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En el tercer día de sesiones del XIII Congreso de Información Científica Info’ 2014 sesionó la mesa redonda Los desafíos del profesional de la información ante la Infodiversidad – un término relativamente novedoso–, centrada en la importancia de las Tecnologías de la información y las comunicaciones (TICS), particularmente la del uso de las redes, pero sin descuidar la ética profesional para desarrollar la actividad del bibliotecario.
Como parte de dicha mesa redonda, el profesor mexicano Jonathan Hernández Pérez, de la Universidad Autónoma Metropolitana, abordó el problema de la infodiversidad como reflejo de nuestra sociedad. En ese sentido, disertó, además, sobre el papel a desempeñar por la biblioteca como un componente fundamental en la infodiversidad; pues a través de su uso se comienza un ciclo en la producción de la información, y en consecuencia, propicia la generación de conocimiento.
La inclusión y respeto a la diversidad cultural, regional, religiosa e ideológica ha favorecido un equilibrio social entre los seres humanos y las naciones, y así mismo sucede con la información. Particularmente en el ámbito tecnológico, la infodiversidad se desarrolló a partir de la innovación científica, el desarrollo de las TICS y la globalización.
El profesor planteó que junto a la diversidad biológica y cultural, la diversidad de información es el rompecabezas que forma a la sociedad. “La infodiversidad es la gama del arcoíris que permite entender el todo y las partes, las semejanzas y diferencias entre regiones, bloques e individuos”, explicó.
En su presentación manifestó cómo a través de la infodiversidad –entendida como las múltiples y diversas manifestaciones en la generación y creación de la información, la defensa de la convivencia de los diferentes tipos de información y la conservación de ideas de todos los tiempos– los ciudadanos pueden ejercer sus derechos, tomar conciencia y movilizarse en el activismo político, de ahí su importancia.
Hernández Pérez destacó la función de la biblioteca en la preservación y desarrollo de la infodiversidad en el ámbito contemporáneo. “Estamos en un momento en que la globalización, las TICS y el avance científico y humanístico, van a propiciar las condiciones para que se establezcan nuevos roles para la biblioteca y para que se le demanden nuevos servicios”, dijo.
En un entorno en el que la infodiversidad se ensancha, producto de las migraciones y desarrollo social, la biblioteca es la encargada de rescatar y proporcionar la información en cada comunidad, actó. “La información por sí misma no proporciona cambios si las personas no saben de su existencia, no pueden obtener acceso a ella o no la utilizan”.
Comentó que “el tema de la diversidad, tanto de usuarios como de colecciones y servicios, está presente en todas las bibliotecas actuales, ya que estas deben proporcionar un foro de opiniones que permitan conocer y entender mejor la realidad contemporánea”.
Entre los encargos de la biblioteca en la infodiversidad mencionó el estímulo a la coexistencia de distintas representaciones del conocimiento; favorecer el intercambio de opiniones e información mediante la integración de colecciones; rescatar y conservar el patrimonio documental y digital de la humanidad; estimular la libertad intelectual, la producción y difusión de contenidos a través de los servicios bibliotecarios que ofrece; y alentar por medio de las prácticas de lectura, una toma de conciencia del valor de la información y su uso para el desarrollo personal y fomentar la diversidad lingüística.
Añadió que factores como la censura, la violación a la privacidad y el filtrado de información frenan el desarrollo de la infodiversidad, pues el no acceso a la información impide la comunicación, la discusión, la toma de decisiones, la creación de más información y la libertad intelectual.
“Mantener con vida la infodiversidad permitirá mantener un puente entre la visión que tenemos como sociedad de futuro y la realidad”, concluyó.
