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La provincia de Santiago de Cuba está inmersa en un abarcador programa constructivo y de reanimación urbanística del cual son protagonistas principales los más de 17 mil afiliados al sindicato de trabajadores de la construcción.
Al paso del transeúnte se hacen notables la pintura de fachadas, el arreglo de jardines, la reparación de centros, la creación de sitios de beneficio social, el acondicionamiento de locales, y la construcción de viviendas, quehacer en el que no solo se enrolan santiagueros sino también hombres de las provincias de Granma, y Las Tunas y en breve, de Holguín y Guantánamo.
El cementerio Santa Ifigenia, los asentamientos urbanos del paseo Martí y la avenida Crombet —con más de un centenar de inmuebles— así como la plaza de la Revolución Antonio Maceo, son algunos de los espacios en los que se trabaja con mayor intensidad.
La intención en cada uno de ellos es dejar concluidas las labores antes de las celebraciones centrales por el aniversario 60 del Moncada, para lo cual se han organizado jornadas de doble turno.
En todos estos sitios el presidente del comité organizador del XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, Ulises Guilarte de Nacimiento, acompañado de dirigentes sindicales de la provincia de Santiago de Cuba, intercambió criterios con directivos y obreros, y conoció pormenores del cronograma de ejecución de las obras.
Guilarte de Nacimiento puso especial interés en saber detalles de las condiciones laborales de los constructores, el comportamiento de la productividad del trabajo, la calidad en cada proceso, así como pormenores vinculados con la vida sindical.
Los constructores expresaron su parecer en torno a esos y otros asuntos, y aunque reconocieron que la terminación de las obras requiere de intensidad en el ritmo productivo, confirmaron que el compromiso contraído se mantiene en pie y que para la significativa fecha de julio cumplirán.
