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Con el mismo amor que sienten por ese mar que se les cuela piel y corazón adentro, los hombres y mujeres que integran los destacamentos mirando al mar se aferran gustosos a la tarea encomendada.
Atisban el horizonte, andan muy pendientes de aquello que las mareas puedan arrastrar hasta la orilla, realizan labor comunitaria de prevención de indisciplinas, violación de las leyes, así como protección y cuidado del medio ambiente.
Sacrifican el descanso personal a favor del bienestar colectivo, y lo hacen con absoluto desinterés, simple y sencillamente porque les nace contribuir con la tranquilidad de la sociedad, de ahí que mantenerse actualizados, puntualizar misiones, e intercambiar con los directivos de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y de Tropas Guardafronteras, resulte una prioridad para ellos, tal y como acontece en Cayo-Granma, pintoresco enclave santiaguero donde funciona uno de los más de 30 destacamentos de la provincia de Santiago de Cuba.
Tareas compartidas
Tania Margarita Torres Reyes encabeza el destacamento «Ernesto Che Guevara», de Cayo Granma, y de muy diversas formas coordina el quehacer de varios de estos grupos formados en el litoral santiaguero: Punta Gorda- Barrio Técnico, La Socapa-Jucarito-Caracoles, Ciudamar-Cayo Granma, y Aguadores, en los cuales se desgranan al por mayor las más diversas vivencias, atesoradas a fuerza de cumplir con la misión encomendada.
«Aquí somos 22 los integrantes, precisa la entusiasta cederista, y nos hemos dividido muy bien las responsabilidades, además de que tenemos estrechas relaciones con los compañeros de otros puntos, así como con dirigentes de los CDR a diferentes niveles y los guardafronteras.
«Cada destacamento asume las tareas en la medida de las características de la zona donde está enclavado, acota Tania, por ejemplo, en la localidad de Aguadores, por la posición geográfica que tiene, el mayor empeño se pone en lo relacionado con las salidas ilegales del país, en Ciudamar el énfasis está en prevenir el robo de arena en la playa La Estrella, y así sucesivamente, sin descuidar la vigilancia en cuanto al recalo de drogas.»
Destacamentos de presente y futuro
En el «Che Guevara» se unen lo mismo amas de casa, jubilados, estudiantes que trabajadores, entre estos últimos está Carlos Merino, ingeniero de la Empresa de Telecomunicaciones y propietario de un bote, quien siente orgullo de los años que lleva colaborando con la salvaguarda de las costas.
«Siento que el aporte que hacemos tiene mucho valor, en mi caso, desde mi embarcación, los días en que descanso y salgo a navegar voy pendiente de cada cuestión que pudiera ser sospechosa, y si es preciso me comunico con los compañeros del puesto fronterizo, con quienes tenemos estrechas relaciones, en definitiva compartimos los mismos intereses.»
Así lo siente también Osvaldo Cunil, jubilado ya, pero activo en las acciones del destacamento, al punto de contribuir, como otros muchos, con la garantía del relevo y la conformación de destacamentos infantiles y juveniles.
«Estamos preparando a niños y niñas de la primaria Juan Gualberto Gómez y adolescentes de la escuela 28 de enero, cuestión que nos da mucha satisfacción por lo que representa para la continuidad de lo que hacemos, así como la formación de valores; pero además porque estamos en consonancia con las proyecciones del octavo congreso de los CDR de ir dando cada vez más espacio a las nuevas generaciones.»
Tal y como sucede en Cayo Granma acontece en otros sitios del litoral santiaguero, y en cuanto punto del archipiélago cubano esté presente un cederista consciente de la misión que le corresponde, la misma que proclamara Fidel desde el día fundacional de la organización del barrio: vigilar cada rincón de la patria y si fuera preciso, defenderlo de la agresión enemiga.
