México: necesidades y realidades

México: necesidades y realidades

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Foto: Agustín Borrego
Foto: Agustín Borrego

Nuevamente en Cuba, el Ms. C. Juan Gualberto Campos Vega, investigador del Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano, de México, y miembro de la dirección política del Partido Popular Socialista de ese país, dedicó un tiempo a Trabajadores para conversar sobre cuestiones que afectan a su pueblo.

¿Cómo marcha el proceso de unificación del movimiento sindical?

“Eso hay que verlo desde distintos ángulos, pues el proceso de unidad tiene expresiones diferentes: por un lado está el movimiento sindical, y por el otro, la actividad política electoral, a los cuales se suman los movimientos sociales y comunitarios que se expresan en diversas regiones del país.

“Desde los años cincuenta hasta la fecha, el movimiento sindical mexicano ha estado marcado por la división y el fraccionamiento. A partir de su XV Congreso, celebrado en La Habana en diciembre del 2005, la Federación Sindical Mundial (FSM) reactivó su labor en mi país y en ciertos sectores de trabajadores existe mucho interés por conocer más sobre la actividad sindical internacional que práctica esa organización.

“Los sindicatos han ido integrándose, pero muy lentamente porque durante décadas han permanecido supeditados a los intereses del Gobierno y del imperialismo. Por esa razón, su quehacer se ha limitado a cuestiones económicas o aspectos muy específicos de la democracia sindical, entendida esta única y exclusivamente como método de elección democrático de los dirigentes; o la independencia mal entendida, no con respecto al Gobierno, patrones, iglesia, sino a cualquier central. Tal realidad no ha ayudado en la búsqueda de la unidad del conjunto de uniones sindicales.

“Es en eso en lo que se insiste actualmente, pues pensamos que es la única vía para rescatar al movimiento sindical mexicano de la postración en que ha permanecido durante décadas frente al poder”.

¿Qué afectaciones provoca a la nación la aplicación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN)?

“Ese tratado tiene efectos engañosos. Unos son evidentes, como ocurre con la agricultura. ¿Por qué? En el caso del frijol, el arroz, el maíz y el sorgo, la producción gringa es mejor que la nuestra porque disponen de mejores tierras, de tecnología y de subsidios, y nosotros no tenemos nada de eso. Por consiguiente, México, antes productor y exportador de maíz, frijol, etc., hoy importa miles y millones de toneladas anuales de maíz; está sembrando alimentos transgénicos para incrementar la producción, y todo eso provocará daños a la tierra y a los cultivos tradicionales. Yo diría que, en el caso de la agricultura, se salvan el aguacate, las hortalizas y algunos cítricos, demandados por la sociedad estadounidense y que nuestro país le surte. De ahí en fuera, todo lo importamos.

“El TLCAN está diseñado para favorecer los intereses de Estados Unidos, porque esa nación impone su proyecto a Canadá y a México, en todos los aspectos. Según reflejan las estadísticas, las exportaciones mexicanas han crecido enormemente, ¡ah!, pero ¿quién exporta? Cuando leemos la lista vemos que exportamos mucho, pero son ramas de las industrias y empresas extranjeras, en su mayoría estadounidenses: la electrónica, la automotriz, la químico- farmacéutica, es decir, las filiales de los grandes monopolios establecidas en México, no las del Estado ni las de los nacionales.

¿Cómo se comporta el desempleo?

“La forma de medirlo es la misma en todo el mundo. El problema es que en una sociedad desarrollada, Estados Unidos y España, por ejemplo, si una persona queda desempleada cobra su seguro de desempleo y durante cierto tiempo el Estado le paga un porcentaje de su salario en tanto consigue un trabajo. Esa es la razón por la cual uno se encuentra conque Estados Unidos tiene una tasa de 9 % y España está por encima de 20%, y se sorprende cuando ve que en México es de 4% y 5 %.

“Aparentemente estamos mejor que Estados Unidos y España, mas esa no es real, pues en mi país, como no hay seguro de desempleo, quien queda desempleado se va a la economía informal, donde en estos momentos se agrupa el 58 % de los trabajadores; o se dedica al comercio callejero y ese tipo de actividades, o trabaja en algún lugar sin ningún tipo de prestaciones: ni aguinaldo, ni seguro médico, ni nada. Y con un salario mínimo, hoy equivalente al 20 % del existente en 1973. Esa es una manera de ocultar nuestro grave problema.

“Además, de quienes trabajan en condiciones digamos normales, con seguridad, prestaciones, aguinaldo…, hay un 8% que se considera sub ocupado, porque lo hace menos de 15 horas a la semana, y necesitan otro empleo porque el dinero no les alcanza. “Un ejemplo que me escandalizó, es que el 60 % de los docentes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), son maestros de materia, o sea, no tienen plaza porque cada semestre los contratan para impartir una o dos materias, a razón de 69 pesos mexicanos por hora. Por lo tanto, si se tratara de una sola materia, mensualmente ganarían un poquito menos que el equivalente a un salario mínimo. Y son maestros universitarios, algunos con maestría y doctorado, encima ahora amenazados con que no volverán a contratar a los mayores de 40 años. Si eso ocurre en una institución pública educativa, imagínese en las empresas privadas de capital extranjero.

Acerca de la violencia, ¿qué puede comentar?

“Ese flagelo ha bajado un poco a partir de una nueva estrategia del gobierno, pero lo que está en el fondo son las condiciones de vida de la población. ¿Por qué un joven se hace delincuente? ¿Por qué un joven se vuelve sicario, o traficante de drogas? Por buscar el dinero que necesita y no conseguirá por ninguna otra vía.

“Hay millones y millones de jóvenes a quienes les dicen ninis porque ni estudian ni trabajan, no porque no quieran hacerlo, sino porque carecen de opciones. Cada año, 110 mil muchachos hacen exámenes para ingresar en la universidad, y esta solo tiene cupo para 10 mil; por lo tanto, cien mil quedan fuera y si van al mercado del trabajo no lo consiguen. Lo mismo ocurre con los profesionales, incluidos licenciados y másteres, que no encuentran ocupación.

“Esa realidad hace que el camino de la evasión por la vía del alcoholismo, la drogadicción o el tráfico de drogas, resulte fácil para quien encuentra obstáculos en todos los terrenos de su vida. En tales circunstancias, la violencia tiene un caldo de cultivo que siempre estará presente si no se ataca desde el fondo: podrán bajar los niveles de violencia, pero el problema persistirá debido a las graves condiciones sociales en que vive la población”.

Acerca del autor

Graduada de Licenciatura en Periodismo, en 1972.
Trabajó en el Centro de Estudios de Historia Militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), en el desaparecido periódico Bastión, y como editora en la Casa Editorial Verde Olivo, ambos también de las FAR. Actualmente se desempeña como reportera en el periódico Trabajadores.
Ha publicado varios libros en calidad de autora y otros como coautora.
Especializada en temas de la historia de Cuba y del movimiento sindical cubano.

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