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Otra vez la ciudad Santiago de Cuba es la protagonista. Otra vez Santiago hace historia, y es historia. Otra vez se confirma como lo que es: rebelde, hospitalaria, heroica, cuna de la Revolución.
Un poco más de una hora fue suficiente para demostrarlo. Breve e intenso fue el acto por este 1 de enero, evocador, inspirador, esperanzador.
Voces de niñez, de juventud, de proletariado se alzaron para dar las gracias por la obra que disfrutamos todas y todos, blancos y negros, mujeres y hombres, campesinos y obreros.
Raúl, artífice y sostén de la Revolución de lideró Fidel, fue preclaro en sus palabras y volvió a convidarnos a mantener el paso firme, la frente altiva, la mirada clara y el orgullo de ser hijos de esta tierra porque esta Revolución solo tiene compromiso con su pueblo.
Hubo música y canciones, poesía y baile, protagonizado por artistas de esta tierra caliente y bravía la cual que puso fin al acto por los 55 años de su Revolución de la manera más alegre y estremecedora que conocemos los nacidos aquí: a paso arrollador, con toque de tambor y corneta china, a paso de conga, arrastrando a un pueblo que en el año 56 de su Revolución anda con el paso firme y victorioso del primer día.
