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Todavía hay que avanzar en el logro de un sindicato que represente fielmente a sus afiliados, que batalle a favor de los intereses y necesidades de estos, que sea ágil transmisor de orientaciones y eficiente velador del cumplimiento de los derechos y deberes que le asisten a cada miembro de la organización.
En ello coincidieron los 178 delegados a la novena conferencia municipal de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en Santiago de Cuba, quienes se pronunciaron porque tanto estatales, no estatales, como jubilados encuentren en su sección de base el espacio propicio para debatir y proponer ideas que contribuyan a mejorar el desempeño sindical y hagan avanzar la producción y los servicios.
Representantes del sector cuentapropista reclamaron más información, no solo de las estructuras de dirección obrera sino también de quienes administrativamente los organizan.
“Es escasa la orientación, por no decir nula, y muy rápida la imposición de la multa, acotó Raisa León— del comité sindical de arrendadores de viviendas— De las regulaciones y otras cuestiones nos enteramos por la prensa, pero nadie se nos acerca para explicarnos cómo hacer ciertas cosas.”
El enfrentamiento a las ilegalidades desde el ámbito sindical fue otro de los tópicos abordados en la cita sindical, en tal sentido Herminia Casas, de un comité de elaboradores-vendedores de alimentos ligeros, expuso sus experiencias.
“Personalmente he denunciado a quienes a mi alrededor venden sin tener autorización y me he buscado muchísimos problemas, pero no puedo decir que la situación esté erradicada, porque en verdad resulta más cómodo ser ilegal, te ponen una multa de 250 pesos y ya, mientras que nosotros pagamos una patente de casi 500 pesos.”
Al referirse a estos temas Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político y vicepresidente del Consejo de Estado, quien presidió la conferencia junto a Lázaro Expósito Canto, primer secretario del Partido en la provincial y Ulises Guilarte de Nacimiento, presidente del comité organizador del XX Congreso de la CTC, señaló que el avance del trabajo por cuenta propia, con más de 400 mil inscriptos en todo el país, requiere de un sindicato más ágil.
“No hay razón para que se ejerza la actividad ilegalmente y cuestiones como éstas demuestran la necesidad del sindicato, para que canalice, discuta y transmita.
“Hay que velar por el respeto y el cumplimiento de la ley, escuchar las demandas, las dificultades, orientar e informar, e igualmente conocer cómo va el cumplimiento de las obligaciones fiscales de los afiliados, el pago a tiempo de los tributos.
“Una de las tareas más importante hoy es la lucha contra el delito, la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales, porque le hacen mucho daño a la Revolución, y en tal sentido hemos bajado la guardia, y aún cuando el Estado tiene instituciones para combatir estos problemas no habrá resultados si el pueblo, si las masas, si los trabajadores, no los enfrentan en el lugar donde están.”
La octava Conferencia de la CTC en la ciudad heroína evaluó igualmente asuntos referidos a las bajas escalas salariales y la incorrecta aplicación de los sistemas de pago en distintos sectores, lo cual no resulta estimulante para el trabajador.
En tal sentido quedó claro que se precisa de más preparación de los dirigentes de bases para guiar mejor a sus colectivos en el debate en torno a este y otros temas como por ejemplo, el incremento de la eficiencia, principalmente en aquellas empresas santiagueras donde es negativa la relación salario medio-productividad.
La Conferencia de la CTC en Santiago de Cuba, octava que se realiza de las nueve previstas aquí, aprobó como secretario general del comité municipal a Blas Suárez Torres.
