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Certero resulta el juicio del poeta, narrador y dramaturgo Antón Arrufat, Premio Nacional de Literatura, cuando categóricamente asegura que, el más reciente cuaderno de versos publicado por Leymen Pérez, “es un libro de Poesía, no un conjunto de poemas reunidos”.
Desde una primera y rápida lectura, es fácil advertir la organicidad y coherencia que animan las páginas de El libro de Heráclito (Ediciones Unión, Colección Manjuarí, 88 pp), inteligentemente concebidas a partir de los presupuestos del filósofo griego como hilo conductor.
Estructurado en cinco secciones, en este cuaderno, Leymen Pérez, desde una mirada cuestionadora, inquietante, provocadora, indagadora, reflexiona en realidades y sueños, sentimientos y actitudes, conflictos y problemáticas, que marcan al hombre en su relación con el mundo.
Otro poeta, Israel Domínguez, al referirse a El libro de Heráclito, ha escrito que “filosofía reciclada, y al mismo tiempo rechazada, en lo circundante; a partir de una experiencia muy personal y de la búsqueda cuidadosa de un lenguaje que la legitime” son los rasgos presentes en estos versos.
“Brotes”, uno de los últimos textos de la entrega, confirma el alcance de tales palabras:
Árbol, brota. Aire, brota. Luz, brota.
Del ojo izquierdo me he sacado un racimo.
Asciendo y como de las frutas cuajadas
con sabor a Isla. Talo la palabra Isla
y hago una mesa para organizar la familia
y ejercitar la memoria de mis muertos.
Carne, resucita. Deja que los cuervos
se alimenten de ti y recobren la vista.
Todo brota desde una garganta cerrada,
desde un poema cerrado y desde un alma
que ya no envejece.
Eternidad, no hablamos de ti ¡No hablamos!
Todo brota después que las hormigas respiran
sobre la madera, imitándonos,
y los pájaros sueñan al cielo.
Todo brota dentro de una corriente de silencio
donde nadas a fondo.
En una vida acumulamos otra.
En un dolor acumulamos otro.
Poeta, además editor, Leymen Pérez (Matanzas, 1976) es autor de casi una decena de poemarios, entre ellos Números del escombro (202), Pared con grabado de Pollock (2004), Circo artesanal (2005), Hendiduras (2005), Tallador de ruidos (2005) y Corrientes coloniales (2007).
Varios reconocimientos, como los premios José Jacinto Milanés, Calendario y de Poesía de La Gaceta de Cuba, así como la Beca de Creación Prometeo, avalan el ejercicio lírico que, a lo largo de más de una década, convierten al creador en una de las más significativas voces de su generación.
El libro de Heráclito, esta nueva propuesta de Leymen Pérez, es expresión de la madurez alcanzada en su auténtico, lúcido, fluido, discurso lírico. Un cuaderno de versos que llega, como soplo de aire fresco, para enriquecer la poesía escrita, en Cuba, en los albores de un nuevo siglo y milenio.
