Álvaro Fernández: “Progreso Semanal siempre se opuso al statu quo de la Florida”

Álvaro Fernández: “Progreso Semanal siempre se opuso al statu quo de la Florida”

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Por Arnaldo Mirabal Hernández

Desde hace algún tiempo, un diario digital radicado al sur de La Florida va ganando adeptos entre los cubanos de la isla que  acceden a las redes sociales. Con un periodismo fresco y oportuno Progreso Semanal refleja la realidad cubana, en ocasiones, con más veracidad y franqueza que los propios medios que circulan en Cuba.

Con el deseo de conocer más sobre las interioridades de este sitio contactamos con su editor Álvaro Fernández. En un diálogo franco, mediante correo electrónico, la conversación fue más allá de las rutinas productivas de este diario, y abarcó también las relaciones de la isla caribeña con su vecino del Norte, la extrema derecha de Miami, el periodismo en ambas orillas, el decisivo papel de la juventud, entre otras muchas cuestiones, útiles para patentizar que Álvaro Fernández y Progreso Semanal se encuentran suficientemente conectados con el día a día del cubano.

Para beneplácito nuestro, constatamos que el pensamiento claro y sincero y el respeto a la soberanía de nuestro país desde hace mucho progresa en Miami, tendencia que más temprano que tarde prevalecerá sobre el odio de una minoría cada vez más arrinconada.

Arnaldo Mirabal Hernández: Primero que todo: ¿quién fue Francisco G. Aruca?, ¿por qué usted afirmó tras su fallecimiento en el 2013, que durante años él ayudó a cambiar positivamente el paisaje político de Miami?

Álvaro Fernández: Bueno, necesitaría más de una entrevista para explicar quién era Aruca. Él fue un hombre complejo y generoso con muchas aristas, algunas desconocidas para la mayor parte del público. En mi caso, repetiré lo que he dicho públicamente: él fue mucho más que un amigo, un hermano, un mentor… fue todas esas cosas para mí.

En cuanto a Progreso Weekly/Semanal, Aruca fue su fundador. La persona que a fines de la década de 1990 previó esta publicación exitosa y decidió hacerla realidad a través de un medio del cual, con toda honestidad, sabía muy poco. Aún así él previó que era el camino a tomar. Sintió que era el camino del futuro.

Él pensó Progreso Semanal/Weekly como el próximo paso de su ya muy exitoso programa de radio. Es interesante saber que él siempre me decía que Progreso era nuestro más importante producto, aún más importante que su programa. Y ahora, después de su fallecimiento, puedo comprender lo que estaba tratando de decirme. Por medio de Progreso Semanal/Weekly, la voz de Aruca, muchos de sus pensamientos y deseos, continúan viviendo y resonando.

En cuanto a cambiar a Miami y sus opiniones políticas, he dicho en el pasado lo siguiente y lo reitero: Francisco Aruca fue con toda probabilidad el individuo más influyente, o al menos uno de los más influyentes, en lo que se refiere al pensamiento político en Miami durante la década de 1990. Cambió nuestro panorama con sus ideas y su voz.

AMH: Entrando ahora en el tema en cuestión: ¿Qué es Progreso Semanal? ¿Un medio de prensa radicado en Miami para informar sobre Cuba? Hábleme de los orígenes de este sitio digital.

AF: Progreso Semanal/Weekly es una revista digital, bilingüe –español e inglés-, con sede en Miami y con una corresponsalía en La Habana, una de las primeras, al menos en lo que se refiere a los medios del sur de la Florida.

Desde que comenzamos siempre ha sido nuestra misión enfrentarnos al status quo. Y ese estado de cosas en este campo gira alrededor de las noticias que emanan de The Miami Herald. Ellos nunca lo admitirán, pero sabemos de buena tinta que durante más de una década el Herald a menudo ha tenido que reportar noticias que ellos hubieran preferido ocultarle al público, en especial cuando tratan de Cuba, debido a Progreso Semanal/Weekly, y con anterioridad, debido al programa de radio de Aruca.

Mire, una de las columnas más exitosas al inicio de Progreso… se llamaba Detector de Tretas. Semanalmente publicábamos artículos que aparecían en The Miami Herald y en El Nuevo Herald, uno junto al otro, y los comparábamos. A los mismos artículos a veces les faltaba una línea o una cita en uno o en el otro, o incluso hasta un párrafo, que cambiaban el sentido del artículo. El razonamiento del Herald era evidente: informar de las noticias a mercados que hablaban diferentes idiomas, pero dándoles un sesgo para adaptarlas al gusto de esos mercados. Divide y vencerás… al mercado, dándole la misma noticia con diferentes significados.

Surgimos como un semanario, pero en la actualidad, aunque mantenemos el nombre estamos actualizando nuestro producto sobre una base diaria, y a veces por horas. ¿Por qué es esto importante? ¿Y por qué la necesidad de la rapidez? Por algunas de las mismas razones por las que publicábamos el Detector de Tretas. Si somos los primeros en publicar una noticia, se les dificulta a los medios de Miami darle un sesgo, como sucedía a menudo en años anteriores. Cuando se es el primero en reportar algo, establecemos el tono de la noticia, y a menudo la forma de interpretarla. Y cuando uno es honesto, como lo somos nosotros, eso es importante en el mundo de las noticias.

AMH: En los últimos tiempos Progreso Semanal se ha convertido para muchos cubanos de la isla en un referente del ejercicio del periodismo, ¿a qué usted cree que se deba?

AF: Muy amable de su parte esa opinión, pero es oportuno precisar que nuestro medio labora para un público que no reside precisamente en Cuba. Nuestros colaboradores ofrecen su trabajo de manera muy honesta y, por encima de todo, con un gran amor por Cuba, que es el tema más buscado por los lectores de La Florida y de EEUU.

Hemos sumado a nuestro empeño voces nuevas, frescas, que brindan un mayor atractivo a nuestra publicación. Pero no solo publicamos notas y reportajes sobre Cuba, sino también sobre Estados Unidos, sobre Miami.

Queremos contribuir a presentar a Miami tanto a los lectores en español como en inglés de un modo distinto, tratando de apartarnos de los modelos tradicionales.

Nos hemos trazado, además, un objetivo que es el de traducir textos de otras publicaciones, a ambos idiomas con lo que logramos acercar las miradas, ampliar el espectro. Ya en Miami contamos con nuevos colaboradores, jóvenes todos y ellos poseen una mirada nueva de la realidad de aquí, por cierto, muy aguda, motivadora y bien escrita.

AMH: En Cuba padecemos la enfermedad de los “ismos”, de las definiciones políticas, siempre tratamos de medir a los todos mediante ese tamiz. ¿Progreso Semanal es un sitio de izquierda? ¿Procubano?…

Progreso Semanal/Weekly trata de dejar a un lado los “ismos”. En ese sentido no somos de la izquierda, de la derecha o del centro. Las personas que hacen Progreso –y debiera añadir que son muchos los que colaboran y de muchas tendencias– en su mayoría están cansadas de las etiquetas. Creemos que, a menudo, se usan para separarnos. Se han convertido en armas para atacar.

En cuanto a su pregunta de si somos pro Cuba, la respuesta es sí. Las reglas de Progreso Semanal son muy sencillas. Primero: la firme creencia en la soberanía de Cuba; Segundo: no hacer daño a Cuba; y Tercero: nuestro mensaje debe ser de unidad.

AMH: ¿Han realizado algún estudio de recepción hacia el interior de Miami? ¿Qué acogida tiene este medio al sur de La Florida?

AF: Realizamos estudios en cuanto a nuestras cifras sobre una base diaria, con una mirada mucho más amplia a nuestras cifras a fines de cada mes. Y sin duda alguna, EE.UU. es nuestra mayor fuente de lectores, con su centro en el Sur de la Florida.

Pero, y esto es interesante, hemos descubierto que durante el último año nuestras cifras han estado creciendo de manera tremenda en Cuba. Por supuesto, hay diferencias de lectoría en dependencia del idioma. En ambos idiomas EE.UU. es dominante. Pero en español, por ejemplo, Cuba está en segundo lugar en cuanto a lectoría, y continúa creciendo.

AMH: En los últimos años varios medios -llamémosle alternativos-, y periodistas radicados al sur de la Florida emiten un discurso propio y desprejuiciado al abordar el tema Cuba. ¿Progreso Semanal es uno de estos sitios?

AF: Progreso Semanal/Weekly siempre ha tenido su propia línea editorial. Como mencioné anteriormente, nuestras reglas son sencillas: soberanía, unidad y no hacer daño a la nación. Más allá de eso, nuestros parámetros son bastante abiertos. Se sabe que hemos sido críticos. Pero es una crítica basada en la construcción, no en la destrucción.

AMH: ¿Sufren del embate mediático de los medios tradicionales de la derecha miamense?

AF: Casi todos los que han vivido en Miami lo suficiente, han sufrido algún tipo de ataque proveniente de la derecha miamense, siempre que uno no ande, hable y actúe según los parámetros trazados y diseñados por ella. ¿Quién puede olvidar la visita de Nelson Mandela a Miami en 1990? Puede que haya sido el momento más vergonzoso que hayamos tenido que sufrir como comunidad. Muchos de nuestros políticos locales, encabezados por nuestros líderes cubanos electos, dieron la espalda a Mandela y se negaron a ofrecer las llaves de la ciudad al líder sudafricano.

Esto no solo fue una bofetada en el rostro del líder sudafricano, sino que provocó gran vergüenza y repercusiones a la comunidad en general. Durante años pagamos un alto precio económico cuando afronorteamericanos u otros boicotearon nuestras costas por este acto sin sentido, lo que hizo sufrir a una región que vive del turismo.

Pero específicamente en el caso de Progreso…, aunque hemos sido atacados –muchas veces– el enfoque con nosotros ha sido diferente. Yo diría que ha sido más inteligente. Los medios que no concuerdan con nosotros generalmente no nos mencionan. Puede que seamos los primeros en dar una noticia, por ejemplo, y ellos tratarán de citar otra fuente como la original.

Yo digo que este enfoque es más inteligente, porque al no mencionarnos, evitan tener que promovernos. También está el hecho, y ciertamente lo creo así, de que nos tomamos muy en serio el periodismo. No inventamos noticias y las reportamos como las vemos. Y es difícil criticar la verdad.

Por eso prefieren no mencionarnos.

AMH: ¿Esta derecha miamense sigue siendo poderosa e influyente?

AF: Sí, todavía es poderosa. Pero cada día que pasa ese poder disminuye y sus filas decrecen, por fuerza de la vida y también por el hecho de que en Miami casi la mitad de los cubanos que viven aquí llegaron a este país después de 1990. Estas personas puede que sean críticas con lo que ocurre en la isla, pero su percepción de esa realidad es muy diferente de la de la gente que se radicó aquí en la década de 1960 y de 1970.

AMH: Volvamos a Progreso Semanal. Me pudiera hablar de las rutinas productivas. ¿Qué temas priorizan?, ¿Trazaron alguna política editorial?

AF: En cuanto a nuestro proceso, como mencioné anteriormente, tenemos periodistas que trabajan o colaboran tanto aquí como en Cuba. Normalmente, en mi caso por ejemplo, discuto ideas y planes con mis redactores y ellos pueden sugerir los suyos. Esto se hace sobre una base semanal. Luego ellos escriben sobre la base de fechas de cierre, porque, como también mencioné, cuando publicamos nuestro propio trabajo nos gusta ofrecerlo tanto en inglés como en español. Sé que nuestra corresponsalía en Cuba tiene un sistema similar.

En el futuro previsible me gustaría ver la posibilidad de tener una reunión virtual semanal vía Skype o alguna otra plataforma de este tipo. Una reunión por la mañana y luego a trabajar… y posiblemente otra al final de cada día de trabajo. Pero aún no llegamos ahí …

En última instancia, y en casi cualquier asunto que tenga que ver con Progreso Semanal o Weekly, si hay alguna duda yo tomo la decisión. Así que cuando metamos la pata, cúlpenme a mí.

AMH: ¿El tema Cuba es la prioridad de Progreso Semanal?

AF: Nuestro principal objetivo es informar acerca de Cuba, Miami y EE.UU. lo bueno, lo malo y lo feo, y yo digo a muchos de mis amigos en Miami que hay más de lo malo y de lo feo aquí, en EE.UU., que en Cuba. Me da risa, porque muchos de esos amigos han dejado de hablarme.

Pero en Progreso Semanal/Weekly no estamos casados tan solo con el tema de Cuba. Latinoamérica en particular tiene un lugar especial en nuestros planes. Y en mi caso, como soy de Miami, siento que tengo una gran responsabilidad con otras comunidades que conforman esta ciudad. Todos los países de Latinoamérica y el Caribe tienen personas que los representan aquí. Tratamos de trabajar en su favor, y de crear un clima más favorable de unidad entre todos nosotros.

También somos muy proinmigrantes, cualquier inmigrante a favor de una vida mejor para él y su familia. Y tenemos una regla estricta acerca de esto. No creemos que ningún ser humano es ilegal. Puede que vivan aquí sin papeles y documentos legales, pero llamarlos ilegales es un insulto a su humanidad.

AMH: Quiero reiterar una idea ¿Progreso Semanal está a favor de la soberanía de la Isla?

AF: Usted habla de soberanía. Para nosotros, y en el caso de Cuba, eso es intocable.

AMH: Se pudiera creer por momentos que en el horizonte se escuchan clarinadas que anuncian la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. ¿Progreso Semanal apuesta por esta normalización?

La normalización de relaciones… es una pregunta muy difícil de responder. En especial después de haber vivido el trauma de las relaciones Cuba-EE.UU. de los últimos cincuenta años. Para ser honesto, a veces creo que estamos cerca y entonces algo sucede o me despierto pensando “no lo voy a ver”.

Pero, y este es un gran pero, nunca he perdido las esperanzas. Y en estos días esa esperanza está basada en los jóvenes que llegan. Esos que crecieron y fueron formados en Cuba, y otros que no lo son. Pero tantos de ellos mucho más inteligentes que yo y con un enfoque mucho más humanista hacia el mundo en que vivimos.

Creo que el futuro de Cuba depende de ellos también. Y es una de las razones por las que en los últimos años hemos buscado y comenzado colaboraciones con más de estos jóvenes que ahora pueden leerse semanalmente en Progreso Semanal/Weekly.

Tengo más fe en esos hombres y mujeres jóvenes que en mi generación y en la que me precedió.

AMH: Hablemos de usted, sabemos que se desempeña como editor de Progreso Semanal, pero quién es realmente Álvaro Fernández.

¿Quién es Álvaro Fernández? Creo que la totalidad es para otra entrevista. Permítame decirle que he vivido en EE.UU. desde que llegué en 1960. Mi familia, en especial mi padre, estuvo muy implicado en las ocurrencias políticas de aquellos días. Así que crecí con mucho orgullo de ser cubano.

Y le contaré una breve historia que me formó para el resto de mi vida. No recuerdo en qué año fue. Fue entre 1960 y 1963, estoy bastante seguro. Yo era un niño. Nos estábamos preparando para un huracán, que se suponía que primero azotaría a Cuba. Recuerdo que yo exclamaba (básicamente repitiendo como una cotorra lo que se oía en las calles) que ojalá destruyera la isla. Que matara a todo el mundo allí.

Entonces una señora que me cuidaba, alguien a quien quise tanto como a mi madre (Josefina era su nombre), me preguntó suavemente que pensara lo que yo acababa de decir. Luego preguntó si yo realmente quería que murieran (y citaba nombres de personas) gente que estaba en la isla. Recuerde, yo era un niño muy pequeño. Reaccioné con lágrimas. Lloré. Y nunca olvidé sus palabras.

Regresé a La Habana en 1994. Y nunca he mirado atrás. Entonces, como hombre, caminando por las calles de la ciudad donde nací, por primera vez en mi vida tuve un sentido de pertenencia…

AMH: He leído varios de sus trabajos, donde se refleja una postura objetiva a la hora de abordar el tema Cuba ¿Cree que todos los cubanos, incluyendo los que viven el exterior, tienen el mismo derecho a opinar sobre la isla?

AF: Creo que todos deben tener el derecho a opinar. ¿Por qué no? Pero existe una diferencia entre opinar y decidir. Los cubanos que viven en la isla tienen que cuidar sus asuntos de la  mejor manera que consideren. Es como si una persona que vive en La Habana me dijera cómo tengo que manejar mis cosas en Miami Beach. Yo vivo con la filosofía que aprendí de un político norteamericano que dijo que toda la política es local. Creo que es verdad. Una elección local lo afecta a uno de manera directa. Y es importante cuidar primero donde uno vive antes de pretender solucionar los problemas en otra parte.

AMH: ¿Qué opinión le merece el futuro de la isla?

AF: Creo que el futuro de Cuba que se avecina es brillante. Las posibilidades son infinitas. Y es cierto que nos encontramos en una situación difícil, pero tengo la esperanza que lograremos superarla. Una vez más regreso a mi creencia en la juventud de Cuba. Y esa energía especial y hasta cierta magia que uno encuentra cuando visita la isla. Hay algo muy especial aquí y tengo la sensación de que estamos a punto de encontrarlo.

AMH: ¿Qué cree del periodismo que se hace en los medios isla? ¿Qué le falta?

AF: El periodismo de la isla puede ser muy bueno. Y por momentos lo es. Pero necesita ser mejor.

Usted pregunta qué le falta. Me gustaría ver más reportajes en profundidad, más trabajo investigativo acerca de los problemas que hay que enfrentar en la vida diaria en Cuba.

Los periodistas de la isla no están acostumbrados a ese tipo de trabajo, esa clase de excavación periodística. Por ejemplo, con el paso del tiempo, si vamos a liberar la isla de cosas como la corrupción de la cual tanto oímos hablar, entonces los periodistas deben desempeñar un papel clave.

Pero lo diré de la siguiente manera. En este momento de nuestra historia, y estoy hablando de Progreso Weekly y Semanal, la mayoría de los periodistas que colaboran con nosotros estudiaron o aprendieron su oficio en Cuba. Y le diré que nuestro periodismo es muy bueno.

AMH: Si se le permitiera a Progreso Semanal circular en la isla como periódico tradicional, ¿variarían los contenidos?

AF: Sin importar la situación, Progreso Semanal / Weekly permanecerá siendo lo que es y cómo es. Actualmente, de manera virtual, circulamos en Europa, América Latina y, claro, Cuba. ¿Por qué vamos a cambiar debido a que operamos y circulamos dentro de Cuba mediante la web? Y a medida que la Internet en Cuba sea mejor más cubanos leerán Progreso Weekly/Semanal. De eso estoy seguro.

(Tomado de http://arnaldobal.wordpress.com)

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