Otra vez es 6 de octubre y el pueblo cubano rinde sentido homenaje a las víctimas del sabotaje terrorista del avión cubano proveniente de Barbados, en el panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en la Necrópolis de Colón.
El acto de recordación contó con la presencia de Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; Lázara Mercedes López Acea, primera secretaria del Comité Provincial del Partido en La Habana, ambos miembros del Buró Político, el cuerpo diplomático, René González y familiares de los héroes prisioneros del imperio, así como trabajadores del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC) y del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER).
Wilfredo Pérez, hijo del piloto de la aeronave cubana, en nombre de los familiares de las víctimas, exigió al Gobierno estadounidense la detención y extradición del terrorista Luis Posada Carriles a Venezuela y la liberación de nuestros héroes injustamente encarcelados en ese país.
“Cuando leemos los alegatos frente al tribunal que los enjuició y las entrevistas que han dado nuestros héroes, sentimos el efecto que en cada uno de ellos tuvo el sabotaje de Barbados y que, entre las múltiples motivaciones que los llevaron a cumplir su misión en territorio norteamericano, estaba el evitar que crímenes semejantes se volvieran a cometer contra nuestro pueblo”, comentó Wilfredo Pérez.
En Barbados se tronchó la vida de 73 seres humanos: “Se les arrebató la posibilidad de tener un futuro—agregó Pérez— de seguir cosechando triunfos en otros eventos deportivos; a los estudiantes sus sueños de ser médicos; a los trabajadores de la aviación y de la pesca seguir desarrollándose en sus profesiones; se les quitó la posibilidad de amar, tener una familia, ver crecer a sus hijos y nietos, envejecer junto a sus seres queridos, seguir siendo personas útiles a la patria”.