Badmito: cimentando el futuro

Por: Eduardo González y Julio Batista Rodríguez

Durante el curso escolar 2009-2010 nació en Cuba el proyecto Badmito para propiciar la práctica del bádminton en edades tempranas, y aprovechar los horarios de deporte recreativo en la enseñanza primaria y en estrecha coordinación con la Dirección Nacional de Educación Física.

Tal empeño se inscribe dentro del proyecto Volante del Futuro, auspiciado por la Federación Mundial de Bádminton (WBF) y con presencia en 41 países de todo el mundo, entre ellos 17 del área panamericana. En este momento, Badmito está esparcido en todas las provincias cubanas, con la inclusión de 55 escuelas primarias en 44 municipios —de ellos 12 rurales—, y cuenta con una fuerza técnica calificada de 276 profesores y activistas.

La Habana 2006: antecedentes de un sueño

Hace ya ocho años en la capital cubana se ensayó por primera vez su puesta en práctica. Para ello fueron escogidos los consejos populares del municipio de Centro Habana, agrupados en el proyecto Torreón, el cual sumó 26 escuelas primarias y cinco centros de la enseñanza especial.

Por entonces se movilizaron los activistas que prestaban servicios en los complejos deportivos, quienes resultaron indispensables, según explicó Miguel Díaz, presidente de la Federación Cubana de Bádminton (FCB) y principal promotor de la iniciativa.

A ellos se unieron los profesores de Educación Física y Recreación y la profesora de Bádminton del céntrico municipio, quien fungía como tutora de este personal y concentraba el trabajo en los alumnos de primaria que cursaban el segundo y tercer grados.

Tres años más tarde, Badmito se extendía por todo el archipiélago y el 100 % de las escuelas seleccionadas recibieron apoyo material y didáctico para su implementación, aseguró Díaz.

El objetivo central —acotó el federativo— radica en la detección del talento infantil mediante el desarrollo de capacidades físicas y habilidades motrices correspondientes a esta disciplina, con el fin de tributar a las áreas de bádminton existentes en los combinados deportivos; aunque hoy se hace énfasis en las categorías 7-9 y 10-12 años, y dentro de ellas en las féminas.

Además, “no se trata de suplir las actividades de la educación física, sino de incluir la práctica recreativa del bádminton como elemento lúdico”, añadió.

Volantes destacados en Cuba

Si bien el principal foco de atención para esta idea se ubica en La Habana y Santiago de Cuba, con ocho centros escolares involucrados en cada provincia, los principales resultados son apreciables en el occidente y centro del archipiélago, donde existen territorios como Pinar del Río y Cienfuegos que han alcanzado notorios dividendos en su gestión.

Así, la propia composición geográfica de la selección nacional de bádminton arroja allí un mayor desarrollo de la disciplina al acumular esta región seis de los ocho integrantes del plantel, distribuidos en Cienfuegos (3), La Habana (2) y Pinar del Río (1).

Por su tradición en este deporte, en el extremo occidental de Cuba el proyecto funciona en tres escuelas de matrícula significativa: Isidoro García, en Minas de Matahambre; Mártires de Barbados, en Consolación del Sur; y José Antonio Echeverría, en la cabecera provincial.

“Oficialmente son tres escuelas, pero nuestros profesores, en los lugares donde se practica, tienen la orientación de trabajar elementos del proyecto. Esa es la premisa de la comisión y así se logró la masividad”, explicó Rafael Posada Rodríguez, comisionado provincial de bádminton, tenis de campo y pelota vasca.

En Minas de Matahambre dos canchas de baloncesto del seminternado fueron reacondicionadas como improvisados terrenos para acoger la propuesta. Allí hoy existen 22 practicantes, mientras se vinculan unos 105 estudiantes, casi toda la matrícula de primer a cuarto grados del centro docente, explicó Yudielis Lazo, profesora de bádminton.

Fallas de vuelo

Si bien el proyecto ha conseguido extenderse a todo el país, existen disímiles problemas que afectan su pleno desarrollo, vinculados en esencia a la escasez de implementos y la falta de capacitación adecuada de entrenadores y practicantes.

En Minas de Matahambre, estos trabajan de conjunto para afrontar dichas dificultades. “Los recursos los obtenemos por amistades, antiguos badmintonistas o entrenadores (algunos cumplen misión internacionalista en Venezuela); el INDER, a inicios del año pasado, nos dio algo para el entrenamiento, no para el proyecto”, afirmó Jorge Luis Matos, profesor de Educación Física y responsable de esta idea en el territorio.

Por su parte, Rafael Posada señaló que nunca serán suficientes los materiales y por eso, aunque sí han llegado algunas raquetas y volantes para Badmito, se convoca a la iniciativa del profesor. Similar situación se repite en Cienfuegos y La Habana, donde las matrículas de practicantes sobrepasan ampliamente las posibilidades reales brindadas por los implementos existentes.

Díaz argumentó que el proyecto tiene estructurado un calendario competitivo con torneos trimestrales de habilidades en la base, los cuales tributan al megaevento de junio y se adecuan a las realidades de cada territorio.

Los certámenes básicos son tres: uno el 21 de noviembre, en saludo a la fundación de la FCB; otro el 4 de abril, por los aniversarios de la Organización de Pioneros José Martí y la Unión de Jóvenes Comunistas; y finalmente el del 14 de junio, máxima competencia del año titulada Badmito se divierte.

Según informó Díaz, en la ejecución de tales festivales existen dificultades, pues no siempre son celebrados con la regularidad establecida. A lo cual se une la no instrumentación y actualización sistemática del ranking, así como la poca promoción que reciben las actividades en cada instancia.

Aun así, los resultados de Badmito en el occidente de Cuba son apreciables, pues siete de los municipios implicados en el territorio han promovido badmintonistas al deporte de alto rendimiento. En el caso específico de Pinar del Río, Posada explicó que “desde el principio, todos los llegados a la Eide provincial en esta especialidad han iniciado sus primeros pasos a través del proyecto”.

Retos inmediatos

Además de solucionar los contratiempos mencionados, Badmito tiene como meta ampliar su presencia en instituciones de educación diferenciada, pues forman parte del programa de los deportes de las olimpiadas especiales que se celebran cada cuatro años.

De la misma forma se plantea la creación de círculos de interés para acercar a los estudiantes los conocimientos más específicos del deporte y su historia. Asimismo, se trata de aumentar la presencia del proyecto en actividades recreativas, con el fin de promocionar el trabajo realizado y atraer a nuevos practicantes.

La experiencia en este primer quinquenio de bregar es esencial para encarar cualquier desafío. Hoy, cuando el bádminton se posiciona en Cuba como un deporte con resultados relevantes, esta idea es un detector de talento insustituible y cimiento indispensable del sueño de volantes y raquetas.