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Fuera de las cabinas, el “bombillo rojo” se encendió para indicar que ya estaba en vivo el debate del anteproyecto de Documento Base del XX Congreso de la CTC, en la emisora provincial Radio Surco, de Ciego de Ávila, en la cual se introducen ruidos en la comunicación con expectantes cambios en las modalidades de pago.
El locutor Alberto Fernández Pena dijo que no suena bien al oído el hecho de que se vayan a modificar resoluciones relacionadas con el salario, sin previa consulta con los trabajadores por parte del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
“Esto desentona en la actualidad, pues el país ha dado nuevas muestras de democracia mediante el análisis con las masas del Anteproyecto de Ley Código de Trabajo”, afirmó el también diputado al Parlamento cubano.
Luis Alberto Gutiérrez Abreu, director de programas, argumentó que “tal problema siempre ha golpeado, nos enteramos de qué se trataba la resolución 2 sobre el pago al personal artístico, cuando se puso en vigor, sabemos que esta va a sufrir otras modificaciones y también la relacionada con la remuneración a los escritores de guiones, pero acerca de ambas tampoco han contado con nosotros”.
Aunque se supone que la actualización de las formas de pago contribuya a lograr un producto radiofónico mejor acabado, espacios de alta audiencia, retribuir la excepcionalidad, “el sindicato tiene que pronunciarse por no admitir imposiciones en el sector radial”, enfatizó la periodista Ana María Tejera Orihuela.
“Trabajamos para un público con gustos y preferencias, pero las resoluciones aprobadas a nivel nacional establecen normas, debieran tener autonomía las direcciones provinciales de la Radio, a la hora de decidir, incluso, el grado de complejidad de los programas”, opinó Ilain Medina Alonso.
“Hace largo tiempo desapareció la emulación, eso es abandono, tenemos que rescatarla y adaptarla a nuestro centro”, dijo Tejera Orihuela. “Muchas veces, y no en pocos lugares, le echamos la culpa a la situación económica del país, un ejemplo ha sido la falta de hojas de papel para la escritura de guiones y así se exigen realizaciones con calidad”, recalcó Gutiérrez Abreu.
La estimulación moral tampoco salió ilesa en las discusiones. Hubo consenso en que el presupuesto asignado para tal objetivo es insuficiente, y se informó que la administración tiene la responsabilidad de rendir cuenta en la asamblea de afiliados acerca de quién y con qué fue estimulado el mejor trabajador del año.
