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Un ascenso sostenido ha manifestado la nueva forma de gestión económica no estatal en Sancti Spíritus, donde ha integrado a unos 19 500 trabajadores desde su ampliación en 2010.
De acuerdo con informaciones otorgadas a la prensa por Mayelín Hernández Pérez-Borroto, especialista de Empleo que se encarga de esa esfera en la Dirección Provincial de Trabajo (DPT), “distintas modalidades se ejercen dentro del trabajo por cuenta propia, sobre todo las relacionadas con ventas de alimentos. Esta opción laboral va in crescendo en la provincia y se ha validado como una fuente de empleo, tanto que ha generado más de 9 mil nuevas ocupaciones últimamente”.
Funcionarios del DPT subrayan que alrededor de 2 mil 116 personas se han integrado al mencionado modelo; prestando servicios técnicos, en la gastronomía, en el cuidado de baños públicos, de telecomunicaciones, entre otros. Sin embargo, 552 de esos ciudadanos aún no tienen inscripciones oficiales, sobre todo los cuidadores de baños y los de telecomunicaciones que no han hecho acto de presencia en las Direcciones Municipales de Trabajo para registrarse formalmente.
Hernández Pérez-Borroto precisó además, que el territorio exhibe una cifra contradictoria en cuanto a las bajas otorgadas por solicitud de los individuos, incumplimientos de obligaciones o por decisión de quedarse con una sola licencia de las tantas que estaban en poder de una misma persona. Y es que en la provincia se han conferido unas 20 mil bajas, cantidad mayor que el total de “cuentapropistas” existentes.
Violaciones conectadas al deficitario proceso de orientación y otorgamiento de las autorizaciones del trabajo por cuenta propia, fallas en el alcance de ciertas actividades y quebrantamientos legales como el ejercer sin licencias, vender ropa de factura industrial o establecer cines en 3D devienen lastres perceptibles en el contexto espirituano, a pesar de los resultados alcanzados dentro del quehacer no estatal. Así, se han adoptado medidas como la imposición de multas de más de 100 mil pesos para estructurar y garantizar el funcionamiento de una de las estrategias implementadas en Cuba para reanimar su estrecha economía.
