Cargando...
No fue casual que Leandro de la Paz, al concluir la secundaria básica, decidiera ingresar en la Escuela Nacional de Bomberos. Desde pequeño sintió atracción por ese oficio que cataloga como arriesgado y despierta la admiración de la gente.
“Me gusta, ante todo, la adrenalina que aflora cuando estás en el comando y dan la salida para acudir en ayuda de las personas ante cualquier eventualidad. Es gratificante el reconocimiento que la mayoría de las veces siente la población por el trabajo de nosotros”, dijo este joven cadete, quien cursaba el último año de técnico medio en Protección contra incendios y ha tenido la oportunidad de comprobar lo que significa enfrentarse a esos eventos.
Con sus 17 años, no duda en definir al bombero como un hombre con cualidades especiales. “Debe ser valiente, sentir empatía por las personas que lo rodean, no sentirse ajeno e intentar ayudar siempre”.
Graduado en el 2011, el subteniente Andy Michel Ramos realiza ahora el curso de mando de jefes de pequeñas unidades. Afirma que se ha desempeñado como jefe de compañía de un comando del municipio capitalino de Diez de Octubre.
“Me motivaron el sacrificio, la consagración, la intrepidez que tienen los bomberos en la extinción de un incendio. Me satisface salvar vidas, sobre todo eso”, alegó.
El mayor Osiel Crespo Martín, por su parte, ama ser docente y bombero. “Disfruto preparar a los jóvenes. Con ellos garantizamos el relevo, y eso, en buena medida, depende de nosotros y del interés que tenga el estudiante, así como de la nueva tecnología con la cual contamos hoy en día”, asegura el subdirector docente de la entidad.
Escuela de futuro
Según declaró el teniente coronel Eutimio Cantillo Trimiño, director del centro, la esencia de la entidad es la formación de la fuerza del Cuerpo de Bomberos de la República de Cuba.
“Aquí se preparan los técnicos medio en Protección contra incendios, y otras fuerzas necesarias para salvar vidas y recursos materiales, cuando se dan situaciones como desastres naturales, incendios u otro tipo de eventualidades.
“Realizamos la captación por las distintas escuelas, principalmente los preuniversitarios del país. Los estudiantes se forman como técnicos en protección contra incendios en un curso que dura dos años y medio. Una vez que egresan de la institución prestan servicios en empresas y comandos que tiene la dirección del Cuerpo de Bomberos”, acotó.
Creada en 1963, la escuela comenzó a capacitar técnicamente a las fuerzas bomberiles con una matrícula inicial de 108 alumnos. En el año 1978 fue reconocida por el MINED como centro para la formación del nivel medio en la Enseñanza Técnica y Profesional. Tomó su nombre, Mártires de la Calle Patria, en homenaje a dos de sus estudiantes: Elías Moya e Iván Lugo, quienes cayeron valerosamente en el cumplimiento del deber el 13 de mayo de 1963, al intentar apagar un incendio, producto de un sabotaje, en un almacén en la referida calle, en el capitalino municipio del Cerro.
Hasta la actualidad han desarrollado 34 cursos, de los cuales egresaron 2 mil 94 técnicos medio en Protección contra incendios. También se han graduado unos 5 mil 500 estudiantes de los cursos de formación elemental.
Con tecnología de punta
Una de las principales fortalezas del centro es que posee la tecnología idónea para asegurar la preparación integral de un técnico medio. Cuenta con cuatro laboratorios de última generación, donde los estudiantes tienen la posibilidad de adquirir habilidades.
Según el profesor de táctica de extinción de incendios, mayor Yosvay Díaz, estar ahora en esta institución es como retribuir el esfuerzo puesto en él cuando también fue estudiante de esa escuela.
“La asignatura es netamente de la especialidad, a fin de enfrentar todo tipo de incendio y conocer las particularidades en la extinción de estos, ya sean sustancias químicas o radiológicas; además analizamos las tácticas, así como todas las medidas de protección que podemos tomar para lograr el éxito. Esta es una asignatura teórica y práctica”, subrayó.
Por su parte, el profesor Máximo Ramírez, quien imparte organización del trabajo de prevención y electrónica, contar con nuevos laboratorios es hoy una gran oportunidad. “A través de la computadora podemos ir complejizando los ejercicios”, señaló.
Entusiasmado con el recién estrenado complejo de preparación psicológica, el capitán Juan Carlos Fernández, profesor instructor de rescate y salvamento, afirmó que este tiene como objetivo fundamental simular las condiciones reales que pueden darse en un servicio de rescate y salvamento y en la extinción de los incendios.
“Existen cinco áreas dentro del complejo. Entre ellas se encuentran la de entrenamiento físico con un moderno equipamiento; el cuarto de calor donde se les adiestra para soportar altas temperaturas; los simuladores y el laberinto, y la sala de control desde la cual se opera todo el sistema. Lo novedoso de estas es que vamos a utilizar humo y sonido que no van a afectar el medio ambiente.
“Vamos a simular las condiciones que pueden generarse en un caso de incendio donde participa el grupo de Rescate y Salvamento, ahí se lleva al extremo la carga física y psicológica del bombero. Tendremos control total sobre el personal, es decir, el profesor que imparte la clase puede observar a través de una serie de cámaras a los estudiantes e intervenir en caso de cualquier emergencia psicológica o física que tenga el alumno.
“Antes de comenzar, a los participantes se les hace un chequeo de todos sus signos vitales, de modo que el servicio médico certifique que el hombre está apto para pasar por todo el sistema de entrenamiento”, explicó.
Nacida en el seno de una familia de bomberos, la mayor María Antonia Méndez, instructora política del centro, no puede negar el orgullo que experimenta al integrar ese colectivo.
“Con mis padres creció ese amor, desde la escuela primaria formé parte de los círculos de interés relacionados con la actividad. Luego pasé el curso de técnico medio en Protección hasta llegar al superior. Ahora estoy aquí responsabilizada, como todos los profesores, con la preparación de estos jóvenes, ellos son el futuro de las fuerzas bomberiles.
Acerca del autor
Graduada en Licenciatura en Periodismo en la Facultad de Filología, en la Universidad de La Habana en 1984. Edita la separata EconoMía y aborda además temas relacionados con la sociedad. Ha realizado Diplomados y Postgrados en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En su blog Nieves.cu trata con regularidad asuntos vinculados a la familia y el medio ambiente.
