La otra pregunta de la cucarachita Martina

La otra pregunta de la cucarachita Martina

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Las cuentas por cobrar y pagar continúan como uno de los mayores problemas que enfrentan los administradores de las empresas.
Las cuentas por cobrar y pagar continúan como uno de los mayores problemas que enfrentan los administradores de las empresas.
Fotos: Noryis

La postura del Estado cubano de incrementar los ingresos de su población laboral mediante la aplicación de formas remunerativas reconocedoras del aporte individual y colectivo, no pasa de ser pura quimera en entidades de la Isla.

En ocasiones, el asunto empeora a causa de erróneas prácticas relacionadas con las cuentas por cobrar y pagar fuera de término o exageradamente vencidas,  fenómeno que arruina el capital financiero y al que tributa la falta de rigor en los controles internos.

Cambios más, cambios menos, el añejo problema de los impagos continúa contaminando como virus la economía, la frena, la detiene, para perjuicio de una nación precisada de desinfectarse de un mal incoherente con el proceso de actualización de su modelo económico.

“Ningún sistema monetario mercantil avanza sin contabilidad razonable y con ese mecanismo deteriorado”, sentencia en su oficina de la calle Contreras,  en la ciudad de Matanzas, Lázaro Rodríguez Forte, presidente de la filial provincial de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba (ANEC).

“El desequilibrio que esto pudiera generar entre ingresos y gastos causa pérdida, déficit, capital de trabajo negativo, insolvencia,  síntomas que el año pasado padecieron unas 60 entidades estatales matanceras”, explica el también presidente de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Provincial del Poder Popular (APPP).

La  imposibilidad de aplicar sistemas de pago o las afectaciones provocadas donde sí opera lo dispuesto en la Resolución 9, apenas dos corolarios del desajuste en las economías empresariales ocasionadas cuando las cifras pactadas no retornan de manera oportuna, reflexiona Milagro de la Caridad Pérez Caballero, miembro de la Comisión Organizadora del  XX Congreso de la CTC.

“No son pocos los colectivos del país lesionados por desacertadas gestiones financieras como estas,  que entorpecen  las estimulaciones  y los cobros salariales en fecha”.

La deuda de otros la pagan los trabajadores

En los pasillos de la Empresa Provincial de la Música (EPM), Tahimí Ramírez Rodríguez narra el disgusto de los que como ella pertenecen a la Sinfónica de Matanzas y de manera reiterada cobraron posterior al día estipulado e “incluso la demora en ocasiones se extendió al mes siguiente”, lamentaba la joven.

Coincidentemente, la institución cultural fue la única que durante 2013  infringió de forma regular la obligatoriedad de informar en los plazos previstos el estado de su gestión económica,  según lo dispuesto en la Resolución 143 del Ministerio de Finanzas y Precios, aclara Zaida Aldama Oviedo, directora del organismo en esta provincia.

La indisciplina de no enviar trimestre tras trimestre las estadísticas del

comportamiento de las cuentas por pagar y cobrar supone sanciones, aunque ninguna incluye paralizar el salario, esclarece Aldama Oviedo.

Pero si la insolvencia puede provocar que los empleados no perciban sus dineros en las fechas establecidas, peor suerte corren quienes pertenecen a empresas como la provincial de establecimientos especiales de servicios gastronómicos (EPEESG),  donde se crean valores con calidad sin compensación monetaria por el resultado de tan óptima labor.

Sin embargo,  la EPEESG llegó a figurar como la de mayor monto de cuentas por cobrar vencidas, 4 millones 232 mil pesos ausentes de sus bolsillos,  un monto que hubiera servido muy bien para incrementar sumar pesos a los ingresos de restaurantes como El Polinesio,  unidad Vanguardia Nacional que mereció elegir un delegado directo al XX Congreso de la CTC.

“Demasiados problemas con los cuadros y otras situaciones de desvíos de recursos conspiraron con la eficiencia esperada de una de las empresas vitales en el aporte al presupuesto estatal…”, confiesa Aldama Oviedo.

En el propio Grupo Empresarial de Comercio, Gastronomía y los Servicios, manifestaciones asociadas a corrupción e ilegalidades  tambalearon a varias de sus representaciones municipales, algunas con pérdidas económicas que el  país no puede seguir subsidiando, precisa la directora de Finanzas y Precios.

A pesar de lo mal parado que en 2013 quedó este grupo empresarial,  él solo no atormentó  a la provincia. Aldama Oviedo detiene el bolígrafo en la Empresa Alimentaria (EPA). Con un círculo rojo marca la cantidad de un millón 460 mil pesos por pagar, la cifra más elevada de Matanzas en una etapa del año que terminó.

“A parte de producir por encima de la demanda que se le solicitó, esta empresa llegó a poseer  elevado inventario ocioso, millones de pesos inmovilizados,  motivado por el alto precio de sus ofertas y el encarecimiento de los costos de transportación. Y si no venden cómo van a pagar, imagínese, eso afecta también sus aportes presupuestarios…”.

Orlando Rodríguez Martínez, el director  de la EPA, admite la incidencia de aspectos subjetivos y objetivos en la situación que enfrentaron en 2013, en particular ineficiencias en el departamento económico, un asunto que para este 2014, promete, deberá quedar resuelto, “porque entre otras acciones controlaremos con exactitud las contrataciones”.

La aplicación de un sistema de gestión que resolviera el acortamiento de los pago y cobro, acabó con los quebraderos de cabeza en la  Asociación Económica Internacional Aguas Varadero, asegura la máster Eneida García Biart, directora de Contabilidad y Finanzas.

“Muy positivo ha sido el cambio desde que mes por mes conciliamos las deudas pendientes con los proveedores y clientes, a partir del respeto a la contratación. Si no existe contrato no efectuamos pago alguno, y eso lo tenemos muy bien coordinado entre dos áreas vitales para el seguimiento a un tema tan esencial, la sección jurídica y la dirección de contabilidad y finanzas. Quien no aplique un eficaz sistema, no logrará mantener al día su patrimonio monetario…”.

El dinero perdido hasta los muertos lo lloran

Sin dinero, es obvio, inoperantes se vuelven las entidades,  los ciclos productos colapsan… En cambio, el duro revés no siempre conmueve a los responsables, “a veces demasiado pasivos para la toma de decisiones inteligentes y rápidas, porque simplemente esa no es su plata, es la del Estado”, dice Aldama Oviedo.

El joven especialista de Finanzas y Precios, Yasmany Lamar  Rodríguez,  alega que han promovido plenarias económicas, impartido asesorías, sin los saldos esperados. “Todavía las entidades justifican más y hacen menos”, lamenta el graduado de la Universidad de Matanzas Camilo Cienfuegos.

Ineficiencias en los controles internos y en las gestiones de cuentas por cobrar y pagar afectan los ingresos de no pocos  trabajadores cubanos.
Ineficiencias en los controles internos y en las gestiones de cuentas por cobrar y pagar afectan los ingresos de no pocos trabajadores cubanos.

El economista Lázaro Rodríguez Forte  insiste en destacar el daño causado por quienes siguen dirigiendo sin la necesaria cultura, directivos que eluden revisar mes por mes el estado financiero, las conciliaciones o chequear contratos, lo que evidencia lo perentorio de exigir más desde las instituciones de gobierno del país y la provincia, “si queremos de verdad implementar la política económica y social del Partido y la Revolución,  formuladas en sus Lineamientos y actualizar el modelo”.

A criterio de la directora de Finanzas y Precios, los trabajadores no deben vivir al margen de asuntos como estos. “Los indicadores económicos no son de los jefes, pertenecen al colectivo, ellos deben saber qué sucede para aportar a las soluciones”.

Eso es justo lo orientado por la CTC,  precisa Caridad Pérez Caballero. “El sindicato promoverá la discusión en las asambleas de afiliados, o cuando corresponda la de representantes, pero también necesita sacar mayor provecho de los consejos de dirección o del cualquier escenario para solicitar el cumplimiento de lo legislado. ¿Quién duda que detrás de los impagos se escondan manifestaciones de delitos, corrupción e ilegalidades? No podemos dejarle una sola brecha a las indisciplinas”, alerta.

El presidente de la Comisión de Asuntos Económicos de la APPP señala falta de voluntad para demandar ante los tribunales, vigilar lo pactado y pedir compensaciones por moras… “Son mecanismos que pudieran fomentar la cultura de saber cómo regresar a las arcas estatales su patrimonio financiero, para luego pagar o gastar en lo necesitado”.

¿Demando?, ¿no demando?

Si bien la Instrucción 215 de 2012 ordenó fórmulas racionales de querellar  las relaciones de cobros y pagos, no siempre concurren a los tribunales populares las entidades  urgidas, y cuando sucede, entonces los expedientes son devueltos por carencia de argumentos o inadecuada elaboración.

Caso significativo el de la propia EPEESG, que en el último trimestre  de 2013 no había radicado cargos contra los deudores de más de cuatro millones de pesos, un recurso al que al menos en ese momento no concedió su exacto valor.

El presidente de la Sala de lo Económico del Tribunal Provincial de Matanzas, licenciado Raúl Francia Cabarroca, explica que es cierto que tiempos atrás no había costumbre de ejercer el derecho de demanda, una realidad hoy marcada por los requisitos formales de la 215, que dicta resolver los litigios entre las entidades sin necesidad de concurrir a la instancia judicial.

“A la Sala hay que llegar con copia del contrato entre las partes. Eso es lo primero para iniciar un proceso. Tal y como lo plantean Lineamientos 10 y 12 del VI Congreso del Partido, que  contienen la obligatoriedad de todas las empresas de plasmar sus relaciones económicas en contratos,  precedidos de un proceso de negociación, elaboración, firma y ejecución.

“Por eso, pero antes de venir aquí, las entidades cumplirán lo pactado en ese importante documento, donde deben haber convenido los plazos de pago, conciliaciones, cualquier variante conducente a resolver el litigio por la vía amigable”.

Algunas empresas, reflexiona, todavía prefieren acudir a nosotros, sin haber agotado ese paso esencial en sus relaciones de cobro y pago.

Otra situación incómoda para los tribunales resuelta con la 215, esclarece Francia Cabarroca, se relaciona con las cantidades demandadas, que a veces eran demasiadas pequeñas. “Estipula acceder solo si la cuantía reclamada supera los tres mil pesos en las dos monedas”.

El presidente de la Sala de lo Económico considera que aunque la 215 tributa al mejor desenvolvimiento de los cobros y pagos, las entidades aún no adoptan todas las previsiones que el país requiere”.  Un cambio de mentalidad, aprecia, sigue esperando.

Transformar el pensamiento de los empresarios en cuanto a los días pactados, valoran economistas consultados, sería opción inteligente. “Eso depende de lo que dicte la realidad en cada lugar”, dice Eneida desde Aguas Varadero. “Es verdad que lo establecido son 30 días, pero nosotros tuvimos que dejar en ese tiempo los pagos -siempre contamos con liquidez-,  y extender a 40 los cobros, porque nos dimos cuentas que promediábamos 41 días. Se trata de ajustar bien el tiempo y evitar vencimientos”.

Los buenos augurios del 2014

Desde su oficina en las cercanías del emblemático Parque de la Libertad, el Licenciado Yasmany mira optimista el año 2014. Con las directivas aprobadas para el sector empresarial, augura, presumiblemente mutará hacia lo positivo el panorama de estas cuentas y las entidades tendrán la opción de recapitalizarse por ellas mismas, sin que el Estado siga viniendo en su auxilio.

“La política tributaria se flexibiliza, por tanto al bajar los impuestos en varios acápites, quedará más dinero, nuevas formas de autofinanciarse”.

Sin embargo, advierte Rodríguez Forte, por sí solas las directivas no garantizan el éxito. “El sector empresarial precisa darle inteligente uso a los recursos en inventario, rebajar gastos, comprar menos y  optimizar la posición económica, aplicando las decisiones descentralizadoras previstas en el plan 2014.

“Lo otro sería honrar los objetivos 73 y 74 de la Primera Conferencia del PCC, sobre cuadros preparados, con cultura económica, imprescindible en momentos donde la lucha hay que enfocarla en certificar la contabilidad, obtener utilidades y podérselas repartir a los trabajadores”.

A criterio de la miembro de la Comisión Organizadora XX Congreso de la CTC, Pérez Caballero, el elevado costo de la vida, los salarios muy distantes de satisfacer las necesidades, obliga a combatir y enfrentar todo aquello que atente contra los ingresos de los trabajadores y en el caso de las cuentas por cobrar y pagar, abundan leyes, resoluciones y circulares normativas de procederes conducentes a eficaces saldos.

Cierto es que si las empresas cubanas no acaban de resolver las incongruencias que hoy afectan sus relaciones de cobros y pagos, les pasará cómo a la cucarachita Martina, solo que en vez de agobiarse preguntándose  qué me compraré, tendrán que repetirse una y otra vez, mirando sus arcas vacías, con qué compraré.

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Un comentario en La otra pregunta de la cucarachita Martina

  1. hace ya unos cuantos anos que recido enel exterior ,pero la unica formula que existe para evitar todas esas indiciplinas y robos es una sola ,propiedad privada pero en toda la extension de la palabra ,no solamente ,un pequeno restauransito ,ni esas boberias ,eneeuu le tramporte en muchos casos es privado ,hasta el correo ,que es federal tiene competencia ,ups ,federal express,y hasta dhl,y todos viven todas las gasolineras son privadas y las grandes companies de comida ,que surten a las grandes cadenas de supermercads ,son privadas ,,y eso es lo que garantiza que hayan mejores precios para el pueblo

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