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Estados Unidos acusa de terroristas a todos aquellos que se opongan a su política de dominio mundial, por eso cataloga de esa forma a la población ucraniana que se manifiesta en contra de las autoproclamadas autoridades de Kiev, que han propuesto una operación conjunta antiterrorista con los cascos azules de la ONU en el este de su país, hecho que de concretarse seguramente complicará aún más las cosas, todo en complicidad con la Casa Blanca.
La prensa denuncia que el ejército de Estados Unidos posiciona equipos bélicos en Europa, a fin de desplegar rápidamente sus tropas.
A lo interno del país norteño, según los resultados de una encuesta realizada por la cadena Fox News, seis de cada diez estadounidenses consideran que el presidente Barack Obama miente sobre asuntos importantes.
Recientemente el periódico The Washington Post realizó un sondeo sobre la crisis en Ucrania, y solo uno de cada seis encuestados ubicó correctamente al país en el mapa, entre las personas con estudios universitarios, únicamente el 21 % supo donde localizarlo. En relación con las acciones que debía tomar su gobierno al respecto, concluye la información, que los que no conocen donde se encuentra el país europeo se inclinaron a favor de una intervención militar.
Los gobernantes estadounidenses, en vez de andar por el mundo encendiendo candela, debían dedicar más tiempo a resolver problemas graves que tienen dentro de su país y que afectan a su manipulada población. El llamado “sueño americano” se ha perdido.
Alrededor de 50 millones de personas están amenazadas por la pobreza en la nación norteamericana, incluyendo 13,4 millones de niños.
La tasa de indigencia de Miami es de casi un 20 %. El abismo entre ricos y pobres salta a la vista en las calles, comenta una inmigrante, donde incluso el hecho de tener hijos pequeños resulta una impedimenta. Muchos duermen a la intemperie, los que no tienen dinero o son discapacitados, no tienen otra posibilidad.
Es notorio en esta urbe el elevado nivel de incultura entre detractores de la Revolución cubana, como Ninoska Pérez, quien ante el fallecimiento del destacado escritor Gabriel García Márquez, se propuso inútilmente ofenderlo.
Es cuestionada por la población de Estados Unidos la reforma sanitaria Obama Care, para asegurar la atención médica de unos 45 millones de ciudadanos privados de cobertura de salud. Necesita el país incentivar el crecimiento económico, aumentar el salario mínimo, combatir el desempleo. Así mismo, está pendiente la aprobación de una reforma migratoria que resuelva la situación de 11 millones de indocumentados que viven en la sombra.
Para colmo, según la prensa, un municipio del estado de Pensilvania será protegido por una sección del Ku Klux Klan, organización que promueve la xenofobia contra la raza negra y que tantas noticias desagradables dejó en décadas pasadas.
Qué hace entonces la administración Obama deambulando por el mundo en vez de resolver sus problemas.
