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Por Fernando Rodríguez Sosa
El alegato de autodefensa pronunciado por el entonces joven abogado Fidel Castro, en el juicio por las acciones revolucionarias del 26 de julio de 1953, se ha convertido en un documento trascendental de la historia de Cuba y, también, de la propia historia del mundo de la segunda mitad del siglo XX.
La Historia me absolverá, como se conoce a ese documento, es una fuente imprescindible, por ello, para estudiar la génesis del proceso revolucionario que, el 1º de enero de 1959, abriría una nueva era para los destino de la isla y cambiaría el rumbo del mundo de la época.
No es extraño que ese texto, con el paso del tiempo, haya sido publicado y traducido, tanto dentro como fuera de la isla, además de ser objeto de análisis, en el campo de diversas disciplinas, con el propósito de develar los mensajes que aparecen en tan histórico alegato.
Sorprendente resulta, sin embargo, que ahora La Historia me absolverá pueda ser leída en décimas, gracias al ingenio y talento del poeta y profesor puertorriqueño Juan Camacho, quien, con paciente dedicación, se ha propuesto, y logrado, trasladar la letra del documento mediante la conocida forma estrófica.
La Historia me absolverá. Decimario (Ediciones La Memoria, Colección Cuba y Puerto Rico son, Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, 2013, 112 pp), que así ha titulado Juan Camacho este singular libro, está estructurado en estrofas decimales y versos octosílabos.
He aquí una muestra de las estrofas que abren y cierran este decimario:
Nunca un letrado ha tenido
difíciles condiciones,
ni acusado las sanciones
que ambos hemos sufrido.
De abogado no he podido
siquiera ver el sumario
de acusado, solitario
en una celda sombría
seis meses y cuatro días,
en un castigo arbitrario.
(…)
Sé que la cárcel es dura,
de amenazas y lamentos,
de cobarde ensañamiento
y de completa censura.
Mas nunca la dictadura
mi espíritu cejará,
ningún tirano podrá
doblegar a quien soporta.
Condenadme, no importa,
la Historia me absolverá.
“Si la poesía –escribe Luis Raúl Albaladejo en el prólogo a esta edición—, en tanto que arte, es libertad, como lo es, uno de los méritos de esta obra de Juan Camacho es haber ejercido esa libertad a partir de un texto preestablecido sin que por ello su ejercicio creador sea menos libre”.
Con anterioridad a este cuaderno, en el 2003, el poeta publicó Una década de décimas: Vieques, la nación y la libertad, en que cuenta su propia experiencia de lucha, y, en el 2009, Abelardo, en que, también en décimas, presenta personajes y momentos de la obra Terrazo, del puertorriqueño Abelardo Díaz Alfaro.
Incansable defensor de la independencia y la justicia social, dirigente sindical y comunitario, maestro, Juan Camacho, quien nació en Bayamón, Puerto Rico, en 1947, es miembro del Comité de Solidaridad con Cuba y de la Brigada Juan Rius Rivera y ha desarrollado una intensa labor a favor de la soberanía de su patria.
Asegura el autor que “La Historia me absolverá no fue solo un alegato jurídico, sino sobre todo, un discurso político, pequeño en su exposición, pero grande en su contenido. Incluyó las bases para desarrollar un programa socialista y se convirtió en vehículo idóneo para reagrupar y sumar adeptos para la futura lucha revolucionaria”.
Con La Historia me absolverá. Decimario, Juan Camacho invita ahora a leer, o a releer, mediante la conocida forma estrófica, el enérgico alegato con que Fidel Castro, sesenta años atrás, estremeció los cimientos de la tiranía batistiana y abrió una nueva senda en el camino hacia la libertad definitiva de la patria amada.
