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La descentralización de las parrillas de programación de las televisoras y emisoras radiales territoriales; el reforzamiento del sistema de contenidos que se transmiten y la conversión paulatina de la señal televisiva de analógica a digital son algunas de las líneas de trabajo que ocuparán a los funcionarios y técnicos del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) en los meses venideros. Tal se supo en la amplia explicación ofrecida por Omar Olazábal y Guillermo Pavón, vicepresidentes del ICRT para la televisión y la radio respectivamente, ante los diputados que integran la Comisión de Educación, Ciencia y Cultura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En diciembre del 2012 el ICRT rindió cuentas a la Asamblea. A partir de las críticas allí recibidas — similares a las escuchadas en los congresos de escritores, artistas (Uneac) y periodistas (Upec), así como en los plenos y conferencias del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Cultura y en la Conferencia del PCC—, los directivos de la institución prometieron una serie de cambios en la producción y en los contenidos de la programación, algunos de los cuales han sido implementados a lo largo de este año 2013.
Precisamente para darle seguimiento al tema, los diputados que integran este escalón del modelo democrático cubano decidieron dedicarle la mañana de este segundo día de trabajo en comisiones en la que también intervinieron diputados que habitualmente se desempeñan como maestros, científicos, periodistas y artistas.
Entre las novedades anunciadas destaca la descentralización de las parrillas de programación. A partir de enero del 2014 los directores de los telecentros y las emisoras de radio territoriales serán los responsables de las propuestas que transmitan. Ellos definirán qué tipo de programas necesitan y cuáles pueden producir. El Instituto quedará para trazar políticas y asistir metodológicamente, explicaron los directivos.
Omar Olazábal expuso que la televisión trabajó intensamente en los últimos meses para consolidar el perfil de cada canal, y aunque no es un asunto concluido, mostró algunos logros. Por ejemplo, Cubavisión, cuya señal es la de mayor penetración pues casi alcanza al 100 por ciento de los receptores, pretende consolidarse como el “canal de la familia cubana”: “Ello implica un cambio en la mentalidad interna que aún no ha ocurrido —dijo el Vicepresidente para la televisión—, no obstante se realizaron algunos cambios en la parrilla, como fue el de trasladar el programa didáctico Escriba y Lea, al Canal Educativo y desde este nuevo espacio ha aumentado su índice de teleaudiencia que no es la misma del musical Piso 6 que se transmite en su lugar”.
Tele Rebelde, el canal de los deportes, ha estrechado vínculos con televisoras extranjeras y con el Instituto Nacional de Deporte y Recreación (Inder) para incrementar la oferta de este pasatiempo. Ambos institutos laboran por convertir en un espectáculo televisivo cada encuentro o competencia que se efectúe en Cuba y así lo merezca: “También hemos previsto retomar los antiguos topes de boxeo que tanto público atraen”, anunció.
Al Canal Educativo —definido como curricular, educativo y cultural— le queda un largo camino por andar y este pasa por poner al talento en función del incremento de la producción nacional, dijo Olazábal. Multivisión, por su parte, está entre los de más reciente creación y ha conseguido ubicarse entre el segundo y tercer lugar en la preferencia del público. Su esfuerzo debe concentrarse en evaluar correctamente las series extranjeras que transmiten para evitar mensajes ajenos a los valores de la sociedad que pretendemos construir, previno. El Canal Educativo 2 se transformó en TeleSur y con ello dieron respuesta al reclamo popular que solicitaba disfrutar en vivo del espacio de integración impulsado desde Venezuela.
A la par de estos ajustes, se han implementado nuevas formas productivas a través de RTV Comercial. El propósito es impulsar la producción de dramatizados cubanos, principalmente teleplays, telenovelas y series de corte policíaco e histórico en los que apliquen mecanismos más ágiles en la escritura, realización y postproducción.
En el caso de los teleplays o telefilmes, Olazábal precisó que se trabaja en 5 nuevos guiones. Desde el punto de vista técnico, emplean tecnología de Alta Definición, lo que permite que el producto audiovisual resultante pueda ser transmitido en los cines. Soporta también el “hinchado” a película. Citó el ejemplo de Penumbras, el más reciente filme del destacado realizador de la televisión Charly Medina, que a solo unos meses de su estreno acumula siete premios internacionales
La televisión cubana produce actualmente una serie policiaca (Operación 106, 18 capítulos), dirigida por Roly Peña, quien tiene en su haber la primera serie histórica (Duaba) en la que se experimentaron las variantes productivas anunciadas por el directivo y que se extenderán a otros dramatizados durante el 2014 y el 2015.
En el caso del gustado espacio de Cubavisión que transmite telenovelas de factura nacional —productos que decidieron priorizar frente al de Aventuras y otros—, Olazábal explicó que ya está casi lista Profundidad, que saldrá al aire a partir del 20 de enero aproximadamente, cuando termine la que se transmita actualmente: Tierra de fuego. Anunció además que se encuentra en fase de edición La otra esquina, y se inician las labores en Cuando el amor no alcanza y Veredas tropicales. Todas abordan la contemporaneidad cubana, tal como ha demandado la audiencia más de una vez.
A pesar de los esfuerzos, la programación infantil continúa rezagada, mientras que en la musical se intenta seleccionar mejor el talento que llega y se promueve desde la pantalla. A ello ha contribuido la comisión conjunta del ICRT y el Ministerio de Cultura donde sistemáticamente se evalúa el tema.
Un mecanismo similar de certificación de “contenidos” a través de la integración de los intereses de varias instituciones en una comisión única que valorará los videos clips antes de ser transmitidos, comenzará a regir a partir del año próximo en los programas que exhiben estos audiovisuales. La calidad será verificada por un equipo de especialistas: “La televisión cubana no produce videos clips, solo los difunde, y por tanto tiene que hacerlo con absoluta responsabilidad. Como tampoco puede emitir, en horario estelar, propaganda ligada a lo comercial”, puntualizó Olazábal.
Otro asunto abordado durante la jornada fue el proceso de convergencia hacia la televisión digital, acerca del cual comentó que con ella se abre la ventajosa perspectiva de ocho canales televisivos y seis emisoras de radio. Cuando se despliegue a plena capacidad por todo el país se podrán incrementar además, las horas de transmisión: “En todos los casos debe primar la calidad”, dijo.
En el caso de la radio, Guillermo Pavón se refirió a la necesidad de modernizar las propuestas radiales y al interés de que las grandes obras de la literatura universal regresen versionadas al éter, tal como históricamente sucedió en este medio en Cuba.
