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Los hombres y las mujeres no cejaron, ni las tierras muy rojas destiñeron, en el empeño por convertir en un gran granero, a la empresa de cultivos varios La Cuba, de la central provincia de Ciego de Ávila.
Su colectivo empezó a desinfectar de malezas suelos aledaños hasta sumarlos a su balance de superficie cultivable. Así, lo que era un marabuzal, comenzará este 3 de marzo a dar los primeros dividendos en 63 hectáreas de frijoles, de un total de 315 sembradas.
“Simultáneamente a la cosecha sigue el desbroce, ya tenemos 700 hectáreas limpias, se trabaja en la preparación de las tierras, una de las actividades principales es la aplicación del herbicida con el avión para el control del marabú”, declara Carlos Blanco Sánchez, director general de la entidad insignia de la agricultura cubana.
El ingeniero agrónomo argumenta que también continúa el montaje de modernos sistemas de riego de agua. “Tenemos en la empresa 12 máquinas –ejemplifica–, vamos a montar pronto otras dos y debemos cerrar el año con unas 20 para irrigar 63 hectáreas cada una, destinadas a esta inversión que posibilitará fomentar el maíz en calidad de cultivo de rotación”.
Reflexiona el directivo que “ha sido un año climáticamente difícil, no ha hecho frío, pero se aprecia el potencial del frijol en los suelos que son buenos, tienen buena composición de materia orgánica, solo les falta un poco de fósforo, les estamos poniendo el que necesita, no hay duda alguna en relación con la posible obtención de altos rendimientos”.
Afirma sentirse optimista por el aporte que le realizarán al país en la sustitución de importaciones de ese vital alimento que, según Blanco Sánchez, una tonelada cuesta en la actualidad, aproximadamente, mil 200 dólares en el mercado mundial. En cambio, considera que “Cuba puede autoabastecerse de frijol, hay que invertir y trabajar, pero sí se puede”.
Rentable hace casi 20 años, a la vanguardia en el crecimiento de la productividad y el salario medio por trabajador, y entre las punteras en los 62 millones de utilidades que generó el pasado año la agricultura avileña del sector estatal, La Cuba es un ejemplo de empresa socialista con uno modelo agro económico sostenible que aporta al balance nacional viandas, hortalizas, frutas y tiene un futuro cercano muy prometedor en la producción de granos.
