Decoram: un negocio familiar donde lo educativo está en primer plano

Decoram: un negocio familiar donde lo educativo está en primer plano

1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (Sin valoración)
Cargando...

 

Lo fundamental en Decoram es el trabajo manual, la mezcla se prepara “a vagón”. Foto: Gabriela López Dueñas.
Lo fundamental en Decoram es el trabajo manual, la mezcla se prepara “a vagón”. Foto: Gabriela López Dueñas.

Por Alina M. Lotti y Ariadna Andrea Pérez Valdés

Los leones saltaron a la vista como si realmente tuvieran vida. Eran asombrosos. Pero no los únicos. El patio de la casa se ha convertido en un taller. Niños, ranas, rostros de seres antiguos, fuentes con agua, columnas romanas, macetas, jardineras, capiteles, balaustres; maravillas fundidas en hormigón.

Nos enternecimos mirando con detenimiento cada figura. Decoram, ubicado en el municipio capitalino de Boyeros, es una pequeña empresa familiar, nacida al calor de las nuevas formas de gestión económica, se levanta hoy con el empeño de Víctor Cortina y Nerta María Betancourt, su esposa, dos jubilados del sector de Educación que hace unos años —seguramente sin imaginar lo que eran capaces de hacer— empezaron a producir algunos elementos decorativos de construcción para su propio hogar.

Ese fue el comienzo, pero en la actualidad allí se fabrica una inmensa variedad de elementos (más de 100 renglones) que contribuyen a la decoración y terminación de las obras, como es el caso, además, de las losas de piso, enchapes de pared, y bloques, por mencionar algunos.

Decoram, toda una revelación

¿Taller, escuela, centro de trabajo? Resulta difícil delimitar dónde empieza uno o termina el otro. Y en eso mucho ha tenido que ver la formación pedagógica de Víctor y Nerta, quienes no han podido desprenderse de los años dedicados a las aulas. El matrimonio ha encontrado en Decoram no solo una fuente económica, sino también un motivo para mantenerse activos.

“Había hecho algunas cositas de carpintería, una mesa, un estante de cocina y me quedaban bien —explicó Víctor—, y pensé que a eso me dedicaría después de mi retiro, pero nunca imaginé que tomaría este giro, me refiero al de la construcción.

“Unos días antes de llegarme la jubilación, en esta misma calle, vi que un vecino —profesor también— estaba haciendo un muro de balaustres en su portal. Eso me llamó la atención, luego conseguí el molde para hacerlos y así empecé. Los primeros se me rompían, pero con el paso del tiempo fueron quedando mejor. Me fui embullando y las personas pedían otras piezas. Luego, con la propia demanda y los pedidos surgieron varias ideas, hasta llegar a la variedad que hoy ofertamos”.

En la actualidad, el taller ha ido creciendo, y ya Víctor no se acompaña solo de su hijo y esposa. En estos momentos suman 32 trabajadores, de los cuales 18 son jóvenes de la propia comunidad; algunos de ellos llegaron desvinculados laboralmente y con estudios inconclusos.

“Hemos logrado que se incorporen a la facultad para alcanzar el 12 grado y algunos ya lo han terminado. La mayoría son el sostén fundamental de su familia y aunque nuestra plantilla está un poco inflada preferimos contratarlos antes que dejarlos en la calle”, comentó Nerta.

Los muchachos del taller agradecen a este matrimonio no solo la opción laboral sino también el respeto y la confianza. “Somos una familia, podemos pedirles consejos y contamos con ellos para todo. Les retribuyo con mi comportamiento y resultados de trabajo”, refirió Adrián Almarales Vega, quien no tenía ninguna preparación en albañilería y aprendió en Decoram todo lo que sabe. “Ha sido como una escuela, me ha dado un oficio y educación”, agregó.

Para Carlos Armando Zaragoza, representante de las brigadas técnicas juveniles en el taller, esta primera experiencia laboral ha sido especial. “El trato de Nerta y Víctor y sus enseñanzas nos comprometen más. Sin producción se afecta nuestra economía familiar y la mala calidad en las piezas repercute negativamente en el trabajo de los otros compañeros”, afirmó.

Víctor privilegia la formación de estos jóvenes y considera que uno de los retos es fomentar sentimientos de solidaridad. “Los formamos a partir de nuestro ejemplo personal, trabajamos juntos y exigimos disciplina y responsabilidad”.

El taller por dentro

Impresiona sobremanera la exhaustiva organización del trabajo y el ambiente que se respira en Decoram. La jornada inicia alrededor de las 8 de la mañana con la firma del libro de asistencia y, si es lunes, comienza con un matutino sobre el acontecer noticioso o la rememoración de las efemérides patrias.

Dos recesos, a media mañana y en la tarde, son el único horario para fumar. “Ese hábito está bien regulado por varias razones: si el que trabaja utiliza una mano para el cigarro, rinde al 50 %, es perjudicial para la salud y para el bolsillo.

“Además, funcionamos como unidad docente para los alumnos del Instituto Politécnico de la Construcción José Martí que hacen prácticas laborales aquí”, aclaró Víctor.

Cada uno tiene su área de faena aunque rotan por los diferentes puestos para entrenarse en todo. Maquinarias, muy pocas. El trabajo manual es la base y la mezcla se prepara “a vagón”. Moldes industriales y artesanales dan vida a las piezas. Las piedras son el recurso fundamental y Víctor las busca en lugares disímiles de la geografía cubana.

Cada sábado los trabajadores devengan su salario y reciben pagos extras por sus resultados y asistencia. Víctor considera que el mejor estímulo es que el obrero pueda cubrir sus principales necesidades con lo que gana, pero para eso “hay que esforzarse y cumplir con calidad”.

El futuro del taller es prometedor. Recientemente se amplió hacia unas naves ociosas del politécnico de la construcción, donde según Víctor tienen grandes posibilidades para aumentar las líneas de producción y, a su vez, ayudará en la formación de los estudiantes proporcionándoles los materiales que necesitan para hacer sus prácticas laborales.

Decoram es un negocio familiar rentable y comprometido con el desarrollo de su comunidad. Los muchachos del taller pueden verse en cualquier sitio, un parque, una escuela, un desfile por el Primero de Mayo, en la sala de un hospital donando sangre, y se distinguen por su responsabilidad y eficiencia. “El secreto, según Nerta, es ponerle amor a todo lo que hagamos y velar por la calidad”.

Víctor… ¿usted no se asombra con lo que ha hecho? ¿Cómo le gustaría lo recordaran?

Yo no tenía conciencia de que hiciera tantas cosas, ni que gustara tanto mi trabajo. Quisiera que pensaran en mí como un maestro que ayudó a la comunidad. Docente y constructor porque son casi lo mismo. El que construye no deja de ser maestro, de alguna manera está enseñando, edificando, en lo espiritual y en lo físico”.

Adrián Almarales Vega lleva dos años en el taller y ahí aprendió todo lo que sabe de albañilería. Foto: Gabriela López Dueñas.
Adrián Almarales Vega lleva dos años en el taller y ahí aprendió todo lo que sabe de albañilería. Foto: Gabriela López Dueñas.
Adrián Almarales Vega lleva dos años en el taller y ahí aprendió todo lo que sabe de El empeño de Víctor Cortina y Nerta María Betancourt, su esposa, han hecho de Decoram un negocio familiar exitoso. Foto: Gabriela López Dueñas.
Adrián Almarales Vega lleva dos años en el taller y ahí aprendió todo lo que sabe de El empeño de Víctor Cortina y Nerta María Betancourt, su esposa, han hecho de Decoram un negocio familiar exitoso. Foto: Gabriela López Dueñas.
Foto: Gabriela López Dueñas.
Foto: Agustín Borrego.
Foto: Agustín Borrego
Foto: Agustín Borrego
Foto: Agustín Borrego
Foto: Agustín Borrego
Compartir...

4 comentarios en Decoram: un negocio familiar donde lo educativo está en primer plano

  1. Que maravilloso reportaje, he disfrutado mucho leerlo. Yo conozco el Taller DECORAM y a sus creadores. Estan ubicados en Río Verde, Boyeros. Todo el que los vicite puede notar el espiritu de empeño y dedicación de esta emprendedora familia, los admiro y los felicito por sus logros.

  2. Nerta y Victor, que buen ejemplo y motivacion para las nuevas generaciones que empiezan sus propios negocios.Gracias por darle oportunidad de encaminarse a tantos jovenes, muchos exitos. Alante!!!

  3. Que belleza de trabajo, solo necesito que publiquen la dirección del taller para cuando vaya a la Habana pasar por allí y comprarles, que belleza de trabajos y que fuente de empleo tan prestigiosa. Me emocinó leer sobre Uds. Gracias por existir.

Escribir comentario

© 2018 Trabajadores. Órgano de la Central de Trabajadores de Cuba
Director: Alberto Núñez Betancourt
Subdirectores Editoriales: Alina Martínez Triay y Joel García León
Territorial y General Suárez. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. CP: 10698
Fax: 053 (7) 555927 E-mail: digital@trabajadores.cu