Cubanía de fiesta

La única referencia documental que se ha encontrado de La Bayamesa compuesta por Perucho Figueredo en 1867,  ha regresado a su ciudad natal 145 años después de haber sido cantada por primera vez.

La llegada del valioso documento al museo Casa Natal Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, ocurrió el pasado 16 de octubre y marcó el inicio de las festividades que concluyeron anoche en la Plaza del Himno de esa urbe con una gala por el Día de la Cultura Cubana.

Niños, jóvenes y adultos acudieron a ver el manuscrito obsequiado por Figueredo a la señorita Adela Morrell en noviembre de 1869, quien lo donara a los fondos patrimoniales de la nación (Museo Nacional de La Habana) en 1912.

El préstamo realizado ahora por el Museo Nacional de la Música, entidad encargada de su preservación y custodia, ha marcado un hito de singular importancia dentro de la Fiesta de la Cubanía y las más de 300 actividades del programa que incluyeron ferias del libro y de arte popular, presentaciones de grupos musicales, exposiciones de artes plásticas, de piezas del Museo de la Guayabera de Sancti Spíritus, y de imágenes del recorrido de la Virgen Mambisa en su bicentenario, entre otras.

De singular importancia fueron también las sesiones del Crisol de la Nacionalidad, evento organizado por la Casa de la Nacionalidad, centro de investigaciones históricas creado en 1991 y dirigido por Damiana Pérez Figueredo. En conversación telefónica la experta aseguró a Trabajadores que este año contaron con una representación de todas las provincias, lo que ratifica esta como “una fiesta de todos los cubanos”.

El Crisol de la Nacionalidad es un evento que se organiza desde hace 19 años y esta vez se dedicó al medio siglo de la fundación de la villa de San  Salvador de Bayamo y al 145 del inicio de la gesta por la independencia y de la interpretación del himno.

“A medida que hemos avanzado en el tiempo —comentó Damiana— ha crecido el nivel de aceptación y de participación de artistas, escritores y personalidades. Ese es el resultado del trabajo tenaz y paciente que desde hace muchos años se viene desarrollando desde la Casa de la Nacionalidad, apoyada por distintas instituciones de la provincia y el país.

“En esta ocasión hemos contado con varios invitados especiales, entre ellos el Premio Nacional de Literatura Ambrosio Fornet, quien dictó la conferencia ¿A quién debemos salvar, al libro o al lector?; Rafael Acosta de Arriba donó objetos que pertenecieron al Padre de la Patria y presentó sus Leyendas bayamesas; Eduardo Torres Cuevas presidió una de nuestras sesiones; Pedro Ureña Rib, ministro consejero de la embajada de la República Dominicana en Cuba,  disertó acerca de las similitudes y diferencias existentes entre los pueblos del Caribe; Pedro Godo Torres, especialista del poblamiento aborigen en la región oriental de la isla, y Luis Carbonell, homenajeado a  propósito de sus 90 años.

“Un momento muy emotivo fue el recibimiento a 15 descendientes de Perucho Figueredo. En enero vinieron algunos bisnietos y ahora llegaron los tataranietos. Es una familia numerosa, la mayor parte radicados en Colombia y Estados Unidos. Gracias a sus  testimonios hemos podido saber qué sucedió con esa parte de la ilustre familia bayamesa de la cual existía poca información y para ellos fue una sorpresa el recibimiento que le dispensó la ciudad”.