición.

Con la paciencia y trascendencia de los artesanos de los reinos árabes de Al-Andalus, en la Hispania de la Baja Edad Media, el proyecto JM ha logrado erigirse en uno de los más sólidos grupos cubanos de marroquinería artística. Vale disfrutar de sus obras.

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