Dirigentes sindicales, ellas son las preferidas

Dirigentes sindicales, ellas son las preferidas

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por María de las Nieves Galá, Betty Beatón, Alina M. Lotti y Juanita Perdomo

El oficio requiere concentración y profesionalidad. Foto: Agustín Borrego
El oficio requiere concentración y profesionalidad. Foto: Agustín Borrego

Gloria María Carvajal Beltrán, una  morena santiaguera, jacarandosa y  vivaz, se siente plena, feliz de la vida que lleva, y en consonancia hace público, sin  miramientos de ningún tipo,  uno de los motivos que tanto  la alegran: ser dirigente sindical.

“Es algo que me atrae por naturaleza, asegura, tal vez sea porque soy una mujer siempre activa, o quizás porque me gusta conversar con  las personas, escucharlas,  ayudarlas a encaminar sus  problemas… el caso es que  disfruto asumir responsabilidades en el sindicato y he  tenido la suerte de que  mis  compañeros me propongan  para que los represente”.

Con 35 años en los menesteres sindicales, ha sorteado  exitosamente los obstáculos  que se le han interpuesto.  “He sido dirigente de base en  el espacio laboral que me ha  tocado  y,  de verdad, es bien  difícil asumir las tareas.

“A la luz de estos días se cuenta fácil, pero durante la etapa de la maternidad y la de mis tres hijos pequeños, un par de mellizos incluidos, fue realmente un reto permanecer dentro del ejecutivo, mucho más si tomas en cuenta  que en las décadas de los 70,  80 y 90 el quehacer sindical  era muy intenso”.

En opinión de Tania Noemí Gutiérrez, secretaria de la  sección sindical de la Empresa Central de Equipos Cubiza,  en la provincia de Matanzas,  no todo el mundo puede ser  dirigente,  hay que ser líder,  saber conquistar el corazón  de las personas.

“Estar del lado de la razón, sin parcializarse. El prestigio de la organización  depende de su compromiso  con la verdad en cualquier  circunstancia. No mentir a  los trabajadores, decir las cosas en el momento que haga  falta.

“Soy especialista en gestión de la calidad y mi labor  se centra tanto en la satisfacción al cliente externo como  al interno, en la creación de  condiciones a los trabajadores, para que puedan lograr  esa sensibilidad.

“Sin embargo, en el sentido práctico, nuestra actividad  se ve  a veces limitada por las  pocas alternativas de estimulación con las que contamos.  Porque si bien movilizamos para que la gente cumpla con eficiencia, no siempre encontramos los modos de premiar  bien para seguir ascendiendo  en el aporte individual y colectivo”.

Isis Armenteros Morejón se incorporó a la Escuela Nacional de Cuadros Sindicales  Lázaro Peña hace alrededor  de cinco años y por sus características personales la  captaron enseguida para el  ejecutivo sindical, en aquel  entonces muy debilitado.

“Me gustó la idea  porque provengo de una secundaria básica y nunca había tenido una experiencia de ese tipo. En este proceso de renovación, previo al XX Congreso, los trabajadores de manera  unánime me seleccionaron como secretaria general”, reveló.

Organizadas, disciplinadas, perseverantes… Todas  esas palabras surgieron a la  hora de definir a las mujeres  como dirigentes sindicales. En aras de profundizar sobre el tema, Trabajadores buscó criterios, no solo de quienes desde la cotidianidad realizan esa tarea, sino  de quienes las observan desde otras perspectivas.

Protagonistas

El protagonismo de las mujeres cubanas es hoy una realidad. Ellas representan en la  actualidad cerca del 70 % de  los dirigentes sindicales, cifra  superior al 58,9 % que existía en el 2006. En el territorio  santiaguero, por ejemplo, de  los 313 cuadros profesionales  que hay en la provincia,  228  son mujeres, es decir, el 72,8  por ciento. Asimismo, de los  dirigentes de base 13 mil 85  son mujeres, lo que representa el 59, 24 por ciento.

En opinión de la Máster en Ciencias Adriana Sosa Palomo, miembro del comité provincial de la FMC y colaboradora de la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia  en Santiago de Cuba, las féminas resultan más eficientes y menos representativas  de corrupción y delitos; se  identifican con mayor prontitud con las tareas.

“Se desempeñan con más sacrificio, teniendo en cuenta la llamada doble o triple jornada que asumen, así como las incomprensiones de algunos administrativos e incluso  de la propia  familia, que en  muchas oportunidades las reclaman permanentemente y hasta les reprochan el tiempo  que les dedican a las cuestiones sindicales en detrimento de la atención al hogar”, abundó.

En 3 5 años de liderazgo sindical, Gloria María Carvajal Beltrán ha ocupado diferentes responsabilidades. Foto: Miguel Rubiera Jústiz
En 3 5 años de liderazgo sindical, Gloria María Carvajal Beltrán ha ocupado diferentes responsabilidades. Foto: Miguel Rubiera Jústiz

Según su criterio, las dirigentes sindicales, principalmente las de la base, tienen  que ser capaces de deslindar  los intereses e interpretaciones acerca de lo que conviene  en cuanto a horario y empeños relacionados con la vida  laboral.

En su actuar como dirigente sindical Gloria María  Carvajal también ha sido mal  comprendida. “No solo por  hombres, sino de mujeres que  me criticaban tanta entrega  desinteresada al sindicato,  restándole tiempo a cuestiones como lavar, fregar, cocinar o limpiar la casa, como  si estas fueran tareas que vinieran pegadas a una desde  el momento mismo del nacimiento”, señaló.

Reconoce que todavía en equidad de género hay camino por recorrer. “Existen problemas materiales de nuestra  sociedad que nos impactan  más, dígase el transporte o  las carencias de alimentos,  porque esa doble y hasta triple jornadas, penden sobre  nuestras cabezas como espada de Damocles y en cada una  de esas situaciones el sindicato tiene que ejercer un mejor papel de representatividad”, manifestó.

La clave del éxito

El oficio requiere concentración y profesionalidad. Foto: Agustín Borrego
El oficio requiere concentración y profesionalidad. Foto: Agustín Borrego

La llama sobresale por el cristal, que poco a poco va cogiendo forma. Yurina Cisneros sopla con maestría. Desde 1989  trabaja en ese centro. “Soy  una de las sopladoras”, dijo  y precisó que este quehacer  necesita de mucha concentración y cuidado para evitar  quemarse o cortarse, por ello  hay que cumplir las medidas  de protección: ponerse los espejuelos, los tapones para el  ruido, limpiar el puesto de  trabajo…”, alegó.

En la empresa de Cristalería para  Laboratorio Saúl  Delgado Duarte, Vitec, vidrios  técnicos, ubicada en La Habana, el aporte de las féminas es  esencial. Ahí desarrollan tres  surtidos fundamentales: flores  de cristal, la cristalería para  laboratorios  —que pueden ser pipetas, probetas, los tubos de  cultivo—, y el nebuzol (boquillas para aerosol).

Yurina destaca el trabajo de sus dirigentes sindicales, todas mujeres. “Son preocupadas por nuestros problemas”, afirmó. En ese grupo  está Nancy Columbié de la  Cruz, secretaria de la sección  sindical, quien recalcó  el liderazgo de las féminas en el  centro. Con experiencia en esas lides, ella reconoce que siente satisfacción por el trabajo sindical, el cual exige entrega y preparación para poder cumplir las expectativas de los  trabajadores.

Nancy Columbié, de Vitec, conversa con el resto de las dirigentes sindicales de la fábrica. Foto: Agustín Borrego
Nancy Columbié, de Vitec, conversa con el resto de las dirigentes sindicales de la fábrica. Foto: Agustín Borrego

Entre las preocupaciones de su colectivo están los sistemas de pago, así como el mejoramiento de las condiciones de  trabajo. “Tenemos algunas áreas que cuando llueve se mojan, sobre todo los baños; está prevista su reparación para este año”, alegó.

Zoila Alicia León Fonseca, secretaria del buró sindical de la textilera Eddio  Teijeiro Domínguez, Bellotex, en la ciudad de Matanzas, afirma que en sus  35  años como dirigente sindical  se ha convencido de que en  esta labor la voluntad cuenta  mucho; inspira, sí, pero no es  suficiente.

“En capacitarse está la clave del éxito. Son los conocimientos los que marcan  el camino hacia lo que puede  estar o no bien.  Entonces si  no dedicas tiempo a infor- marte, a pasar una escuela y luego a compartir lo aprendido con el ejecutivo, a poner los conceptos en función  de un desempeño orgánico,  comienzas a improvisar, lo  cual no siempre trae consecuencias positivas.

“Como único lidias mejor con los problemas, con  la necesidad de representar  adecuadamente a los afiliados, es conociendo sus derechos y deberes, el contenido  de las leyes laborales, lo que  le corresponde hacer a la dirección, el papel que nos toca  en los consejos de dirección”,  aseveró.

María Luisa Martín Herrera, profesora de la especialidad de Legislación Laboral de la Escuela Nacional de Cuadros Sindicales Lázaro Peña. Foto: Heriberto González
María Luisa Martín Herrera, profesora de la especialidad de Legislación Laboral de la Escuela Nacional de Cuadros Sindicales Lázaro Peña. Foto: Heriberto González

María Luisa Martín Herrera, profesora de Legislación Laboral de la Escuela Nacional de Cuadros Sindicales Lázaro Peña, afirmó  que en su especialidad se  imparte un tema sobre género, no solo para estudiantes  cubanos, sino también para  los cursos de extranjeros.  “Dimos un postgrado sobre  género para América Latina  y el Caribe. Se presentó un  solo hombre, los demás eran  mujeres”.

“Hemos estudiado la situación de género en su sentido más amplio, específicamente lo relacionado  con el papel de la mujer.  Ellas constituyen un gran  porcentaje de las dirigentes en la base y eso se debe  a las oportunidades, la independencia que tienen  para el estudio, el trabajo, y que ya están creadas  las condiciones en el hogar  para poder cumplir con el  encargo de ser dirigente  sindical”. Desde su punto de vista, hay cuestiones que aún  afectan el desempeño de la  mujer, como por ejemplo la  doble jornada, porque a veces no tiene todo el apoyo de  la familia.

Para esta profesora que lleva  24 años en la escuela resulta curioso que  “aunque las mujeres son mayoría,  el mejor alumno integral  casi siempre es un hombre.  Cuando yo empecé, las aulas  estaban prácticamente llenas de hombres, había que  distribuir buscando equilibrio. Ahora, al comenzar las  matrículas, me cuesta trabajo hacer la distribución  de hombres y mujeres”.

Los hombres hablan

Eusebio Acosta Rivero, del contingente Vladimir Ilich Lenin, ECOA 36, y jefe de colectivo de ejecución del hotel  Las Conchas, en Varadero,  está convencido del liderazgo  de las mujeres.

“En mis más de 30 años como constructor he sido afortunado por las incontables ocasiones en las que he  sido dirigido por una mujer,  ahora mismo una de ellas  es la secretaria general del  Sindicato de la Construcción en el municipio de Cárdenas y su capacidad de dirección es muy buena.

“Mi experiencia personal dice que las mujeres  suelen estar más aptas; lo he  comprobado en las decenas  de hoteles que juntos hemos  construido.  Solo hay que  ponerse a pensar en cómo  se las arreglan para dirigir  el sindicato, trabajar y ser  madre porque,  al menos  las  que trabajan en la  construcción, no paran, es para  arriba y para abajo, detrás  de esto y de lo otro y, además, se mantienen bonitas,  y eso despierta más que admiración, son merecedoras  de mucho respeto”.

Según Pedro Alcides Sanabria, profesor de la asignatura Movimiento Obrero  Cubano e Internacional, de  la Escuela Lázaro Peña, al  igual que los hombres,  las  mujeres tienen las mismas  posibilidades que ellos para  dirigir.

“Hay un porcentaje grande dirigiendo y hay  preocupación de por qué son  tantas. Yo diría que eso es  una interrogante para investigar; no obstante,  creo  que ellas han desempeñado  un trabajo muy bueno”, significó.

En el Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte y Puertos, si bien la  fuerza laboral fundamental  es masculina, el 63 % de los  dirigentes sindicales (cuadros) son mujeres.

De acuerdo con Reinel Sánchez Guerra, miembro del secretariado nacional, en el municipio son el 69 %,  y en la estructura provincial el 54 %; igualmente, nueve encabezan los burós o comités provinciales de ese sindicato.

“Se aprecia en ellas mayor capacidad de organización en el trabajo, al mismo  tiempo son más responsables en el cumplimiento de  las tareas asignadas, gozan  de respeto y reconocimiento por parte del resto de los  integrantes de su ejecutivo”,  alegó.

Una de ellas es Katia Mirabal González, quien liderea el secretariado en la provincia de Matanzas. “Hasta el cierre de noviembre teníamos 10 mil 784 trabajadores afiliados, de ellos,  2 mil 720 eran trabajadores  no estatales”, confesó está  mujer, que no deja de reconocer las complejidades de  llevar esta alta responsabilidad.

“Tengo un niño de cinco años.  Ahora por ejemplo,  para venir a La Habana,  tuve que dejarlo con mi hermana Telvia; además cuento con mi esposo Nelson.  Los resultados dependen de  la buena planificación que  tengamos, del apoyo de la  familia”, reflexionó.

Resalta que de los 11 cuadros que integran el secretariado,  solamente uno  es hombre. “Nuestro sindicato hace años es dirigido  por mujeres, aunque entre  los transportistas hay bastante machistas, hemos logrado que nos acepten y respeten”, aseguró.

Por su parte Adriana Sosa Palomo afirmó que las mujeres  se enfrentan a todo eso en medio de un panorama de trabajo en el que,  por diversas cuestiones, han  sido eliminadas condiciones  que antes las privilegiaban.

“Digamos,  por ejemplo, el llamado frente femenino que anteriormente  existía en las secciones sindicales y que buscaba alternativas superiores para que la mujer, en el contexto laboral,  fuera mejor comprendida y  más auxiliada”, subrayó.

Zoila Alicia León Fonseca  afirma que  al sindicato en cualquier estructura  se le respeta cuando la gente sabe que está preparado,  que es capaz de analizar,  entender los procesos económicos, de asesorarse ante un asunto para buscar siempre la justeza. En esas palabras se encuentra también la explicación de por qué hoy son  tantas las mujeres que han  sido electas como dirigentes  sindicales en los distintos  niveles.

“Esa ha sido nuestra experiencia en la Bellotex.  Eso hacemos para que  el trabajo salga mejor, porque tranquiliza saber que  vas defender a un afiliado  con todas las herramientas  posibles y cuando digo defender no me refiero a darle la razón si no la tiene. Es  explicar, razonar con quien  sea para que se entienda si  un proceder fue correcto o  no, y cómo se puede salvar a  alguien y mantenerlo aportando al colectivo”, acotó.

Acerca del autor

Graduada en Licenciatura en Periodismo en la Facultad de Filología, en la Universidad de La Habana en 1984. Edita la separata EconoMía y aborda además temas relacionados con la sociedad. Ha realizado Diplomados y Postgrados en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En su blog Nieves.cu trata con regularidad asuntos vinculados a la familia y el medio ambiente.

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Un comentario en Dirigentes sindicales, ellas son las preferidas

  1. Hola mis hermanas y hermanos CUBANOS soy de Honduras y he estado queriendo localizar a la LIC MARIA lUISA Matin Herrera pues ella nos dio una clase creo que fue en el 2003 en Agua Blanca Sur
    yo soy Hector Molina y que bueno seria si ella recordara ese evento importante y a mi tambien
    SALUDES y espero respuesta

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